Concluye el volumen 6 americano de la serie de Green Arrow en el número 50. La serie había comenzado con mucha fuerza con un interesante trabajo de Benjamin Percy que se acompañaba de dos grandes como eran Otto Schmidt y Juan Ferreyra, y aunque Percy la hizo girar en torno a una trama conductora en sus primeros años (con la organización del Noveno Círculo), sobre todo desde su salida, fue virando hacia un terreno que yo diría que se encontraba más cercano a lo que se había podido ver en la serie de TV. Así, habíamos tenido esa amenaza sobre la revelación de la identidad de Oliver, y al comienzo de este Green Arrow 13 tenemos un arco con el que Ciudadano intentaba ajusticiar públicamente a Oliver por un supuesto crimen cometido por el millonario.
Este primer arco argumental de dos números está escrito por las hermanas Julie y Shawna Benson y dibujado por el argentino Germán Peralta. Se cierra por fin esa trama y deja aclarada la situación del personaje, algo que a estas alturas ya se agradecía pues en mi opinión se había alargado demasiado. Es un arco sencillo, efectivo y de los de leer y olvidar sin mucho más, aunque hay que decir que Peralta hace un trabajo bastante interesante.
Pero el trabajo de Peralta se ve algo ensombrecido por el dibujante que se hará cargo de los últimos tres números de la serie, el granadino Javier Fernández. Este se hace cargo de las dos últimas historias del personaje por el momento, con un arco de dos números, enlazado con el evento Héroes en Crisis, y un último número doble en el que se sigue enlazando con el evento de Tom King y con lo sucedido en Liga de la Justicia: Sin Justicia. Ambas historias están escritas por Collin Kelly y Jackson Lanzing.
La primera historia de este equipo se centra en un enfrentamiento contra el Conde Vértigo, que ha desarrollado unos poderes desconocidos en el villano. La historia es una gozada porque estos poderes permiten un despliegue gráfico por parte de Fernández, acercándose a ese aspecto de los poderes de Kaecilius en la película Dr. Strange. Fernández utiliza un estilo muy visual, con contrapicados continuos y ángulos imposibles que dan mucha espectacularidad a la acción, algo que se agradece bastante.
Aunque me gusta más su trabajo en el número doble, una suerte de historia de James Bond, en la que una institución gubernamental intenta dar caza al héroe y nos deja escenas de lo más espectaculares, y con un aprovechamiento de las habilidades del héroe que no se veía desde la etapa de Winnick. Un número en el que además se pone a prueba la relación entre Oliver y Dinah , y deja al héroe en un punto de inflexión para lo que esté por llegar.
Como crítica, sí tengo que decir que aunque Kelly y Lanzing sí intentan aprovechar más lo sucedido en Héroes en Crisis y le dan un desarrollo más coherente, las Benson lo tratan con bastante desacierto. Ollie ha perdido algo muy importante para él, pero sigue dando saltos alegremente y soltando chascarrillos sin que muestre que le afecte lo más mínimo.
¿Y ahora? ¿Qué es del personaje? ¿Se acabó lo que se daba? Pues en marzo Didio apuntó que tenía preparado para él un movimiento parecido al que habían tomado con el Green Lantern de Morrison. El punto de partida lo tienen, pero no he vuelto a leer nada más sobre aquello. Además, acaba la serie de TV, por lo que el supuesto empujón de popularidad se va a ver mermado, si es que seguía teniendo algún peso. Una lástima, porque escribo estas líneas un día en la que salen a la vente nueve series relacionadas con Batman, pero parece que no hay sitio para un personaje con el bagaje de Green Arrow. Como curiosidad, un español es elegido nuevamente para cerrar el volumen de esta serie, después de que Agustín Padilla hiciera lo propio en el número 15 del volumen 4.
Lo mejor: Los chascarrillos sobre Batman. El trabajo espectacular de Javier Fernández.
Lo peor: Los bandazos que ha dado la serie en sus últimos números y la sensación de que Kelly/Lanzing/Fernández podrían haber hecho cosas muy interesantes de haber continuado.