Tom Gauld es uno de esos autores que muchos hemos conocido no por sus publicaciones impresas, sino por alguna de sus tiras humorísticas vía redes sociales o aplicaciones de mensajería en el móvil. Pero aunque el formato de tira es el que más ha cultivado en su carrera (podríamos destacar entre ellas El Departamento de Teorías Alucinantes o La venganza de los bibliotecarios), no es el único. De hecho, su primera obra publicada en castellano, hace ya más de diez años, es una historia larga de casi cien páginas. Hablamos de Goliat, un libro que reedita ahora Salamandra Graphic.
Todos conocemos la historia bíblica de David y Goliat. La historia de cómo el débil vence al fuerte, sí, pero también resulta que el débil tiene agilidad, cosa que el gigante de tres metros con armadura pesada, casco, lanza, escudo y espada no tenía. Y para qué hablar también de que se estaba enfrentando una espada contra una honda. Un arma cuerpo a cuerpo frente a un arma a distancia. Pero estrategias militares y enseñanzas religiosas sobre tener a Dios de tu parte, la principal idea que podemos sacar de este pasaje es, sin duda, que la historia la escriben los vencedores. Nos conocemos al dedillo la historia de David, quién era su padre (ay, la Biblia y las genealogías), sus mujeres y a qué se dedicaba. Pero poco sabemos de Goliat de Gat, el guerrero filisteo de tres metros que acaba muerto de una pedrada en la cabeza.
Y esto es lo que viene a contarnos Tom Gauld en esta obra. Quién era Goliat, qué hacía en el ejército filisteo y qué le llevó a enfrentarse a David en el campo de batalla. No, no esperéis rigor histórico ni fidelidad a los datos de la Biblia. Gauld utiliza este conocido pasaje para contarnos una historia antibelicista, triste y cómica a partes iguales, que nos hace reír en algunos momentos, pero siendo conscientes en todo momento del trágico destino del protagonista de la historia. Un protagonista que, a diferencia de la historia que conocemos, no es un fiero guerrero sediento de sangre. Realmente, Goliat es un tipo grandullón pero no especialmente dotado para el combate, y que disfruta más de las labores administrativas del cuartel que de los grandilocuentes momentos de acción… que le imponen sus superiores con nula emoción por su parte.
Aunque estamos ante el trabajo más antiguo que se puede conseguir en castellano del autor, su minimalista estilo gráfico es totalmente reconocible para los que hayan leído otras obras suyas. Eso sí, el tono y el ritmo de la historia no tiene evidentemente nada que ver con los gags de una viñeta por los que es más conocido actualmente. De hecho, en Goliat hay una melancolía flotando omnipresente por encima de toda la obra que no esperábamos de un autor tan vinculado al género cómico.
La nueva edición que ha sacado Salamandra Graphic prescinde de la tapa dura de la primera, pero sorprende que un tomo de menos de cien páginas, en un tamaño algo menor que el de un comic book e impreso en bitono salga por un nada amable precio de veinte euros. Más aún siendo una lectura que dura poco más de un cuarto de hora.
Este libro nos ha dejado sensaciones contradictorias. Por un lado, Tom Gauld es un autor más que capaz y Goliat es un interesante registro diferente al que le solemos ver, pero cuesta recomendar una obra tan cara de una extensión tan breve en los tiempos que corren. Sólo para fieles seguidores del autor.
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