La muerte es como el espacio: una terrorífica oscuridad que puede conducir a increíbles descubrimientos… si tienes la nave adecuada. Tras una experiencia cercana a la muerte, Thalia Rosewood, la joven recepcionista de una funeraria, es reclutada por los Eutanautas: un selecto grupo de psiconautas, gente trastornada y otros intrépidos exploradores dispuestos a descubrir lo que hay Más Allá.
Lo primero que pensé cuando leí la sinopsis de esta obra fue «oh, genial, otro sucedáneo de Línea mortal«. Línea mortal (Flatliners, 1990) fue una película de Joel Schumacher con un reparto generacional (Kiefer Sutherland, Julia Roberts, Kevin Bacon, William Baldwin…) sobre un grupo de estudiantes de medicina que experimentan con las experiencias cercanas a la muerte (ECM, para abreviar) provocándose paros cardíacos y trayéndose de vuelta a la vida para compartir sus experiencias. Evidentemente, la cosa se complica y no quiero entrar en muchos spoilers, que me consta que esta película es una gran desconocida. Al comparar Eutanautas con Línea mortal no podía estar más equivocado. Aunque ambas obras coinciden en la premisa de que una ECM puede abrir la puerta a una percepción extrasensorial, Eutanautas ahonda mucho más en el conflicto patente entre la metodología científica y la pseudocientífica, dando no obstante ambas por válidas, al considerarlas distintos caminos para llegar a la misma meta. Pero vayamos por partes.
Evidentemente, todo lo que tenemos aquí es ficción: no existe ninguna base científica demostrable sobre las ECM, por muchos testimonios que hayamos podido leer. Esta tierra de sombras sirve a la guionista Tini Howard para crear su propia ficción científica en la que la preparación para viajar al muertoespacio (el otro lado o más allá, en terminología eutanauta) se asemeja mucho a la de un viaje aeroespacial. La protagonista, Thalia Rosewood (una recepcionista de funeraria entradita en carnes, algo que rompe con los habituales canones de belleza en este tipo de cómics), es agredida en un restaurante por la doctora Marcy Lobo, una mujer con una enfermedad terminal, lo que la deja en estado de muerte cerebral el tiempo suficiente para despertar en ella la habilidad de ver y viajar al muertoespacio. Resulta que todo esto formaba parte de un plan trazado hace mucho tiempo por la doctora Lobo, y que incluye a sus difuntos marido y compañera de investigación y un par de estudiantes, que han formado un equipo autodenominado eutanautas (bravo por el juego de palabras).
Lo que sigue es un delirio visual y narrativo en el que es fácil perderse si se lee en modo piloto automático. Eutanautas es una obra que requiere especial atención y cierta experiencia en la lectura de narrativa secuencial, puesto que tanto el lenguaje visual utilizado como los saltos espacio-temporales a los que nos somete la guionista siguen una tónica no apta para el lector casual. Vemos el mundo a través de los ojos de Thalia Rosewood, pero su visión ha sido distorsionada tras su ECM, de manera que su percepción alterada registra de manera intermitente tanto el mundo de los vivos como el de los muertos, pudiendo también percibir la versión fallecida de cada persona, sabiendo pues de qué manera va a morir. Thalia se convierte en una mezcla entre la mitológica Casandra y el niño de El Sexto Sentido.
Tini Howard (Hack/Slash, Age of Conan: Belit) entró en la industria del cómic tras ganar en 2013 el premio de búsqueda de talentos del estudio Top Cow (fundado por Marc Silvestri bajo el paraguas de la primigenia Image Comics). Su primera obra fue Magdalena: Seventh Sacrement, y desde entonces ha escrito guiones para IDW y Valiant y recientemente ha firmado un contrato en exclusiva con Marvel Comics. Su guion está perfectamente materializado por los lápices de Nick Robles (Kong of Skull Island), capaz de sincronizar la razón y el delirio en las páginas de este cómic. Robles alterna la lucidez y la sensualidad del mundo de los vivos (me encanta su representación de Indigo, el eutanauta hippy y pansexual) con el terror preternatural que se desprende de los viajes al más allá: un trasunto de la Zona Negativa de Marvel Comics, donde es fácil perderse a menos que se cuenta con un ancla o un cordón que te mantenga atada al carnespacio.
Eutanautas se engloba dentro del sello Black Crown de IDW Publications (algunas de cuyas primeras publicaciones, como Kid Lobotomy o Punks Not Dead, ya han sido reseñadas en esta misma web); un sello coordinado por la editora Shelly Bond, quien fuera editora de Image Comics de 2012 a 2016. Este volumen, publicado en España por Medusa Comics, recoge los 5 números de la serie limitada original y, si bien la primera historia quedar cerrada, deja la puerta abierta para una futura continuación.