Comienza una nueva etapa para los alumnos de King’s Row con Escuela de esgrima 4. Rivales. En el tomo anterior ya avanzábamos que se trataba del final del primer volumen de una serie de 12 números. No obstante y dado que Mab Graphic nos la ha traído en tres volúmenes, apenas notaremos diferencia con Escuela de esgrima 4. Rivales, que en los USA apareció directamente como un volumen único.
Si la serie inaugural nos presentaba a los distintos personajes y se centraba en quiénes serían los que finalmente representarían al equipo del colegio masculino de King’s Row, como su propio nombre indica, Escuela de esgrima 4. Rivales les dará los primeros contendientes con los que batirse y, sobre todo, la experiencia del aprendizaje a funcionar como un equipo.
Más allá de que el componente LGBTI+ pueda emparentar Escuela de esgrima con el BL, esto es un spokon con todas las letras y encima al ser un deporte de combate, C. S Pacat se arma de todos los tópicos de los shonen de peleas. Seiji y Nicholas no dejan de ser una suerte de Vegeta y Son Goku. Seiji es individualista, egoísta, arrogante y extremadamente hábil y molón. Nicholas es desenfadado, lleno de potencial y hasta un poco tontorrón. ¿O suena, verdad?
Básicamente, Escuela de esgrima 4. Rivales es el momento en que tienen que aprender a trabajar juntos ante un enemigo común. Antes del campeonato estatal, tendrán que enfrentarse a la Escuela de Chicos Metodistas, que los eliminó en la temporada anterior y para eso tendrán que aprender a confiar y depender los unos de los otros. Mientras, sigue el culebrón, aunque de forma sutil y siempre supeditado a la trama principal del desarrollo del equipo. Sin embargo, todo el componente de crecimiento personal y la evolución de las relaciones entre los chicos de King’s Row es casi lo mejor de la serie, lo que te mantiene junto a los chavales entre combate y combate.
Por eso, si bien vemos que los dibujos de Johanna the Mad cada vez escatiman más en fondos o hacen más trampas para evitarlos, no es especialmente preocupante ya que la gestualidad y la caracterización de los personajes es cada vez más certera y suelta. Viendo que cada vez economiza más en detalle y fondos, todo invita a pensar que sufre ciertas prisas. Sin embargo, parece como si esa falta de detenimiento corriera en favor de su dibujo, generando una soltura y una energía que no tenía en los primeros números.
Por más que Escuela de esgrima 4. Rivales sea un cómic producido en los USA y a color, por temática, juego de tópicos, estética, narrativa y tiempo de lectura esto huele a manga por los cuatro costados. Por más que pueda parecer atentar contra el formato original, no creo que una recopilación reducida a formato kanzenban le sentara mal.
