Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Estado Futuro: Futura Gotham

Estado Futuro: Futura Gotham
Guion
Andrew Constant, Gene Luen Yang, Meghan Fitzmartin, Ram V, Stephanie Phillips
Dibujo
Ben Oliver, Eddy Barrows, Nicola Scott, Otto Schmidt, Simone Di Meo, Scott McDaniel, Stephen Segovia, Toni Infante
Tinta
Eber Ferreira
Color
Tamra Bonvillain, Adriano Lucas, Otto Schmidt, Iván Plascencia, Arif Prianto
Formato
Rústica, 248 págs. A color
Precio
23,95 EUR
Editorial
ECC Ediciones. 2021
Edición original
Future State: Harley Quinn núms. 1-2, Future State: Robin Eternal núms. 1-2, Future State: Catwoman núms. 1-2, Future State: Nightwing núms. 1-2 y Future State: Batman/Superman núms. 1-2 USA

La Futura Gotham City está sometida a una empresa de seguridad privada que ha impuesto una dictadura y detesta a los justicieros. Sin embargo, el nuevo orden se topa con la oposición de Tim Drake, Spoiler y Nightwing, que ahora tiene su base de operaciones en el Asilo Arkham. Por su parte, Harley Quinn intenta sobrevivir a su manera mientras Catwoman asalta un tren repleto de presos ilustres.

“¡El MULTIVERSO se ha salvado cuando estaba al borde de la destrucción! La victoria viene acompañada de nuevas posibilidades, pues el triunfo de nuestros héroes ha sacudido el mismísimo tejido del espaciotiempo. Desde las cenizas de DEATH METAL surge una nueva vida para el Multiverso… y un vistazo a los mundos por escribir del mañana…” Así reza el texto con el que da inicio cada uno de los cómics incluidos en este evento que DC Comics ha venido a llamar Estado Futuro. Después de pasar revista a los volúmenes dedicados a Wonder Woman y a la Liga de la Justicia Oscura, toca volver la vista a la futura Gotham City y ver qué están haciendo algunos de sus habitantes más ilustres.

Iniciamos el tomo con los dos números protagonizados por Harley Quinn, en una hipotética Gotham de un futuro cercano, en la que Batman está muerto y el alcalde es alguien llamado Magistrado, cuyas fuerzas de seguridad lideradas por los Pacificadores imponen la ley del miedo en la ciudad. En esta historia, Quinn ayudará al doctor Jonathan Crane (alias Espantapájaros) a detener a criminales como Luciérnaga o Máscara Negra. Aunque esta Harley se haya pasado al bando de los buenos, está lejos de ser la bocazas irritante en que se había convertido en su serie regular. Aquí, gracias al guion de Stephanie Philips (próximamente al timón de la serie regular de Harley Quinn), vuelve a sus orígenes, a poner en práctica el pensamiento criminal que aprendió durante su época con el Joker, y a aplicar sus conocimientos en psiquiatría forense para atrapar a los malos. Pero bueno, también hay acción, aunque el dibujo de estética amerimanga noventera de Simone Di Meo (Actos de Maldad) y los colores saturados de Tamra Bonvillain me hayan sacado de la página en más de una ocasión

Seguimos con Robin, encarnado aquí por Tim Drake, en una historia pergeñada por la escritora de cine y televisión Meghan Fitzmartin (suyo es el guion de la película de animación Justice Society: World War II). En esta historia Robin lucha contra los cíbers (las fuerzas de la ley de esta futura Gotham mejoradas cibernéticamente) como miembro de la resistencia gothamita, puesto que los justicieros han sido declarados ilegales en la ciudad. Tim tendrá que formar equipo con Spoiler y su amiga Darcy para evitar que un cargamento de resina de Lázaro (concentrado del líquido de las fosas de Lázaro) llegue a la ciudad. Se trata de una historia de acción pura y dura con un dibujo de Eddy Barrows (Batman: La noche de los búhos), de un corte más clásico y detallado.

La tercera historia de este tomo está protagonizada por Catwoman, y es una aventura en dos números de alto voltaje, en la que la antiheroina felina asalta un tren para liberar a un grupo de delincuentes (léase disidentes, insurrectos, descarriados) a los que transportan al Reformatorio Whiteport: una idea del Magistrado para reinstaurar el orden y la disciplina en Gotham. Por supuesto, los gothamitas de bien no están muy de acuerdo con este nuevo régimen dictatorial, y ahí está Catwoman para demostrarlo, infiltrándose en el tren y liberando, junto al resto, a dos de sus muy peligrosos pasajeros. Se trata de una historia de acción a raudales con un dibujo de Otto Schmidt (Harley Quinn) que recuerda en ocasiones a Sean Murphy, otro de los autores recientemente relacionados con el Caballero Oscuro. El guion de Ram V (Catwoman: Algo huele a podrido) está poderosamente influido por el éxito del cine coreano Rompenieves, dejando que la protagonista avance por el tren liberando a su cargamento de prisioneros y encontrándose con dos inesperados aliados (nada de spoilers aquí).

futura gotham

Nightwing es el protagonista de los dos números siguientes de este volumen, en los que el guionista principiante Andrew Constant (Demon: Hell is Earth) y la veterana dibujante Nicola Scott (Black Magick) posicionan al ex-chico maravilla como líder de la Resistencia en Gotham, usando el antiguo Asilo Arkham como base de operaciones, y con lo que queda del grueso de la bat-familia a su lado, incluyendo al nuevo Batman. Se trata de una historia que nos trae recuerdos de aquel Batman: Año Uno, en el que el cruzado enmascarado se enfrentaba a la Policía de Gotham. Claro está que ni Constant es Miller ni Scott es Mazzucchelli, pero es una aventura muy bien llevada, con grandes secuencias de acción y un final que destila esperanza.

Los dos últimos números de este tomo llamado Futura Gotham son los dedicados a Batman y Superman, formando equipo una vez más para detener a un científico que ha creado una droga que provoca mutaciones genéticas, con muy desagradables efectos secundarios. La búsqueda se inicia en Metrópolis, y conducirá a Superman hasta esta Gotham de tintes fascistas, donde entronca con la trama del Profesor Pyg, el personaje creado por Grant Morrison hace casi 15 años, y que aprovecha el juego de palabras entre Pygmalion y pig, cerdo. Asistimos, pues, a un reencuentro entre Pyg y el Señor Sapo, una cirugía con bisturís de kriptonita y manipulaciones genéticas con el ADN de Superman, en una historia que se aleja bastante del ambiente urbano y sórdido al que estamos acostumbrados en Gotham, para llevarnos directamente a la ciencia ficción más terrorífica. Los responsables de esta historia son el guionista Gene Luen Yang (Superman contra el Klan) y los dibujantes Ben Oliver (especializado en números de relleno) y Stephen Segovia (War Mother), con una ayuda de Scott McDaniel (Superman: El nuevo milenio) a los bocetos.

Este Estado Futuro: Futura Gotham, no deja de ser un experimento intrascendente, un intento de DC Comics por recuperar la normalidad tras la debacle de Noches Oscuras y Death Metal. Muchos de nosotros estamos convencidos de que actualmente no hay nadie al timón en la editorial, y están dando palos de ciego, tirando ideas a la pared a ver cuál se queda pegada, hasta que llegue alguien con una idea que vuelva a poner las cosas en su sitio. ¿Tardaremos mucho en oír hablar de Crisis una vez más? El tiempo lo dirá (esperemos que no).