Desde hace varios años, Peter David está relegado a hacer series nostálgicas retomando varios de sus momentos más gloriosos en los años 80 y 90. Así, en Spiderman Simbionte vuelve a la era del traje negro. Su legendario Spiderman 2099 tuvo una serie revival hace unos años. En Maestro nos contó una precuela de Hulk: Futuro Imperfecto. E incluso volvió a su memorable primera etapa en Factor X dentro de Leyendas de la Patrulla X. Es una pena tener encasillado a un autor con su calidad haciendo series retro que apelan a los recuerdos de los lectores cuarentones y cincuentones, pero al menos podemos seguir disfrutando del talento de un escritor que, aún estando lejos de sus mejores momentos, sigue estando por encima de la media del sector. A esas series se une ahora Genis Vell: Capitán Marvel, volviendo a los personajes que protagonizaron una de las últimas grandes series que este guionista escribió a principios de siglo.

Rick Jones se vio unido al Capitán Mar-Vell a través de las negabandas a finales de los años 60. Esta historia se repetiría a finales de los 90, viéndose unido a Genis-Vell, el hijo del Capitán Marvel original tras la Guerra del Destino que Kurt Busiek y Carlos Pacheco contaron en Siempre Vengadores. De esta serie limitada surgió como spin-off una regular titulada Capitán Marvel, la cuarta serie de la editorial con ese título, con Peter David y ChrisCross al frente. Capitán Marvel fue una serie de tono humorístico en su primera mitad en la que David retomó a Rick Jones y Marlo Chandler, dos de los personajes que mejor desarrolló en su larga e imprescindible etapa en Hulk, y por los que esta serie dio la sensación de ser una continuación tanto de Siempre Vengadores como de El increíble Hulk.

El Capitán Marvel de Peter David duró en total sesenta números en su accidentada trayectoria, y tras una renumeración, una victoria en el bochornoso U-Decide de Bill Jemas y un cambio de tono desde unos principios a lo sit-com pasando a planteamientos filosóficos, fue cancelada por falta de ventas. Rick y Marlo pasaron por muertes y resurrecciones -Rick incluso fue la Abominación durante un tiempo- y Genis pasó una temporada como personaje de segunda fila. Cambió su nombre a Fotón, pasó por los Thunderbolts y en los dieciocho años que pasaron después de la cancelación de su serie, apareció en tan solo veinticinco tebeos, entre los que también tuvo su muerte de turno. Y aquí es donde llega la serie que hoy nos ocupa.

A estas alturas, Genis Vell no es el Capitán Marvel oficial. Ese título lo ostenta Carol Danvers -la palabra Captain en inglés no tiene marca de género-, y además es que el Genis original, el creado a partir del código genético de Mar-Vell y Elysius, está muerto. ¿Y cómo es que lo tenemos de vuelta en esta serie? Peter David no se anda con paños calientes y en las dos primeras páginas nos deja claro que el personaje que tenemos en esta miniserie es un clon del original, que a fin de cuentas ya era un experimento de laboratorio, así que tampoco pasa nada.

En este tomo, lo que tenemos es básicamente a Peter David jugando con sus personajes fetiche. Rick Jones y Genis Vell no fueron creaciones suyas, pero sí que ha sido él el autor que mejores momentos les ha dado. Marlo, Phyla Vell y la skrull Jazinda sí son criaturas suyas, en cambio. Además, esta miniserie está plagada de autohomenajes que no son imprescindibles para entender la historia, pero sacarán una sonrisa a los seguidores del autor. Volvemos a ver la época en la que Marlo estuvo liada con Dragón Lunar, el cepillo de la Muerte que vimos en Hulk (con una muy hábil traducción del juego de palabras por parte de Uriel López) y algún que otro momento de veinte años atrás.

Pero entonces, ¿la historia que nos cuenta qué es? Bueno. La verdad es que en este caso la historia es totalmente secundaria. Peter David es un gran dialoguista y un fantástico escritor de personajes, y lo que hace aquí es poner una excusa argumental para poder hacer lo que le gusta y se le da bien, y llevarnos a momentos más felices de su carrera. ¿Hay que haber leído su Capitán Marvel antes de enfrentarse a este Genis-Vell, entonces? Sí, por supuesto. Podríamos decir que estamos ante una secuela tardía de aquella serie. Pero no sólo eso, para coger todos los guiños que va dejando caer, también convendría haber leído su Hulk. Tampoco es que sea un gran problema tener que leer la mejor etapa de la historia de Hulk, ¿verdad?

Al dibujo tenemos a Juanan Ramírez, que se aparta bastante del estilo humorístico hiperexpresivo a lo Kevin Maguire de ChrisCross, haciendo un trabajo bastante más estándar, pero también mucho más potente visualmente. Ayuda también el color de Federico Blee, especialmente inspirado en los parajes más cósmicos.

No podemos decir que Genis Vell: Capitán Marvel esté a la altura de lo que Peter David hizo con el personaje un par de décadas atrás, pero es una nostálgica mirada atrás que nos recordará una de las más interesantes series de la editorial durante el cambio de siglo. Y además, nos da una excusa fantástica para releer la serie original, que sigue aguantando el tipo de forma fantástica.