Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de la siesta!!! – Confía en tu Librero

– Caracoles. Así que esto es una tienda de cómics.
– Eso parece. Hay tebeos por ahí, camisetas con la jeta de Spiderman y figuritas de Conan por el otro lado. En qué puedo ayudarlo.
– Si, podría ayudarme con una cosita. Cuando era pequeño leí voraz todas las semanas Don Miki.

don_miki

– (Ay madre)
– ¿No tendrán por casualidad una zona en la tienda dedicada a esta divertida revista?


– Siento decir que no. Hace años, décadas casi, que no se publica, excepto este tomo reciente que recoge alguna que otra historieta.
– ¿En serio? ¿Ya no existe? Menuda desilusión. Tenía el antojo desde hace semanas de volver a recordar las apasionantes lecturas de Don Miki.
– Puede hacerlo con este tomo que acaban de sacar. ¿Se lo envuelvo para regalo?
– Es muy escaso; quería tener una lectura holgada para el fin de semana. Con este pequeño tomito no tengo ni para empezar.
– Podría recomendarte alguna cosa diferente a Don Miki. Hay títulos que creo que te podrán interesar.
– No creo, los relatos de Mickey Mouse, Donald y sus amigos han marcado mi infancia y mi carácter.
– Me lo creo. Bueno, aquí tienes Planetary, son unos investigadores de lo desconocido, donde te puedes encontrar todo tipo de aventuras.
– En Don Miki estaba el mejor trío de aventureros del mundo. Las peripecias de Goofy, Donald y, por supuesto, Mickey, eran legendarias, dejando a la altura del betún al mismísimo Indiana Jones.
– Chachi. También está este otro tomo llamado All Star Superman, la mejor historia sobre el primer superhéroe de la historia.
– Dónde esté Patomas que se quiten los demás. No hay nadie mejor en la lucha contra el crimen. Sus accesorios, su magnifico coche, su inteligencia hacían las delicias de mis amigos y yo mismo cuando nos juntábamos los domingos por la tarde.
– Genial. Y este, Criminal, serie de detectives y género negro. ¿También tiene réplica para este?
– Por supuesto. Mickey, el investigador, siempre acechado por el peligro, llevando ante la justicia a los Golfos Apandadores.
– De nuevo genial. No querrás la revista Kiss Comix….
– Por favor, no sea crío. Este tipo de publicaciones es para gente enferma.
– A mí que me va a contar..
– Aunque recuerdo una vez, en las primeras historietas que leí de Don Miki, que a Minnie se la veía un poco más de lo exigido las enaguas. Esa noche no pude dormir de la excitación que tenía. Se había atrevido a saltarse el buen decoro.
– Menudos pillines. Mire, tenga, le regalo el tomo de Don Miki.
– Oh, no. No puedo aceptarlo. Acabamos de conocernos.
– Insisto. Por favor, lléveselo a su casa de una vez.
– No sé que decir. Muchísimas gracias. Hablaré de esta tienda y su librero a todas mis amistades.
– En serio, no hace falta. Hala, que tenga un buen día.
– Adiós, y gracias de nuevo, es usted una gran persona.
– Joderse, entran en este antro cada individuo; cada día más enfermos…la madre que lo parió, ahí vuelve….
– Disculpa que te vuelva a molestar, ¿Pulgarcito? ¿Tienes el Pulgarcito de este mes acaso?
– Largo.