Saludos, queridos lectores. Hoy, como en esta casa somos así de chulos, vamos a reseñar un tebeo en francés que no está publicado en español. Así, tan tranquilos.
A Buenavista le va a dar un infarto por mi culpa.
Hoy hablaremos del último tomo de las aventuras de Tomás el Gafe.
Es posible que no estéis al tanto de la historia. Resumiendo mucho, Franquín dijo siempre que no deseaba que tras su muerte nadie retomase al personaje. Pero Dupuis opinaba que tras haber comprado los derechos de publicación podía crear nuevas historias. La hija y heredera de Franquin opinaba que no y, cuando en 2022 se hizo pública la cercana edición de nuevas aventuras de este héroe sin ocupación, presentó una denuncia al tiempo que pedía la paralización de esa edición hasta que la Justicia estudiase el caso.
Por cierto, la idea era publicar 1.200.000 ejemplares de este tomo.
Tras un arbitraje se llegó a un compromiso. Dupuis puede crear y publicar nuevas historias pero Isabelle Franquin puede vetar lo que considere que vaya contra los derechos morales de su padre. Personalmente creo que esto es más una solución temporal que definitiva, pero no soy adivino ni abogado.
Podéis conseguir toda la información en este enlace en español. Y si leéis francés, aquí.
Pero pasemos al tomo en sí mismo. Delaf ha hecho un buen trabajo y hay muchas páginas que me las dan sueltas y me dicen: «Mira, se ha encontrado una página inédita perdida de Franquin», me lo creo sin problema.
No sé hasta que punto la historia previa ha influido en el estilo del autor, pero tanto a nivel de guión como de dibujo nos parece que estamos viendo a Franquin. Por cierto, que la portada incluye un «Delaf d´après Franquin». Que se traduce como Delaf según Franquin.
Tenemos los mismos personajes (incluyendo a Fantasio y un cameo de Spirou), tenemos las mismas situaciones e intereses de los personajes, tenemos las mismas locuras de Tomás…
Y tenemos la misma época intemporal de las últimas tiras de Franquin.
Tomás entra en la oficina (recordemos que trabaja en las oficinas de Dupuis. Bueno, tiene un trabajo que hacer allí, otra cosa es que lo haga, claro) como quien vuelve de sus vacaciones de verano.
Estamos en algún momento de los años 70 u 80. Quizás. Sin móviles, con ropa clásica. Nada de actualizaciones en estas páginas. De Mesmaeker sigue intentando firmar sus contratos y Longtarin continua vigilando el tráfico.
Por cierto, una de las historias donde sale el querido Longtarin es la que más me ha gustado de todas.
Estamos entre amigos, en un lugar que conocemos perfectamente.
Quizás lo único que nos llama la atención es que las últimas páginas, aun siendo autoconclusivas, van formando y contando una pequeña historia.
La edición sigue el mismo formato de la serie regular, la que recopila el material anterior. de ahí el número 22 de la portada. Este tomo en francés viene sin extras, incluyendo una página promocional de la otra serie del autor.
La traducción… no, no hay traducción. Esto está en francés. Pero si se traduce, esperamos que lo haga nuestro querido Bertje.
Espero que Norma se decida a publicarlo, ya que fueron ellos quienes sacaron el Integral. Por cierto, os dejo un listado de las ediciones de Tomás en España. De todas formas, si no podéis esperar para leerlo, podéis visitar Chez Dupuis y…
Ahora, si me disculpáis, voy a darle de comer al gato y a la gaviota.
¿Por qué leer Gaston 22?
Te dicen que son páginas inéditas de Franquin encontradas en un cajón y te lo crees.
¿Por qué no leer Gaston 22?
Por ahora está solamente en francés.