Tengo que reconocerlo: Fandogamia no deja de sorprenderme. Me acerqué a Mi Experiencia Lesbiana con la Soledad sin saber exactamente qué iba a encontrarme, si un comic de humor guarrete, de búsqueda de la identidad sexual, un shojo… Y vaya si me ha sorprendido. Porque sin ser su definición pura, los tres ejemplos que he puesto casi podrían encajar en algún momento o de manera parcial. Estamos ante un manga autobiográfico, contado con una mezcla de pudor, humor y sorpresa, pero con una sinceridad que es difícil que no llegue a tocar alguna fibra en tu interior.
Nagata es una chica con multitud de problemas: Sufre de una ansiedad que le produce trastornos concretos como son la bulimia nerviosa (episodios de atracones alimenticios con posterior sentimiento de culpa) o la tricotilomanía (tendencia compulsiva a arrancarse el pelo) sin pasar por alto el daño autoinflingido para superar el dolor psicológico. Todo aderezado con un severo trastorno de autoestima y una dependencia y necesidad imperiosa de recibir la aprobación de sus padres. Por ello fracasa estrepitosamente en los trabajos que desempeña y parece que lo único que le proporciona algo de paz y alegría es dibujar manga. En plena crisis existencial se da cuenta de que se siente atraída por las mujeres y decide contratar a una escort para comprobar si realmente es homosexual. La experiencia resulta tan abrumadora que decide dibujarla, lo cual cambiará por siempre su vida.
Reconozco que he sufrido al mismo tiempo que me he divertido con esta obra. Se trata de una chica con un problema serio que necesita ayuda (ansiedad), y con algunas cosas con respecto a la búsqueda de su orientación sexual que pueden resultar muy llamativas. Por eso hay que leer esta obra siendo conscientes en todo momento de que estamos ante una cultura completamente diferente a la nuestra. Se trata de una chica de 28 años que ha completado su educación obligatoria… pero no tiene ni una vaga idea de su propia anatomía. No sabe qué es el himen, ni que se orina por un conducto diferente al de la vagina. Gran culpa de sus problemas de autoestima y dependencia vienen condicionados por la propia cultura japonesa, en la que es normal decirle a un aspirante a un trabajo: «Que sepas que si trabajas aquí solo tendrás tiempo en tu vida para trabajar, comer y dormir».
Pero a su vez es un libro que pienso puede ser de mucha ayuda a un público muy concreto. Da una visión de cómo el tener tu mente ordenada y saber en qué dirección quieres ir en la vida puede cambiarte por completo hasta el punto de pasar a cambiar por completo tu forma de vestir, tu higiene personal o tu mera actitud ante la vida.
Las escenas de sexo son como se esperan en un cómic autobiográfico: Un absoluto desastre, nada parecido a esas escenas idílicas de noche perfecta. Nagata está nerviosa, no tiene ni idea de qué hacer, se siente bloqueada y por muy agradable que sea la persona con la que está, todo es una fuente de ansiedad para ella.
Precisamente esa sinceridad, esa manera de no ocultarse en ningún momento, ni sentir la necesidad de maquillar la experiencia traumática, es lo que hace que empatices con ella y sientas una ternura tremenda por la autora. A pesar de todos sus obstáculos, muestra una valentía envidiable que pienso puede servir de fuente de inspiración a muchas personas que se vean de algún modo reflejadas en alguien como Nagata.
El dibujo es un dibujo muy sencillo y rudimentario, pero realmente casa a la perfección con el tono de la historia, y con la personalidad nerviosa y frágil de la autora. Está realizado en bitono con rosa.
En definitiva, Mi Experiencia Lesbiana con la Soledad.
Una obra sorprendente, inspiradora, tierna, y que a la vez puede resultar incómoda, triste, y que entra dentro de la categoría de Medicina Gráfica por mostrarnos a una chica con multitud de trastornos psicológicos que no le impiden vivir su día a día pero se lo obstaculiza de una manera muy incómoda. Sorprende precisamente que a pesar de tener todos esos obstáculos con esa personalidad insegura y nerviosa, sepa dirigir tan bien esa búsqueda de su orientación sexual, y que lo haga tan bien… aunque le cueste tanto. Una obra diferente, que no se deja llevar por el morbo en ningún momento, ni tampoco peca de conservadora y puritana. Merece la pena echarle un vistazo, sin duda no deja indiferente. Y me parece una referencia muy válida para educadores de sexualidad.
Lo mejor: Su valentía. Lo diferente que resulta. La propia Nagata como personaje.
Lo peor: Por momentos puede resultar angustiosa, especialmente si la ves como una chica con problemas y no frivolizas sus trastornos.
Para chic@s con dudas sobre su sexualidad. Para comparar (y asustarse un poco) con la sociedad japonesa. Como medio de promoción de la educación sexual.