Buenos días, queridos lectores. Hoy estamos de estreno en Es la hora de las tortas, aunque me van a permitir que no me ponga de largo porque hace un calor de pelotas. El caso es que me dispongo a hablar del número uno de la nueva revista de terror Giallo, publicado por la editorial Leviathan Labs de reciente estreno en España.
Al igual que los productos de Shockdom, Leviathan publicará en nuestro país tebeos de producción italiana como Vietnam Horror, o esta nueva revista trimestral de terror que tendrá autores tanto italianos como españoles.
Me resulta curioso, a la par que valiente, que uno de los primeros lanzamientos de Leviathan Labs sea esta revista Giallo. Ahora mismo en España la producción de revistas de historias ha caído en picado. Sigue la eterna El Jueves, tenemos también Planeta Manga, la magnífica Cthulhu de Diábolo Ediciones, y creo que paro de contar.
¿Qué es Giallo?
Según Massimo Rosi (responsable del sello editor), Giallo será una publicación trimestral con varias historias autoconclusivas en cada entrega, así como algún serial más largo y artículos sobre el género. Lo cierto es que suena muy bien, ¿verdad?
La portada de esta primera revista en blanco, negro y amarillo ya muestra muchos de los elementos de este particular sub-género de terror con elementos de slasher, suspense y un toque de erotismo.
Para quien no sepa lo que es el Giallo, decirle una serie de recomendaciones: Bahía de sangre, Suspiria, Rojo Oscuro, El más allá o en general cualquier película firmada por Dario Argento, Mario o Lamberto Bava, Lucio Fulci o Ruggero Deodato (bueno, de este último igual cualquiera no jajaja).
El cine italiano de terror tiene una atmósfera única. Lo mismo te alterna producciones totalmente explícitas con otras mucho más sutiles donde el terror psicológico te cala hasta el hueso. La banda sonora, el uso del color… todo forma parte de un estilo inconfundible que ahora Leviathan Labs ha tratado de trasladar al papel con una primera entrega muy buena y prometedora que rezuma sangre, misterio y serie B.
La fiesta comienza con “Las filas enfurecidas”, cuya primera parte (de tres) nos presenta una historia de supervivencia en la Primera Guerra Mundial, donde un pelotón de soldados italianos deberán enfrentarse a una fuerza sobrenatural desconocida. Massimo Rosi y Angelo Razzano son los responsables de este relato, que recuerda a filmes como Overlord o Dog Soldiers. Deja con ganas de más.
José Luis Vidal y Francisco Asencio son los creadores de “Tras la tormenta”, una historia corta, intensa, casi muda, con un toque lovecraftiano muy bien conseguido. Seguimos con Christoff Rodriguez y Jorge Esteban con “Retrato de muerte”, la historia más Giallo de todas, en la forma de una obsesión por vencer a la muerte logrando la inmortalidad a toda costa.
Mi favorita de este debut de Giallo ha sido sin duda “Terror entre los hijos de dios”, de Alberto Avallone y Andrea Forti, gracias, sobre todo, al surreal dibujo de Forti, muy esquemático, que haciendo un gran uso de las luces y las sombras consigue meternos el miedo en el cuerpo. El colofón viene dado por Antonio Cella y “El pozo mutu”, cien por cien folk horror (ya lo quisieran para sí muchos cineastas actuales). Y hablando del séptimo arte, la revista cierra con dos geniales artículos centrados en el tema que nos ocupa, el Giallo.
En resumidas cuentas, lo he pasado como un enano leyendo esta revista (muy bien editada por cierto, con papel de alto gramaje) que espero tenga continuidad cuanto antes.
