Comentábamos cuando salió Cinco Años que, aunque no fuera precisamente su obra mejor rematada, un cómic de Terry Moore por debajo de su nivel habitual está por encima de la media de lo que vemos habitualmente en el mercado. Es por ello que pertenece al selecto listado de autores cuyas nuevas obras son lectura obligatoria. Vamos a ver qué nos encontramos con Ever, su obra más corta hasta el momento, recién publicada por Norma Editorial.
Everly es una chica a punto de cumplir dieciocho años que lleva una vida aparentemente normal. Pero un día en el metro se encuentra nada menos que con un ángel. Un ángel que le cuenta cuál es su destino, su propósito en el gran esquema de las cosas, y le revela una profecía que está destinada a cumplir, relacionada con una versión de la creación que no es exactamente la que nos llevan contando desde hace miles de años. Y tampoco se puede contar mucho más sin caer en el terreno del spoiler, que Ever, la obra, tiene tan solo setenta y dos páginas.
Y este es el principal problema de Ever, su breve extensión. Hasta ahora, de entre las obras personales de Terry Moore -dejemos fuera los trabajos que ha hecho para las majors-, las más cortas habían sido Motor Girl y Cinco Años y ambas superaban holgadamente las doscientas páginas. Estamos ante un cómic que es la tercera parte de la obra más corta que había firmado hasta el momento, y nos deja la sensación de haber leído el equivalente a comparar un cortometraje con una película. Una curiosidad simpática que se lee con agrado, pero poco más.
Tras la creación del Terryverso unificado a raíz de Strangers In Paradise XXV, nos ha quedado claro que las obras de Moore transcurren en el mismo entorno. Con esa idea en mente, hay determinados nombres que se mencionan en esta obra que nos hacen pensar que está relacionada con los acontecimientos de Rachel Rising, sin llegar a hacerse mención explícita a ella. Quizás por ello, nos queda la sensación de que podemos estar ante un prólogo, una presentación de un personaje con el que vaya a hacer más cosas en un futuro. Que puede que Everly tenga más que decir de lo que hemos visto en esta breve presentación, y no es descartable que tenga un papel importante que jugar en el desarrollo futuro de la historia que nos está contando.
Uno de los puntos más flojos que vimos en Cinco Años fue que, para el amplio elenco de personajes y la trascendencia de la trama planteada, en algunos momentos le faltaba profundidad en el desarrollo. Algo parecido podemos achacarle a Ever, pero al menos en este caso está justificado por la brevedad de la historia. Quedamos a la espera de su próxima obra, Serial, y esperamos que vuelva el autor que nos fascinó con Strangers in Paradise, Echo o Rachel Rising.
