En la edición del año 2021 del Salón del Manga de Barcelona, Planeta Cómic anunció un buen número de novedades. De entre todas ellas, me llamaron la atención especialmente dos reediciones: Todo Record of the Lodoss War y la edición revisada de Gunsmith Cats de Kenichi Sonoda. De la primera todavía no se sabe nada. De la segunda hemos tenido que esperar un año, pero ya tengo el primer volumen en mis manos, y qué ganas tenía.

Si lleváis en esto del manga unos cuantos años como yo, seguramente os suene el nombre Gunsmith Cats, pues fue una de aquellas colecciones publicadas por Planeta cuando el cómic japonés empezaba a andar en nuestro país. Una época un tanto de infausto recuerdo pues la mayoría de las series se publicaban en formato comic-book USA con la salvedad de Dragon Ball y poco más.

En concreto, Planeta publicó los ocho volúmenes tankoubon originales de Gunsmith Cats en cuatro series limitadas de diferente extensión. Destacable fue que también le dieron una oportunidad en aquel intento de editar una versión en castellano del Shonen Magazine, donde la obra de Sonoda compartió cartel con clásicos como 3×3 Ojos o Crónicas de la era glacial, del maestro Jiro Taniguchi.

Lo curioso es que el manga de Kodansha (serializado entre 1990 y 1997) era en realidad un spin off de una creación anterior de Sonoda titulado Riding Bean que, por si os lo preguntáis, está inédito en España, al igual que la secuela de esta misma serie. Lo que sí vió la luz por aquí fueron las tres Ovas que en su momento se realizaron para adaptar el comienzo de Gunsmith Cats.

Hablando ya del manga en sí, nos encontramos con un shonen de acción frenética protagonizado por Rally y Minnie, que regentan una armería, además de ganarse la vida como cazarrecompensas en la ciudad de Chicago. La primera es cabezona, amante de los coches clásicos y un desastre en su vida privada. La segunda ni siquiera es mayor de edad, le encantan los explosivos, y además destaca por su personalidad jovialmente abierta que contrasta con los dramas de su pasado, pues fue explotada como prostituta infantil.

Ochoa consigue meterse al lector en el bolsillo a las pocas páginas gracias a la perfecta caracterización de las dos protagonistas de Gunsmith Cats, creando unas dinámicas realmente divertidas entre ellas. La relación de Rally y Minnie desprende carisma, pese a que las pullas vuelan como puñales en muchas ocasiones.

Gunsmith Cats es uno de esos mangas de finales de los ochenta o principios de los noventa como Bastard, Berserk o El puño de la Estrella del Norte que eran pura y explosiva diversión. Obras concebidas como evasión de primer orden con la pretensión de hacer pasar un buen rato al aficionado lejos de la trascendencia que alcanzaron, quizás sin ser su intención, otras series del tipo de Evangelion o Akira, si bien es cierto que esta es mucho anterior.

La hoja de ruta de Gunsmith Cats viene marcada por los diferentes encargos que acometen como cazarrecompensas Rally y Minnie. La mayoría de las veces dichas misiones se verán truncadas por venganzas, rencillas personales o, directamente, meteduras de pata o fallos de juicio. Lo que está claro es que al final siempre se acaba resolviendo todo a tiros con alguna que otra persecución frenética de por medio.

Destacar que Sonoda se descubre como un verdadero friki de las armas de fuego, o quizás es un arduo trabajo de documentación, con numerosas explicaciones a pie de página o viñeta sobre municiones, calibres, etc… También me parece reseñable la carta de amor nada disimulada al cine de acción, en concreto a las llamadas Buddy Movies que tan populares eran en esa época. Si os gustan las películas del estilo de Danko, Dos cowboys de ciudad, Tango y Cash o las totémicas The Killer y Hard Boiled del maestro John Woo, seguro que disfrutaréis de esta interesante y refrescante novedad en clave femenino.

No quisiera terminar sin valorar como es debido el dibujo de Kenichi Sonoda, cuya frescura sigue igual de vigente que hace treinta años. El artista imprime un ritmo vertiginoso a cada página con una narrativa y planificación de las escenas de acción francamente notable. Ojo, que hay muchos tiroteos y violencia, pero esta no es para nada explícita, resultando incluso naif en algunas ocasiones. Me ha gustado mucho cómo aparece representada Chicago, con muchos elementos reconocibles de la ciudad americana.

Tampoco conviene olvidar que Gunsmith Cats es un manga hijo de su época, por lo que habrá gente que pueda ofenderse por las dosis de fanservice con desnudos gratuitos o la sexualización que se hace del personaje de Minnie cuando se trata de un personaje que, como hemos dicho, es menor de edad.

La edición de Planeta se presenta en formato 15×23 contando con 456 páginas, algunas de ellas a color.

Me he quedado con ganas de más.