Con motivo del pasado Salón del cómic de Getxo, hemos tenido ocasión de acercarnos a Kevin O´Neill para hacerle algunas preguntas. O’Neill es una institución del comic británico y mundial y es el creador de obras como The League of Extraordinary Gentlemen junto con Alan Moore o Marshall Law con Pat Mills. Por si no fuera bastante, este dibujante forma parte del equipo fundador de la histórica revista británica 2000AD. Nos sentamos para hablar con él de éstas y otras obras.
¿Podrías contarnos tus primeros pasos como profesional en revistas para niños?
Cuando tenía 16 años empezó a trabajar en una revista que se llamaba Buster que había leído cuando era pequeño. En aquella época casi todos los tebeos estaban orientados para niños, incluso a niños de preescolar.
¿Tenías claro ya a esa edad que te querías dedicar a los cómics?
Sí, quería ser dibujante desde niño. Incluso empecé ir a la escuela de arte, pero mi padre se jubiló pronto y yo era el siguiente en casa al que le tocaba trabajar para mantener a la familia. Tuve que dejar de estudiar, pero busqué un trabajo en el mundo del cómic, que es donde quería hacer mi carrera.
¿Qué habrías sido, de no ser dibujante de cómics?
Siempre me ha gustado la animación y la creación de efectos especiales de cine. Antes de dedicarme al cómic incluso intenté trabajar en animación y llamé a todas las empresas de animación que conocía para ver si me daban trabajo. Me cogían el teléfono y me preguntaban ‘¿Qué experiencia tienes?’. Yo les decía ‘Ninguna, pero ¿y cómo puedo conseguir experiencia?’ y ellos respondían ‘Aquí no’,así que no hubo manera. No era una buena época en aquellos momentos.
Tras esta primera etapa, das el salto a 2000AD,formas parte del equipo fundador y te encargas de nada menos que de la portada del número 1. ¿Erais conscientes de a dónde iba a llegar? Supongo que no contabas con que en aquel momento estabas dibujando una portada que formaría parte de la historia de los comics. ¿Cómo os planteasteis la aventura de 2000AD? ¿Cual era vuestro objetivo?
Creía que iba a ser importante pero no sabía hasta qué punto. Había mucha gente con talento como Dave Gibbons o Brian Bolland, pero nadie sabía cuánto iba a durar. Estamos hablando de una época en que la editorial que era famosa por tirar las revistas que no terminaban de funcionar sin demasiadas contemplaciones. El contenido de la revista era bastante conflictivo y pensaba que en uno o dos años iba a cerrar. Sin embargo hoy día aún sigue publicándose.
La mayoría de tu obra se ha desarrollado con tan solo 2 escritores: Pat Mills y Alan Moore. ¿Hay algún otro escritor en la industria con el que te gustaría o hubiera gustado trabajar?
No (risas). Estoy muy contento trabajando con los dos. Lleva bastante tiempo en crear un buen equipo compenetrado. Además ahora ya somos algo mayores y estoy muy contento con las cosas tal como están.
En España solo hemos podido conocer Nemesis the Warlock por su edición en inglés, pese a que llegó a rivalizar en popularidad con el Juez Dredd. ¿Qué nos puedes contar para convencer al público y los editores españoles?
Tanto Pat Mills como yo crecimos en un ambiente católico muy estricto. Yo llegué a cantar en un coro y pat fue monaguillo y todo eso fue definitivamente una influencia. Habíamos hecho una historia en la que había un montón de túneles que se extendían en una ciudad subterránea, pero esto no gustó mucho en la editorial, así que continuamos desarrollando la idea y se nos ocurrió crear un enemigo. Pensamos que sí queríamos crear unos villanos malísimos, qué mejor inspiración que la Inquisición española. Así que estos villanos con el look de la inquisición perseguían a los herejes, que en este caso eran los alienígenas, que eran los héroes de la historia. Esta es la base de la serie.
No haremos hincapié en los malos tragos que te ha dado tu paso por las dos grandes americanas y queríamos detenernos en un único punto. Con Alan Moore haces ‘»Tygers»’una historia de Green Lantern que ha terminado por convertirse en en pilar fundamental de su mitología. ¿conoces el trabajo que se ha hecho a partir de él? ¿Cuál es tu opinión sobre toda la obra que ha derivado de aquí?
No puedo decir demasiado sobre el tema, ya que a quien han copiado las ideas ha sido a Alan Moore, tampoco es que hayan tomado demasiado de mi estética. DC es la dueña de la historia y puede hacer lo que quiera. Me parece en cualquier caso un poco ridículo que de una historia tan corta puedan estirarlo para años de historias. DC está está en su derecho que hacerlo, pero a Alan le cabrea bastante.
Marshall law es una de tus creaciones más conocidas y arremete de forma muy ácida contra el género de superhéroes. ¿Amas u odias a los superhéroes?
(risas) Hablando por mi, de niño me encantaban los superhéroes y compré casi todas las primeras series que sacó Marvel, sobre todo Spiderman. Incluso llegué a hacer un dibujo del Capitán América que envié a las oficinas Marvel y Stan Lee me respondió, cosa que hace mucha ilusión cuando eres un chaval. Con los años he ido perdiendo interés por el género. Pat Mills los odiaba, aunque ahora menos.
Durante los años 90 Marshall Law cobra una importante popularidad y llega incluso a haber cruces tan extraños como con Pinhead de Hellraiser o Savage Dragon, ¿Nos podrías explicar cómo surgen estos cruces?
Creo recordar que nos ofrecieron hacer un cómic de Pinhead y finalmente derivó en el crossover entre los dos. Con la Máscara sucedió igual. La propuesta inicial era un cómic de la Máscara y al final terminó en el cruce. Con Erik Larsen estuvimos hablando por si le interesaba editar Marshall Law bajo su sello en Image. La cosa se lió y terminamos haciendo la miniserie con Savage Dragon.
Se oían rumores de adaptación cinematográfica de Marshall Law ¿Crees tendría una vigencia renovada en medio del boom de las peliculas de superhéroes? ¿Crees que Hollywood permitiría todo el exceso que caracteriza a esta serie??
Los primeros intentos de llevarlo al cine fueron a principios de los 90 y en aquella época apenas había películas de superhéroes. Como mucho, se habría estrenado la primera de Batman de Tim Burton. Ahora sería mucho más factible. Marshall Law tiene muchas referencias a la cultura superheroica y la gente se podría perder con tanta referencia. En cambio, ahora que la gente los conoce del cine, podría ser más fácil.
Hubo otro intento en 2008. Por pura coincidencia hubo varias propuestas a la vez. Estaban interesados la productora de George Clooney o Dwayne Johnson “The Rock”, pero fue justo el momento en el que estaban haciendo la adaptación de Wtchmen y al final el tema se quedó parado. Hubo un montón de proyectos a la vez y finalmente no salió ninguno.
Hace tiempo que no hay nada nuevo de Marshal Law. ¿Se da por terminada la historia del personaje?
Nooo. He estado hablando hace poco con Pat Mills para una nueva historia, pero estamos aún en la primera fase del proyecto. DC ha hecho hace poco una recopilación y desde entonces nos han estado preguntando si vamos a hacer nuevo material. Este año yales hemos confirmado que nos vamos a poner con ello, pero hay un problema y es que DC traslada sus oficinas Burbank en unos meses y muchas decisiones se han ido quedando aplazadas. Hay editores que están dejando la empresa, otros nuevos que entran, gente de traslado y muchas decisiones paradas, pero creo que sí, que en breve saldrá adelante esta nueva historia.
En los últimos años te has centrado en The league of extraordinary gentlemen con Alan Moore. En varios sitios se puede leer sobre la densidad de los guiones que Moore entrega a sus dibujantes. En el caso de la liga parece que esto debería acentuarse dada la cantidad de referencias e información por viñeta. ¿Cúal es vuestra manera de trabajar? ¿Qué parte surge de tu propia cosecha? ¿Es muy laborioso el proceso de documentación?
Con Alan Moore trabajo así: Primero hablamos por teléfono sobre el argumento, lo que queremos contar en líneas generales y vamos tomando notas. A partir de ahí, Alan se sienta en el ordenador y escribe el guión completo. Alan es muy estricto con sus guiones. Cada coma tiene que estar en su sitio. No admite injerencias de nadie.
Con Pat Mills es distinto. Hablamos por teléfono, hablamos sobre ideas, posibles diálogos, situaciones y a partir de ahí vamos construyendo. Es algo más a dos bandas.
Para la documentación de las primeras series ambientadas en el periodo victoriano no tuvimos muchos problemas. Tanto Alan Moore como yo nacimos el mismo año, en 1953, y crecimos en un entorno donde aún existía parte de la cultura victoriana, por ejemplo, nuestros abuelos pertenecían a ese mundo y vivían en casa de ese estilo. Ya teníamos ese conocimiento inicial y no hacía falta que nos comunicáramos en exceso a este respecto. De todos modos, esto también me llevó a interesarme por la arquitectura de Londres e investigar sobre edificios antiguos. Por otro lado, yo había leído todos los libros de Julio Verne y la mayoría de los escritores de la época. El problema venía en los detalles. El primer detalle escondido que pusimos fue en en una escena en la que pasaba un carruaje. Por hacer una broma, decidimos poner el nombre de un personaje que aparecía en una novela de la época. Nos dimos cuenta de que tenía gracia y a partir de ahí continuamos y nos tuvimos que documentar mucho más. En general he leído casi todos los libros de todos los personajes que que aparecen el el comic.
En la Liga, además de las secuencias clásicas de storytelling también hay otra serie de experimentos como los falsos anuncios o largos textos en prosa.¿Prefieres el stoytelling o una faceta más de ilustrador con este tipo de experimentos? tu profesión ¿con qué disfrutas más, el dibujo de portadas e ilustraciones sueltas o bien el storytelling?
El tema de los anuncios vino porque nos molestaba bastante que en los comic-books americanos hubiera tanta publicidad y que en medio de la historia te pudieras encontrar con un anuncio de Nike o de cualquier otra similar. Así que decidimos no meter publicidad y meter nuestros propios anuncios. Lo de los textos en prosa viene porque realmente al principio los comic books solían llevar historias en prosa como complemento, pero solían ser malísimas, así que dijimos ’vamos a hacer algo como eso,pero con cierta calidad literaria’.
En este aspecto la principal influencia de la Liga fue la revista MAD. En la revista MAD había un montón de detallitos de fondo de humor como los anuncios, artículos… y todo eso ha terminado por ser fundamental en la Liga de los extraordinarios caballeros.Por ejemplo, en las páginas de créditos había un montón de bromas.Tomamos la influencia de MAD y procuramos darle un toque un poco más dramático.
Con más de 10 años de distancia, ¿crees que la película jugó en favor o en contra de tu obra?
Fue positivo en cuanto a que hubo gente que después de ver la película hizo reseñas hablando de lo mala que era la película para un comic tan bueno.Incluso hubo un periódico de Nueva York que publicó una reseña que decía que funcionaba mejor como película la primera miniserie del cómic que la propia película como película. La primera historia era muy sencilla y se podía haber adaptado muy fácilmente al cine, pero en Hollywood lo ignoraron del todo y metieron un montón de cosas absurdas como que Mina se convirtiera en murciélagos. Es cierto que ha habido cómics que se han visto perjudicados por sus películas como Tank Girl o Juez Dredd, pero nosotros, pese a que tuvimos la mala suerte de que la película fue muy mala, tuvimos la suerte de que la gente se dio cuenta de que era cosa de la peli. Además está el asunto de la acusación de plagio de la película..Alan Moore tuvo que declarar 10 horas.
Una pregunta que solemos hacer en todas las entrevistas, ¿Dónde te gustaría jubilarte?
Hace unos años estuve viajando por la zona del sudoeste de norteamérica: Arizona, Nuevo México… y a mí el desierto me fascina, así que me puedo imaginar retirado por ahí. El problema es que en Estados Unidos hay tantas armas que podría ser hasta peligroso. Hay autores de cómic clásicos como George Herriman que terminaron viviendo en el desierto como ermitaños y podría acabar como ellos gritando ’¡Fuera de mi propiedad!’.