George R. R. Martin, eres muy lento escribiendo es la respuesta a esa pregunta que tanta gente se hace: ¿Por qué tarda tanto en salir el siguiente libro de «Juego de tronos»? Rubén Fernández, en un ejercicio de investigación exhaustiva, nos desvela tamaño misterio, y lo hace en forma de tiras cómicas que retratan las situaciones más desternillantes imaginables que, aunque rocambolescas, no son del todo inverosímiles.
Aunque George R. R. Martin (para los que se hayan pasado los últimos 20 años metidos en una cueva, es el autor de la famosa saga literaria Canción de Hielo y Fuego, o Juego de Tronos para los que sean más ver la tele) ya había aparecido con anterioridad en una obra previa de Rubén Fdez. (24 horas con gente mejor que tú, reseñada aquí), su legendaria lentitud a la hora de escribir sus libros es un tema que da para mucho juego. Si bien él mismo reconoce que su ritmo de escritura no es tan ágil como quisiera, todavía hay fans que le defienden comparándole con otros autores (una comparativa un tanto tendenciosa e interesada, todo hay que decirlo). Sea como sea, al tiempo que tarda entre una novela y la siguiente hay que sumarle la creciente preocupación por su estado de salud. Martin es un señor mayor y obeso, circunstancias que pueden dar como resultado una muerte prematura… dejando a millones de fans en la estacada. “Que se muera, pero que acabe los libros antes”.
Rubén Fdez., autor de las aventuras del socialmente incomprendido Federik Freak, sabe muy bien de lo que habla, y dedica un libro entero (bueno, 56 páginas) a hacer chistes sobre la procrastinación y la panceta, que parecen ser las dos principales aficiones de Martin. El problema es que un chiste determinado sólo se puede estirar hasta cierto punto, y llega un momento en que la cantidad de cosas que un hombre puede hacer en vez de ponerse a trabajar se vuelve repetitiva, y el chiste acaba perdiendo la gracia. Hablamos de 56 páginas de chistes de 4 viñetas en las que Georde R. R. Martin se dispone a ponerse a trabajar pero siempre acaba apareciendo algo que le retiene: puede ser un vídeo de gatitos en internet, la visita de ejecutivos de la tele o cualquier inverosímil excusa que se le pueda ocurrir. Deberá también lidiar con su mayordomo Mocasines (personaje recurrente rescatado de las tiras de 24 horas con gente mejor que tú), que será lo más parecido que tenga a la voz de su conciencia.
George R. R. Martin, eres muy lento escribiendo es una obra que ha ocupado al autor año y medio, de modo que si comparamos el ratio de número de páginas escritas por tiempo, nos sale que Fdez. es aún más lento que Martin. Pero Fdez. tiene la excusa de escribir también dos páginas semanales para El Jueves, así que punto para el español. Las tiras contenidas en este libro están dibujadas en negro y dos tonos de azul, con ocasionales toques de rojo cuando la sangre lo requiere. Porque sí, hay mucha sangre en este libro, puesto que todos conocemos también la afición de Martin por matar a los personajes de sus libros. Si un defecto se puede sacar a esta edición es su elevado precio para el número de páginas que tiene y su tamaño. Un libro de 56 páginas de 17×17 cm y encuadernado en tapa dura, que sale al mercado por 11,50 EUR tiene que tener claro que va dirigido a un mercado muy reducido. Una apuesta arriesgada por parte de esta editorial de reciente creación, Bestia Negra, fundada, según la información recogida en su web, con dos firmes propósitos: en primer lugar, hacer llegar a los lectores las obras más importantes de la ciencia ficción, el terror y la fantasía en ediciones especialmente cuidadas, que harán de la lectura una agradable experiencia. En segundo lugar, ofrecer al aficionado al cómic la recopilación de las más irreverentes obras satíricas en tomos ideales para coleccionar. El cómic que tenemos entre manos se engloba, como es obvio, en la segunda categoría.
Aquí, jugando con muñequitos en vez de estar escribiendo.
George R. R. Martin, eres muy lento escribiendo es una obra menor dentro de la bibliografía de Rubén Fdez., más bien un entretenimiento que un cómic formal. Su principal defecto es estirar demasiado el chicle de la procrastinación, lo que hace que la mitad de las tiras de este cómic resulten repetitivas y redundantes. Y es una pena, porque al clásico humor de tiene gracia porque es verdad se le une la exacerbada capacidad de Fdez. para crear situación tan cómicas como surrealistas. Lástima que al chiste le sobre metraje porque, por lo demás, es un tebeo tan divertido como se puede esperar de uno de Rubén Fdez.
