Factor-X ha sido una colección por la que siempre he sentido cierta debilidad, ya que en esta colección secundaria nos hemos encontrado cómics en la mayoría de las veces por encima de la media. Ya fuese en las historias clásicas con los cinco miembros de la Patrulla X originales, como en los dos (imprescindibles) volúmenes a cargo de Peter David, este título ha sido sinónimo para mí de buenas historias, personajes bien escritos y momentos memorables (cómo el numero de psicoanálisis). Incluso el volumen 4, integrado dentro de la etapa de Krakoa a cargo de Leah Williams y David Baldeón, ha sabido tener entidad propia y destacar respecto a las demás ofreciendo un cómic diferente.
Este nuevo volumen a cargo del guionista Mark Russell con los dibujos de Bob Quinn y el color de Jesus Aburtov, vuelve a estar a la altura de lo anteriormente descrito y sirve para ofrecer una obra que, aún partiendo de una premisa que puede parecer repetitiva, tiene mimbres para ser lo más destacable del nuevo reinicio de la patrulla X en «Desde las cenizas». La obra nos cuenta cómo tras la desaparición de Krakoa y ante un clima mundial donde la sociedad mutante necesita nuevos iconos en los que fijarse, El gobierno de los Estados Unidos planea crear un nuevo Factor-X que sirva para sus propósitos con la ayuda de varias marcas comerciales (como un trasunto nada disimulado de TikTok).
Russell vuelve a hacer lo que más le gusta: Reírse del género y a la vez hacer una crítica seria y con bastante enjundia de la sociedad globalizada en la que vivimos. Ya lo pudimos ver en One Star Squadron con aquella ETT para superhéroes de segunda en horas bajas, y aquí volvemos a tener un esquema similar. Las mayores influencias de este cómic son X-Statix y la Liga de la Justicia Internacional sin disimularlo. No tendremos personajes correctos y profesionales como los vengadores, sino que vamos a ver a gente completamente desubicada que solo busca la fama y pasárselo bien en la mayoría de los casos. Las amenazas globales aquí son secundarias y lo importante son las audiencias y los «likes». La publicidad manda, por lo que a nuestros protagonistas les tocará sufrir la furia de las redes sociales y asistir a eventos al más puro estilo de la Comic Con para sacarse fotos con fans.
Para esta encarnación se pasarán por aquí miembros clásicos como el Angel o Rusty Collins y nuevas incorporaciones como Pyros, Cecilia Reyes, Frenesí ó Kaos a la cabeza del equipo. Además, habrá nuevos personajes como Abuelita Smite, una anciana bendecida con el superpoder de la inmortalidad.
El uso de Alex Summers como personaje central no es casualidad. El hermano de Ciclope ha estado eclipsado por el liderazgo de su hermano y siempre ha querido encontrar su lugar como personaje y como capitán de su equipo. En esta historia vemos cómo disiente con su pareja Polaris sobre la manera en la que los mutantes deberían encarar su nuevo status: trabajando con las instituciones gubernamentales o volviendo a la clandestinidad. Esta trama está muy trabajada ya que los protagonistas de este cómic tendrán sus dudas dentro de este nuevo grupo y mostrarán al resto su inconformidad. Más allá de chistes muy obvios y evidentes sobre el patriotismo y los iconos estadounidenses, las decisiones que toman Kaos y su equipo les afectan y les hacen replantearse su función.
En la parte del dibujo tenemos a Bob Quinn, el cual con su dibujo expresivo y dinámico funciona con la historia que se nos está contando. La energía que trasmite le viene muy bien para las escenas de acción y las expresiones que adquieren los personajes, sin llegar a lo exagerado, aportan comicidad. Además, el color de Aburtov ayuda a que los uniformes destaquen por encima de la pagina con ese color amarillo tan particular.
Por el lado negativo, tristemente el próximo tomo que publicará Panini en España será el último. Parece ser que esta colección junto a NyX y X-Force han sido canceladas en USA debido a bajas ventas. Una verdadera lástima que iniciativas diferentes y con guionistas de primer nivel como Russel no hayan tenido mayor aceptación. Aún con todo, os animo a que leáis esta pequeña joya.