Con el paso de los años Fábulas ha logrado consolidarse con un universo bien concebido y personajes que no han dejado de evolucionar desde un primer momento. A este hecho han ayudado las series que salen de la línea central en las que ciertos personajes pueden desarrollarse más, las historias van por caminos diferentes y se permite así al lector explorar el fascinante mundo creado por Bill Willingham.

Una de estas cabeceras (en parte secundarias) lleva por nombre Fabulosas, un título que deja bien claro qué podemos esperar de sus protagonistas. Un repaso por algunas de las mujeres más conocidas de Villa Fábula y sus poco habituales rutinas, si es que pueden llamarse así.

Aunque en este caso el protagonismo casi central se lo lleva Reynard, el astuto y canalla zorro transformado en humano. Su astucia y lujuria le llevarán a vivir una extraordinaria aventura que le hace salir de la granja en la que habita. En su camino se topará con una joven granjera de la que se enamorará y a la que “rescatará” de su familia, por expresarlo de alguna forma.

Gracias a este inesperado encuentro la vida de ella cambiará por completo y también la de él, sumado a todos los cambios que esto conllevará al resto de fábulas que se topan de lleno con este asunto teniendo que aceptar las consecuencias del mismo.

Se apuesta en todo momento por un muy necesario toque de comedia que ayuda a que toda la trama de fondo resulta menos espesa a ojos del lector. Igualmente de peso y llena de información que hace referencia a hechos recientes, pero disimulado a través de puro entretenimiento como solo los grandes maestros saben hacer.

Varias de estas historias que conforman la pintura son sencillas e inocentes, casi costumbristas en algún caso. Protagonizadas por personajes totalmente secundarios (o terciarios) mostrando partes de la vida que tienen, no siempre llenas de magia y fantasías como lo que suele pasar cuando uno se topa con Feroz o Blanca(nieves).

Hay que reconocer que uno de los claros aciertos de toda esta larga saga es haber elegido los pequeños relatos por encima de uno extenso. Esto conlleva que el acercamiento a cada uno de los personajes y sus situaciones sea mucho más pormenorizado, además de permitir la inclusión de tramas más ligeras pero que ayudan a seguir creando detalles que aportan vida al todo general. Poco a poco se ha ido construyendo así una historia muy amplia que va enlazando diferentes conflictos, al igual que sucede en la vida real.

Fabulosas, ¡el clamor por el glamour! es solo una muestra más de este hecho, mostrando hechos referentes a acciones mucho mayores junto a otras que no son más que pequeños interludios como sucede en el buen teatro.

La lectura de estas páginas son una delicia, pero claro está que hablamos del mundo de Fábulas y siempre lo es.

Si todavía no conoces este universo bien puedes hacerlo empezando por aquí.