No falla, no hay año que nos libremos de una nueva obra firmada por el balear Pau. Y francamente, nosotros encantados de poder disfrutar de sus historias. Anteriormente el autor nos deleitó con la primera entrega del thriller protagonizado por animales antropomórficos “Curtis Hill”. Hoy tengo el placer enorme de dedicar unas humildes palabras a su última locura titulada “Enemigos”.
“Enemigos” es un librito en cartoné que incluye tres relatos inéditos en España, que previamente han sido publicados por la mítica revista “Spirou”, del mercado franco-belga. Esta circunstancia sirve para evidenciar una vez más que el mercado del cómic en España sigue siendo muy marginal, otorgando pocas oportunidades a los numerosos artistas patrios que o bien se acaban buscando las habichuelas en otros campos profesionales o, si tienen suerte, terminan haciendo lo que más les gusta para mercados más prósperos que el nuestro.
Me da una rabia especial en el caso de Pau porque para poder ver publicado “Enemigos” en España (dentro de su sello Escápula Cómics) ha tenido que recurrir a la campaña de mecenazgo. Que alguien de su talento no haya encontrado editor para sus obras es una faena tremenda. O quizás lo ha hecho así porque le ha dado la gana. Sea como fuere, aquí tenemos su nuevo trabajo.
Antes decía que “Enemigos” es un “librito”. No es apelativo cariñoso, que bien podría serlo, ya que hago referencia directa a las medidas elegidas por el autor. 10.50 de largo por 14 de alto aproximadamente y encuadernación en cartoné. Lo primero que me vino a la mente tras tenerlo en mi mano (cabe perfectamente en la palma) es la edición de las «Joyas literarias juveniles de Bruguera». Si apelar al factor nostalgia era o no la intención de Pau es algo que también desconozco, pero en mi caso me ha pegado directo en patata.
Sobre la obra en sí: “Enemigos” cuenta a lo largo de sus casi cien páginas tres pequeños relatos de aventuras protagonizados por animales reales y por un trasunto nada disimulado del Bone de Jeff Smith. El título hace referencia a que el enemigo natural de algo no tiene por qué ser una idea preconcebida. El mal, una amenaza o el peligro pueden acabar llegando desde cualquier lugar inesperado o insospechado. Pau también hace hincapié en que, a menudo, lo malo y lo bueno no es más que una cuestión de perspectiva.
Con una sutileza casi poética, el autor nos coge de la mano para llevarnos por este microuniverso creado para la ocasión. Que no os engañe su trazo alegre lleno de vitalidad, el desarrollo de “Enemigos” escoge escenas repletas de realista crueldad cuyos resultados me han hecho pensar también en las fábulas de Esopo o en los cuentos originales, sin adulterar, de los Hermanos Grimm.
Tres relatos que se consumen rápido, quizás demasiado, pero que dejan poso por su cargado contenido satírico social. Tanto que estamos ante uno de esos tebeos al que acabas echando el guante de vez en cuando.
Bueno, Pau, ahora ponte con «Curtis Hill», que tengo muchas ganas de saber por ver como avanza la historia. Aunque «Las Cinco Banderas», tiene una pinta tremenda.