Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Grito Nocturno, de Borja González

Grito Nocturno, de Borja González
Guion
Borja González
Dibujo
Borja González
Formato
Rústica. 20,3 x 26,7 cm. 168 páginas. Color
Precio
17,90€
Editorial
Reservoir Books . 2022
Edición original
Nuit couleur larme (Dargaud)

Para Borja González, su fichaje por Reservoir Books y la salida de The Black Holes supusieron el espaldarazo definitivo a su carrera, tras una larga travesía en fanzines, autoedición y publicaciones grupales. La obra se tradujo a 6 idiomas y puso el nombre de Borja González en un lugar tal que pudiéramos esperar con expectación su próxima obra: Grito Nocturno.

Grito Nocturno, de Borja González

Grito Nocturno saldría esta vez primero en francés de la mano de Dargaud hace casi un año y ahora nos lo trae Reservoir Books en tapa blanda y un poco más grande que la primera edición de The Black Holes, si bien parece que en su inminente nueva edición, The Black holes tendrá el mismo formato que el que podemos ver en Grito Nocturno. Más allá de síndromes de estantería, el que estas dos obras mantengan una cierta coherencia no es accesorio, ya que, pese a ser historias unitarias, podemos ver pequeños ecos en Grito Nocturno de la obra anterior.

Grito Nocturno nos presenta a Teresa, la dueña de una librería esotérica alternativa con énfasis en los fanzines, entre los que destaca en la historia el suyo, Grito Nocturno. Una noche Teresa invocará un demonio, que resultará ser una otaku llamada Laura (que tal vez suene a algunos lectores) y que concede un deseo a quien la haya invocado. El problema vendrá cuando Teresa no parezca saber qué pedir. Completará el reparto Matilde, una joven un tanto rarita incluso para los estándares de las dos anteriores. A partir de ahí, por el camino iremos descubriendo quienes son un poco casi a la vez que ellas mismas.

Grito Nocturno, de Borja González

Más allá del planteamiento inicial de Grito Nocturno poco más se puede decir de su argumento, ya que Borja Gonzalez rara vez juega con certezas. Lo poético y la sugerencia se adueñan de la narración y la participación activa del lector es indispensable. Para ello, lo ideal es dejarse llevar por las conversaciones entre las tres protagonistas y la narración de la radio nocturna, prestar atención a cómo nos hace sentir y a dónde nos hace llevar la imaginación lo que leemos por encima de proyectarnos al futuro de la historia y de la búsqueda de cierres.

Y es que más allá de un rasgo de identidad que hace inconfundibles los tebeos de Borja González, el hecho de que los personajes no tengan rostro (ni manos ni pies) marca no solo el aspecto visual sino el ritmo narrativo, la atmósfera y hasta el tono de la historias. Sin expresiones faciales, los planos cortos se minimizan y es la expresión corporal la que lleva la carga emotiva de la historia, ayudada ocasionalmente por grafismos, códigos únicos del cómic, que se integran sorprendentemente bien en el tono etéreo y melancólico de la obra. Recursos como la altura de los hombros o la parte del cuerpo que los personajes orientan a cámara se convierten en fundamentales. Pero apoyarnos en la mímica del cuerpo implica que obligatoriamente tenemos que abrir plano para poder ver con claridad. No es accidental que esto derive en una proliferación de planos largos con abundante aire, que automáticamente intuimos como más duraderos. El resultado es una narración mucho más pausada y contemplativa, que se presta mucho más a la poética.

Grito Nocturno, de Borja González

Grito Nocturno sucede en su práctica totalidad en una constante noche americana azul de cielos estrellados con la narración de la radio como en una versión lúgubre del Cicely de Doctor en Alaska, con una estética que nos lleva a pensar en P. Craig Russell, Mike Mignola o Nagabe. Y mientras toda la atmósfera nos lleva a un terror romántico, los chispeantes diálogos de las tres protagonistas nos llevan a realidades mucho más cercanas y cotidianas como la soledad y la búsqueda de un lugar donde encajar

Grito Nocturno es una historia de realismo mágico que huye de las certezas y pensamientos monolíticos, que deja terreno a la intuición del lector más allá de lo puramente analítico, que en más de un sentido le devuelve la mirada y le invita a mirar dentro de sí mismo para completar la historia.