En los últimos años estamos viviendo un auténtico resurgir de popularidad de la saga de El planeta de los simios. La famosa novela escrita por Pierre Boulle, y que popularizó en el cine el inmortal Charlton Heston, ha visto una nueva trilogía fílmica de la mano de Matt Reeves (y se rumorea que Disney quiere nuevas entregas). Además, en el mundo del cómic, que es lo que nos interesa, hemos podido disfrutar de una novela gráfica que adaptaba la obra original con más fidelidad, se ha publicado una serie regular que continuaba la historia vista en las películas clásicas, y una serie de crossovers con el universo de Star Trek o con los Green Lanterns.
Es este segundo cruce del que venimos a hablar hoy, es si acaso más bizarro que el que unió a los monetes con Spock y compañía, pero no tanto como el que se vio en los noventa con la serie de televisión Alien Nation. Este nuevo crossover es uno más de los cruces insólitos que están viendo la luz en los últimos años, como aquel que unió a los Power Rangers con la JLA o a las Tortugas Ninja con Batman. Ojo, que lejos de ser la purria a la que nos acostumbraron hace años, estamos ante historias de lo más entretenidas, en muchos casos realizadas por autores de solvencia contrastada.
La premisa de esta miniserie de seis números cuenta cómo el simio Cornelius se topa con el llamado Anillo Universal, un arma legendaria del cuerpo de Linternas Verdes capaz de controlar todos los colores del espectro emocional. Su poder es tal que fue desterrado del Universo DC y mandado a un universo alternativo, en este caso, un mundo primitivo donde los primates han doblegado al hombre y le dan caza. El anillo provocará la confusión entre los simios y será objeto de deseo por parte de todos los Corps, lo que dará lugar al inevitable conflicto.
Lo primero que hay que decir es que para disfrutar de esta historia como es debido es conveniente conocer a los protagonistas de la novela/película, pues por aquí aparecen Taylor y el resto de astronautas, así como el mencionado Cornelius o los malvados Zaius o Ursus. En lo referente a los Green Lanterns, no vendrá mal haber leído parte de la historia río orquestada por Geoff Johns o al menos parte de la evolución de la franquicia desde el relanzamiento del New 52. La historia viene de Robbie Thompson, escritor al que hemos visto en Spiderverse o Silk, pero que ya tenía una dilatada carrera en el mundo de la televisión en series como Supernatural, The Cape, Human Target o Jericho. Como véis, un currículo donde no ha faltado la ciencia ficción y la fantasía. El guion propiamente dicho es obra de Justin Jordan, un perfecto conocedor de Hal Jordan y demás gracias a la serie Green Lantern: The New Guardians.
Green Lantern & El Planeta de los simios es una lectura ante todo entretenida. No obstante, y si bien es cierto que la obra en general es bastante insustancial, gustará mucho a los fans de ambas franquicias. Sin embargo, para el resto es una lectura donde la sucesión de fanservices puede llegar a cansar. Personalmente yo la he disfrutado mucho porque el tándem de escritores ha sabido aunar a la perfección a los personajes de los dos mundos.
La historia tiene varios puntos fuertes en la caracterización de los villanos como Ursus por parte de los simios o Sinestro por parte de los Corps. Hacen una interesante reflexión sobre la naturaleza del bien y del mal, para concluir que muchas veces todo es cuestión de perspectiva o puntos de vista diferentes. Por supuesto aprovechan también la ocasión para hacer hincapié en el aspecto distópico de la novela de marras, aunque lamentablemente esto queda relegado a un segundo plano entre tanta batalla (donde habrá multitud de personajes). Sea como fuere, las 160 páginas de este volumen se leen en un suspiro.
De todas formas lo más destacable es el impresionante dibujo de Barnaby Bagenda. El autor de la imprescindible Omega Men realiza un trabajo excelente con una narración detallada y exquisita. Para rematar contamos con el gran color de Alex Guimaraes (Bone Parish), que se está convirtiendo en uno de los coloristas más destacables del panorama actual.
En Estados Unidos la miniserie contó con un buen número de portadas alternativas que homenajeaban portadas clásicas de la cabecera de Linterna Verde, otras que eran guiños directos a los carteles de cine de la saga o bien otras que simulaban figuras de acción. Todas ellas aparecen recopiladas al final de la saga.
En definitiva, una historia que es como poco curiosa y un material que es de agradecer que aparezca publicado en España.
