Ya desde la entrega anterior, hemos entrado en la etapa en la que en su país de origen, esta serie se publica directamente en tomos unitarios en lugar de grapas, con la peculiaridad de que Escuela de esgrima 5: Triunfo, incluye Fence: Rise, que es también la última entrega aparecida en USA de la mano de Boom! el pasado agosto. Todo apunta a que antes o después saldrá un sexto tomo, ya que este tomo termina en «continuará», pero puede que tengamos que esperar un poco más del ritmo de salida al que nos ha acostumbrado Mab Graphic.
En Escuela de esgrima 5: Triunfo, los alumnos de Kings Row serán invitados al Campamento Halverton, una especie de torneo donde se enfrentarán a algunos de los mejores equipos del estado. Nuevos rivales para Nicholas, Seiji y los demás, nuevos aprendizajes y experiencias.
Por más que Escuela de esgrima 5: Triunfo sea una obra realizada por una guionista australiana, una dibujante mexicana y una colorista portuguesa que trabajan para una editorial estadounidense, Escuela de esgrima es una serie que le debe todo al manga y en esta quinta entrega continúa construyendo trama, personajes y mundo en general en base a dos géneros puramente japoneses: el spokon y el BL.
Continúa la odisea por la superación personal de ese tropo del spokon andante que es Nicholas, el diamante en bruto con todo por aprender con un corazón y una determinación inquebrantables. Sin embargo, en Escuela de esgrima 5: Triunfo por primera vez encontrará una motivación para mejorar más allá de su propia obstinación. Seiji, por su parte, y casi sin quererlo, va abriéndose poco a poco y saliendo de su hosco caparazón. Más allá de los combates, más allá del resto de personajes, el motor de la trama es y siempre ha sido la relación entre Nicholas y Seiji, dos mundos personales casi antagónicos que se encuentran y que sin explicitar nada pero con rotundidad lleva conduciendo C.S. Pacat desde el inicio.
Tal vez, sin embargo, el mayor atractivo de este quinto tomo es la aparición de los nuevos rivales, sus personalidades, actitudes y aptitudes. En este aspecto Pacat también despliega un gran trabajo de caracterización, pero probablemente este es el punto fuerte de Johanna the Mad. Tanto el diseño de los personajes como sus maneras de actuar se construyen de manera rápida, eficaz y atractiva y es por eso que le podemos pasar que escatime en fondos y que tenga que ser la buena de Joana Lafuente la que se las apañe con texturas y patrones decorativos para luchar contra el espacio blanco.
Escuela de esgrima 5: Triunfo no nos da ni más ni menos que las cuatro entregas anteriores, continúa haciendo crecer a unos personajes a los que a estas alturas ya es imposible desengancharse.
