Fandogamia editó en mayo de 2019 Giant Days Vol. 5, un nuevo tomo con cuatro aventuras de las chicas más alocadas y divertidas del panorama comiquero actual. Acaba el primer año de Universidad y las chicas se toman un merecido descanso veraniego y se preparan para el comienzo de un nuevo curso. Aventuras más locas que nunca, con unos personajes que ya conocemos como si fuera de toda la vida.

En este tomo tenemos cuatro aventuras: En la primera de ella, Daisy tiene algún que otro encontronazo con el profesor de un curso de Arqueología; en el segundo episodio Esther y Ed encuentran un trabajo que puede rozar la ilegalidad; en el tercero las chicas van a  un festival de música veraniego y las cosas se desmadran; y en el último episodio las chicas se mudan a un nuevo piso pero los muebles están hechos polvo y deberán ir a Ikea a reponerlos.

Los cuatro capítulos son divertidos, pero la serie ha llegado a un punto en que se puede permitir capítulos como el diecinueve y veinte (los dos últimos del tomo) que son un absoluto desparrame con escenas muy locas y salidas de madre que realmente me han hecho soltar más de una carcajada. Mira que el número del Ikea es previsible, con chistes fáciles, y situaciones que has visto en otras ocasiones… pero es que están tan bien perfilados a estas alturas los personajes que hasta ese tipo de chistes funciona porque lo interesante es cómo viven ellas las situaciones. Algo parecido pasa con el número anterior en el festival musical con cada chica con sus propios gustos musicales, alguna ingesta accidental de drogas… son situaciones que no sorprenden, pero resultan muy divertidas.

Además, los personajes siguen evolucionando a su manera. No tanto en personalidad, sino en cómo pasa la vida por ellas. Por ejemplo, cómo afronta Susan la nueva pareja de McGraw (una española, por cierto que a pesar de ser de Bilbao la ponen de tez morena y la definen como belleza andaluza), o cómo Esther tiene que pasar por el aro y trabajar en cualquier cosa que le salga, o cómo Daisy se hace fuerte cuando las cosas se complican en el festival de música. Como buena sitcom, los personajes evolucionan a través de sus acciones, de su manera de actuar, y no tanto de una manera interna como podría verse en otro tipo de obras.

Los capítulos siguen siendo independientes, pero se van metiendo algunas tramas que se continúan de un número a otro, como el trabajo de buscar sinónimos de Esther y Ed que luego se desarrolla en el siguiente número, o cómo la residencia actual de las chicas se está viniendo abajo y obliga a buscar el nuevo piso en números posteriores.

Y en este tomo hay que volver a felicitar a Inma S. Andreu, la traductora. Qué difícil traducir una obra como esta, con mucho juego de palabras, mucha expresión coloquial, y hacerlo de una manera que no se vea forzada o que de pie a expresiones excesivamente localistas. Aquí nos cuela un «la que hemos liao, pollito» en lugar de «this is certainly… a pickle» que está realmente bien traducido, porque transmite ese tono coloquial del término original, manteniendo el sentido de meter la pata.

En definitiva, Giant Days Vol. 5

Giant Days no decae. Ha llegado a su mejor momento, en el que el lector está completamente familiarizado con cada personaje y su carácter y el guionista puede centrarse en las situaciones concretas usando cada pieza a su antojo. Por algo ha repetido nominación a los Eisner este año, y de hecho acaba de proclamarse vencedora en las categorías de mejor serie regular y mejor serie de humor. La mala noticia es que se ha anunciado que la serie finalizará con su número 55, la buena es que aún nos quedan 35 números por disfrutar en España. Este tomo, además, cuenta con las portadas de cada número y algunos bocetos de los personajes, como extra.

Lo mejor: La química de los personajes. Lo chiflada que se está volviendo la serie. La química Esther-Ed.

Lo peor: Que ya sabemos que a partir de ahora es una cuenta atrás continua hasta el número 55, donde finalizará.