Pasados ya más de ochenta años del surgimiento de los superhéroes, las series en las que debutaron los tres grandes iconos del género están llegando a grandes números. En los últimos años, sumando todos los números de las dos etapas que han tenido (la clásica y la de los Nuevos 52), Action Comics y Detective Comics llegaron a sus respectivos números 1000, que fueron conmemorados con sendos números que exploraban presente, pasado y futuro de los personajes protagonistas, Superman y Batman. Ahora ha llegado el número grande del tercer miembro de la Trinidad, Wonder Woman. Pero dado que la Amazona no ha tenido colecciones constantes desde su debut allá por 1941, sumando todos los números de las series principales que ha protagonizado, el número al que ha llegado es el 750, recibiendo un tratamiento muy similar al de Action y Detective. Vamos a ver qué nos encontramos en la edición en castellano de ECC.
Al igual que en las contrapartidas de Batman y Superman, tenemos una colección de historias cortas a cargo de un puñado de autores que representan presente, pasado y futuro del personaje. Y al igual que en los de Batman y Superman, ECC ha optado por quitar material de la publicación original desvirtuando el espíritu de la obra. Pero también es cierto que la historia eliminada de este tomo era parte de un arco argumental de la serie regular del personaje y su lugar correcto es junto al resto de capítulos del mismo. Nos queda la sensación de que este especial ha sido improvisado sobre la marcha por parte de DC. Una vez más, Wonder Woman es el patito feo de los primeras espadas de la editorial, recibiendo un trato que no está a la altura de lo que se está haciendo con el resto de los grandes. Y no sólo por el hecho de llevar seguidas tres etapas bastante poco inspiradas a nivel argumental, como han sido las de James Robinson, G. Willow Wilson y Steve Orlando. Crucemos los dedos y esperemos que la siguiente en llegar, Mariko Tamaki, nos dé algo a la altura de este icono. Pero eso es otra historia de la que hablaremos en otra ocasión.
Tenemos, entonces, tres cuartas partes del especial 750 americano, que para llegar a las 168 páginas que tiene el tomo español se ha completado con material disperso proveniente de los cómics editados para Walmart Wonder Woman Giant y una historia corta aparecida en el especial veraniego Beach Blanket Bad Guys. Aunque pueda parecer que estamos ante un tomo un tanto Frankenstein -y lo es-, también es cierto que las historias de relleno incluidas también son autoconclusivas y no desentonan demasiado con lo visto en las páginas anteriores.
Se pretende en esta colección de historias representar las distintas facetas del personaje, las diferentes virtudes que ha encarnado a lo largo de su historia, con desiguales resultados. Así, veremos por aquí historias centradas en la compasión, en la perseveración, en el amor, en su faceta como superhéroe, como guerrera… e incluso como hija. Lo de siempre: conseguir contar una historia corta de un personaje que resulte interesante es tremendamente complicado. Si en las veintipocas páginas de un cómic de extensión normal es difícil contar planteamiento, nudo y desenlace y que resulte interesante, mucho más difícil resulta cuando tan sólo se disponen de ocho páginas.
El pasado del personaje, como comentábamos antes, está representado por Gail Simone y Greg Rucka, que firman dos de las mejores historias del tomo. Simone se centra en mostrarnos las emociones del personaje, y Rucka, repitiendo equipo con Nicola Scott (como en Wonder Woman: Año Uno) nos lleva a uno de tantos momentos en los que Diana intenta, infructuosamente, ayudar a Barbara Ann Minerva. El presente, además de por la ausente historia de Steve Orlando y Jesús Merino, nos llega de la mano de Shannon y Dean Hale, autores que han firmado Diana, Princesa de las Amazonas dentro de la línea de novelas gráficas para público infantil. Este matrimonio escribe una historia de corte cómico, ilustrada por el siempre bienvenido Riley Rossmo con su característico y peculiar estilo, en la que vemos que Diana, por mucho que haya sido embajadora de Themyscira, Diosa de la Guerra y miembro de la Liga de la Justicia, siempre será una hija para Hipólita.
El futuro nos viene representado por Mariko Tamaki, futura -cuando se publica este número en Estados Unidos- escritora de la serie regular del personaje, en un interesante enfrentamiento con Ares. Veremos qué nos tiene que aportar esta autora, pero la primera toma de contacto ha sido prometedora, siendo una de las historias destacables del tomo.
El resto de lo que nos encontramos es bastante insípido. Tenemos a Marguerite Bennett haciendo una historia más de sus Bombshells, a Vita Ayala haciendo con Vanessa Kapatelis algo con una intención muy similar a la de la historia de Rucka pero con muy desiguales resultados, a Amanda Conner y Jimmy Palmiotti haciendo un extraño team up entre Wonder Woman y Harley Quinn con un tono más cercano a la serie de la segunda que a la auténtica protagonista del tomo… y una historia en la que Scott Snyder hace una de las suyas, entrando como elefante en una cacharrería por la continuidad del Universo DC y sacándose de la manga que Diana fue la primera superheroína en mostrarse públicamente. Si esta historia va a tener consecuencias o va a ser borrada de continuidad es algo que aún está por ver. Ilustra esta historia, por cierto, un Bryan Hitch muy lejos de sus mejores momentos.
Se completa el tomo con pin ups aparecidos en el 750 americano, con la tradicional galería de portadas alternativas, una por década, y con una serie de interesantes artículos de Fran San Rafael.
La sensación final que nos deja el tomo es agridulce. Si bien las decisiones editoriales tomadas por la editorial no pasan por la reproducción fiel del material original, no son tan cuestionables como las de los especiales 1000 de Action y Detective. El problema aquí viene del material original: aunque tenemos historias más que interesantes por parte de autores que demuestran conocer y entender a Diana, otras son un relleno intrascendente que lo único que aportan es aumentar el número de páginas. En resumen, estamos ante un tomo para completistas del personaje y poco más. Para lectores que se acerquen a Wonder Woman por primera vez o para los que quieran tener algún tomo puntual suyo en las estanterías hay material mucho más interesante en el catálogo de ECC.