Parecía que no llegábamos, pero con La Ira del Primer Lantern, llegamos al final de la recopilación en tomos cartoné de la etapa de Geoff Johns al frente de Green Lantern. Unos 100 números a sus espaldas y las bases de gran parte de lo que sucedió en la editorial durante casi una década, con algunos de los crossovers entre las series de Green Lantern o incluso entre toda la editorial, que quedarán para el recuerdo de los fans de DC y el disfrute de las siguientes generaciones que encontrarán en estos números lo que ha supuesto para el personaje la llegada de Johns a su serie. Lo he dicho alguna vez, pero lo repito de nuevo: Johns ha conseguido hacerme interesante un personaje al que nunca había visto la gracia, y que llegue a emocionarme y a encontrar la épica en una saga cósmica. Aquí, Johns se despide a lo grande, con otro crossover entre todo el Universo Lantern, y con la épica de enfrentarlo a un personaje super poderoso a nivel Dios.
En el tomo anterior ya se nos presentaba y avanzaba la llegada de Volthoom, el que fue el primer portador de un anillo verde en el Universo y que se encontraba contenido hasta este momento y que por culpa de los sucesos que pudimos ver en El Tercer Ejército, había quedado libre y se disponía a absorber las emociones de los Lantern más poderosos para recargar su poder. La serie, una vez más transcurre paralela en los títulos de Green Lantern, Green Lantern Corps, Red Lanterns y New Guardians.
El hecho de enlazar tantas series y tantos números en una misma historia (el arco tiene un total de 13 números) hace que si lees todo de seguido, puedas ver algunos números repetitivos porque, especialmente las series paralelas a Green Lantern, se limitan a hacer un repaso a la trayectoria de cada personaje a través de ese juego mental para drenar las emociones de cada uno. Eso hace que cuando has visto el número de Guy Gardner, el de Atrocitus, el de John Stewart, el de Rankorr, Zafiro Estelar… ya esperas el siguiente personaje al que repasar. La trama principal donde sucede todo es en la serie de Green Lantern, donde además vamos a ver a unos Hal Jordan y Sinestro encerrados en la Dimensión Oscura y a Simon Baz que acaba de llegar al cuerpo de Green Lanterns y ya ve una enorme losa de responsabilidad sobre sus hombros.
No obstante, por mucho que sea una fórmula repetitiva, las series contaban con unos guionistas con mucho bagaje, y siempre intentan aportar cosas diferentes y pequeñas sorpresas, como en el número de Rankorr o el de Kyle Rayner, que me gustaron especialmente. Una vez superado los dos tercios de serie, Johns saca la artillería pesada y comienza a tirar de épica y sobre todo, de frases que te calan y momentos de relaciones entre personajes que ponen los pelos de punta. Me encanta cómo ha tratado en toda su etapa la relación entre Hal y Sinestro. Es una relación de competición continua, envidias, celos, orgullo… pero en el fondo hay respeto. Esa escena final en tres viñetas donde Hal le pregunta si han sido amigos de verdad alguna vez… si no te pone la lagrimilla en el ojo es que no tienes sensibilidad. Johns no solo sabe llegar a tocar la sensibilidad del lector, es que escoge de manera increíble los mejores momentos para ese tipo de golpes de efecto.
En cuanto al dibujo, muy variado, especialmente variado, con más de veinte dibujantes en los 14 números que se incluyen en este tomo. Me gustan mucho Doug Mahnke, Dan Jurgens o Ethan Van Sciver, pero también me gusta mucho lo que hace Fernando Pasarín, con esos dibujos tan detallados y esa acción muy bien narrada.
En definitiva, La Ira del Primer Lantern.
Un cierre de lujo para una etapa que pasa a la historia como una de las etapas canónicas del personaje Green Lantern. Geoff Johns ha escrito el Green Lantern definitivo, un personaje que para más inri, no es siquiera un personaje diferente, lo cual engrandece aún más al guionista. Johns se ha limitado a usar el Hal Jordan de siempre y reafirmar su honorabilidad, su voluntad, su liderazgo, su espíritu de equipo, su sacrificio por el bien común… y eso no era algo nuevo en la serie, pero tras esas idas y venidas en sus etapas anteriores con Paralax y sucedáneos mostraron que se puede hacer una etapa épica y digna para un personaje sin necesidad de alterar por completo su esencia. Y lo que sí es responsabilidad suya es la creación de un Universo de Cuerpos Green Lanterns compacto, con infinidad de posibilidades y con un catálogo de personajes maravilloso.
La Ira del Primer Lantern tal vez no sea el evento/arco más espectacular de todos los que ha hecho, pero contiene todos sus ingredientes, contiene esa épica, ese golpe de efecto hacia el final que te deja con la boca torcida y los ojos muy abiertos. Y además se adereza con diálogos que sirven de guinda de un pastel que siempre vamos a recordar con una sonrisa. No sería justo conceder todo el mérito de los últimos años del personaje solo a Johns. También hay que recordar a Tomasi, Bedard y Milligan, que han sabido dirigirse hacia el mismo camino, y sin intentar destacar más que el otro.
Esto no acaba aquí. Robert Venditti mantuvo el nivel de Johns sin que la serie se hundiese, algo que muchos presumían.
Lo mejor: Algunos diálogos. La relación Hal-Sinestro. El sitio que le sabe dar a Simon Baz. Lo que ha hecho Bedard con Rayner.
Lo peor: Si hubieran dejado el arco en 10 números en lugar de 13 no se habría resentido apenas.
Para los que habéis seguido hasta este momento el Green Lantern de Johns. Para los admiradores de sagas cósmicas épicas. Para fans de la relación Hal Jordan-Sinestro.