Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Grapas de Medusa de julio de 2019

Grapas de Medusa de julio de 2019
Guion
Varios autores.
Dibujo
Varios autores.
Formato
Grapa, 24 págs, color.
Precio
2,50-2,95€.
Editorial
Medusa Cómics. 2019.
Edición original
Ninja-K #13, Bloodshot Rising Spirit #3, Shadowman #11, Livewire #4 (Valiant).

Aviso: En este artículo se reseñan las Grapas de Medusa de julio de 2019. Aunque siempre intento no soltar ningún gran spoiler, puedo comentar algún detalle que revele parte de la trama si aún no has leído las grapas de meses anteriores.

Este mes finaliza otra serie más en grapa: Shadowman. Las aventuras de Jack Boniface llegan a su fin, dejando la incógnita de qué serie rellenará su hueco a partir de septiembre. Ninja-K también se aproxima a su desenlace, cerrando un arco argumental y dejando solo pendiente por mostrarnos el epílogo. Las que tienen todavía tela que cortar son Livewire y Bloodshot Espíritu Renacido, que apenas acaban de comenzar y tienen bastantes números por delante. Recordamos, un mes más, que X-O Manowar no se incluye en esta selección, para evitar solapar las reseñas con las de su edición de tomos.

Livewire #4

Guión: Vita Ayala.
Dibujo: Raúl Allén, Patricia Martín.
Formato: Grapa, 24 págs, color.
Precio: 2,50€.

Otro número prácticamente dedicado al enfrentamiento de Livewire con su antiguo compañero psiot Pan de Santos en el que la guionista aprovecha el enfrentamiento verbal entre ambos personajes para contarnos algún detalle de su pasado y de cómo han ido evolucionando, pero que avanza realmente poco en trama. Concluye, eso sí, el enfrentamiento entre ambos y deja abierta una puerta para el personaje que puede dar juego en un futuro inmediato, eso sí.

En este número el dibujo recae exclusivamente en Raúl Allén y Patricia Martín (no como el anterior en el que había echado una mano Scott Koblish) y ya puede resultar repetitivo por mi parte, pero es que siguen sorprendiendo con esa composición de página y esa narrativa tan sutil y tan bien hilada, amén de un uso del color brillante para la paleta de colores tan limitada en la que se mueven. Todo el número está coloreado con tonos rosas-violáceos, pero aún así se las arreglan para delimitar perfectamente los flashbacks solo con el color, sin necesidad de textos de apoyo ni cambios de estilo. La serie está resultando interesante y entretiene, sin sobresalir especialmente, pero el arte de los dos españoles le sube muchísimos enteros a la hora de afrontar su lectura hasta el punto de que se ha convertido en la primera de mi montón cada mes.

Shadowman #11

Guión: Andy Diggle.
Dibujo: Renato Guedes y Eric Battle.
Formato: Grapa, 24 págs, color.
Precio: 2,95€.

Acaba el arco Harapos y huesos, y con ella este nuevo volumen de las aventuras de Jack Boniface y el loa de las sombras. Asistimos al enfrentamiento final entre Sandria Darque y Jack/Alyssa y ese intento de evitar que la Hermandad resucite al maestro Darque a partir de sus huesos. La serie ha tenido sus luces y sombras (juego de palabras no intencionado XD) pero en conjunto creo que ha sido bastante interesante, sin llegar a decaer en ningún momento, aunque a mí particularmente el arco de los flahsbacks/viajes en el tiempo me resultó algo más flojo. Pero la segunda mitad ha sido bastante interesante, aportando algunas novedades al personaje a las que el guionista ha sabido sacar punta con oficio.

Nuevo número en el que se compagina el trabajo de Renato Guedes con Eric Battle. Si bien ya decía en el número anterior que me había resultado menos brusco el contraste de estos dos artistas tan diferentes, aquí me pasa lo mismo, probablemente debido a que el trabajo de Battle se limita a un cambio de escenario que hace más sutil la transición, más asumible. Pero Guedes brilla especialmente en este número, con unas páginas muy potentes, parcas en viñetas y con algunas composiciones bastante interesantes como una página concreta en la que Jack y Alyssa están cayendo a través de varias dimensiones y Guedes utiliza una splash con tres viñetas sin marco, pero separadas por los portales que van atravesando. Un recurso muy atractivo y potente visualmente.


Bloodshot Espíritu renacido #3

Guión: Kevin Grevioux.
Dibujo: Ken Lashley, con acabados de Ryan Winn y Oliver Borges.
Formato: Grapa, 24 págs, color.
Precio: 2,50€.

Bloodshot Espíritu Renacido sigue explorando esos recuerdos implantados en el mercenario por el PER (Proyecto Espíritu Renacido). Aquí se nos muestra una nueva misión, con algunos contratiempos inesperados para la organización.

Dibujo que cumple, sin brillar en ningún momento y que, probablemente tenga su aspecto más atractivo en el color de Andrew Dalhouse, lo cual dice poco de los dibujantes (que por otro lado, siguen siendo tres diferentes, por mucho que Winn y Borges estén acreditados solo como responsables de los acabados). Ya llevamos tres números y la serie no acaba de remontar. Es cierto que está apoyada en ese juego de recuerdos implantados y de hacerte dudar en todo momento qué es real y qué no lo es, pero creo que sus autores no saben aprovecharlo y no captan suficientemente el interés del lector. Espero un cambio a partir del siguiente arco argumental o que al menos redirijan la trama de algún modo, porque hasta ahora me mantiene frío como la piel del propio Bloodshot.


Ninja-K #13

Guión: Christos Gage.
Dibujo: Roberto de la Torre.
Formato: Grapa, 24 págs, color.
Precio: 2,95€.

Concluyen las aventuras de Ninja-K en Chernóbil, y su enfrentamiento con el Moribundo/Eternal Warrior. Gage ha sabido dotar a este enfrentamiento de un cariz muy interesante, planteando una seria duda al protagonista con una situación en la que ese espíritu parásito se ha introducido en el cuerpo de su amigo inmortal, de modo que si consigue separarlo dejará un contenedor vacío, sin alma, y por la naturaleza de Gilad, tampoco puede matarlo. Así, pone a prueba esa infalibilidad que hemos visto siempre en las aventuras de Ninja-K, y muestra una situación que despierta bastante el interés.

No sé si será que este número me ha gustado especialmente, pero he acabado incluso acostumbrándome al dibujo de Roberto de la Torre. Sigue pareciéndome especialmente confuso para una serie tan apoyada en la acción como esta, pero ese estilo con contrastes tan marcados y esas masas de tinta tan pesadas aportan una identidad muy personal al enfrentamiento y al final he acabado disfrutándolo, cuando en números anteriores me costaba un poco más. El siguiente será el último número de este volumen, y visto como acaba este, se espera que sea un epílogo para cerrar algunos cabos sueltos o, quién sabe, para abrir unos nuevos para el futuro del personaje.