La verdad es que se me escapa cómo es posible que un personaje como Godzilla no tenga más tirón en España. Al menos en lo que se refiere al noveno arte, que es para lo que estamos aquí. Es cierto que los tebeos de franquicia suelen ser mediocres en un gran porcentaje. Pero es que, en lo que va de siglo, se han publicado tres cómics contados del Rey de los Monstruos: un volumen publicado por Aleta (dentro de su colección Alerta!) ambientado en el Monsterverse en 2014, el crossover con King Kong y la JLA por parte de ECC y “La Guerra del Medio Siglo”, que ahora recupera Moztros en tapa blanda tras la edición en cartoné del año pasado.
La responsable de publicar “Godzilla: La Guerra del Medio Siglo” es IDW (casa de otras franquicias como “Las Tortugas Ninja”, “G.I.Joe” o “Transformers”). La editorial se hizo con los derechos del personaje en el lejano año 2010. Desde entonces hemos podido disfrutar de miniseries y especiales realizados por autores de la talla de Víctor Santos, Iñaki Miranda o Jason Stokoe. Los cinco números que nos ocupan vieron la luz en 2012 y me parece alucinante que haya tenido que pasar más de una década para que se publicasen por aquí.
Pero mejor vamos al turrón, “Godzilla: La Guerra del Medio Siglo” es, en esencia, un sentido homenaje de Jason Stokoe a la era Toho del personaje, que va de 1954 (cuando debutó en el cine de la mano de Ishiro Honda) hasta 2004 con el estreno de “Godzilla: Final Wars”. Después ha habido más pelis de la Toho, como la reciente y maravillosa “Godzilla: Minus One”. Pero la intención de Stokoe queda muy clara a juzgar por las criaturas que va presentando en cada número.
La premisa de “La Guerra del Medio Siglo” es muy sencilla. Como consecuencia del amanecer de la Era Atómica en la Segunda Guerra Mundial, el gran monstruo irrumpe en Japón una década después, sembrando el caos y destrucción a su paso. A partir de ese momento, se creará un organismo de alcance mundial llamado F.A.M (Fuerza Anti Monstruos), que supondrá la colaboración de todas las naciones del mundo. A partir de este momento, la miniserie se convierte en un colosal What If que reescribe la historia reciente de la humanidad, al vertebrarse a las sucesivas reapariciones de Godzilla y el resto de Kaijus. La historia está protagonizada por el soldado Ota Murakami que, tal y como reza el título, acabará por pasarse medio siglo persiguiendo a Godzilla.
De todas formas, no vamos a engañar a nadie. Aquí hemos venido siguiendo el rastro de miguitas que nos ha dejado James Stokoe. El autor de “Huérfana y las cinco bestias” o “Aliens: Órbita Muerta” forma parte de una generación de autores como Daniel Warren Johnson o James Harren que ha crecido viendo anime y leyendo manga. Influencias que son más que palpables viendo su trabajo.
Con un nivel de detalle que roza la obsesión (y que recuerda poderosamente a Geoff Darrow o Steve Skroce), cada página de “Godzilla: La Guerra del Medio Siglo” quita el aliento. En especial aquellas en las que Stokoe se dedica a mostrarnos la destrucción más absoluta. No solo su Godzilla es imponente. Mothra, King Ghidorah o sus Mecha monstruos también son una verdadera pasada. Con respecto al Rey de los Reptiles me gusta mucho como lo dibuja y muestra su movimiento. Muy articulado, con pasos lentos y ortopédicos. Casi parece que haya un actor dentro de un enorme pijama de dinosaurio. Esta sensación no es algo que está dejado adrede. Con este detalle artístico, el autor muestra una vez más su enorme cariño y respeto a este icono de la cultura pop. Tampoco debemos obviar el diseño de los diferentes vehículos y tecnologías que crea para combatir a Godzilla. Es curioso, pero los tanques, llenos de armas y con tendencia al “Super Deformed”, me recuerdan poderosamente a los que aparecían en el videojuego “Metal Slug”, de la compañía nipona SNK.
En definitiva, no inventa nada, pero si os gustan los cómics de acción y destrucción perfectos para pasar un buen rato de evasión, estoy convencido de que este es vuestro tebeo. La única pega que le pongo a la edición de Moztros, además de que pese a ser en tapa blanda sigue siendo algo carilla, es que las portadas están todas al final recopiladas.
Ojalá se editen en España más series de este icono de la cultura pop. O por lo menos el resto de trabajos de James Stokoe que permanecen inéditos en España.