Saludos, queridos lectores. Me leáis desde donde me leáis. Desde la soleada Andalucía a la gélida Patagonia. Desde las Molucas a las Azores. Sed todos bienvenidos a la reseña de Elcano. El mundo en las velas.
Posiblemente; si saliéramos a la calle de cualquier ciudad española y le preguntásemos a la primera persona con la que nos cruzáramos quién era Elcano, nos dirían algo similar a:¿Ehhh, el de la vuelta al mundo, no?
Y temo que de ahí no pasaría el conocimiento medio.
Para solucionar esto en lo posible, Cascaborra nos trae un tebeo que, a modo de película de aventuras, nos cuenta el desarrollo de ese viaje que dio la vuelta al planeta.
Y hablo de película de aventuras porque ese es el enfoque escogido por Álber Vázquez para el desarrollo de su guión. Lejos de largos textos explicativos y de personajes que de pronto se ponen a decir obviedades conocidas por todos los que les rodean. Aquí tenemos una acción en tiempo real (ya me entendéis, el tebeo no nos llevará tres años de lectura :-)) desde que salimos en busca de las especias hasta que volvemos (los que volvamos).
Exploración, motines, muertes, miedo, traición, riquezas y mar, mucho mar.
Recordemos que tras atravesar el Atlántico en unos cascarones de nuez, todavía nos queda enfrentarnos al Pacífico.
Pero aún así, esos largos días, esas eternas semanas, esos interminables meses se nos hacen cortos gracias a que nos centramos en las partes de mayor acción e interacción de los personajes.
Iñaki González Holgado y Francisco Rodríguez de la Fuente se encargan de dibujar esos tres años atravesando mares y visitando islas. on un estilo bastante detallado, usando largas viñetas horizontales que recuerdan a la pantalla de un cine y cortas viñetas que recuerdan los planos y contraplanos de una conversación cinematográfica.
¿Recordáis lo de la película de aventuras?
La única «pega» que le pondría al dibujo es que no hay viñetas a página completa de los paisajes terrestres visitados por los cada vez más escasos marinos.
Sí las hay del mar embravecido. Después de todo, es sobre las olas donde pasaron casi todo el tiempo.
El color lo ha puesto Ángel Gómez Espinosa. Con un uso de los marrones que transmite la falta de pompa y boato de la expedición, cada vez más reducida y con menos esperanzas de volver a casa.
La edición incluye un texto del guionista y el desarrollo de dos páginas, desde el boceto al resultado final.
Esta obra sobe Elcano (y no El Cano, que ese es un torero, decía un profesor de historia que tuve en mi juventud :-)) es perfecta para iniciar a los lectores en el conocimiento de este viaje (económico y no realmente de exploración, todo sea dicho).
Y tristemente, el propio desconocimiento del hecho histórico, ayuda a la lectura, convirtiéndola en esa historia de aventuras que los autores plantearon.
¿Por qué leer Elcano. El mundo en las velas?
Una forma amena de introducirse en el hecho histórico. Podemos leer esta historia como una obra de ficción llena de exploración y aventuras.
¿Por qué no leer Elcano. El mundo en las velas?
Eres un navegante o banquero portugués que quiere mantener el monopolio de las especias…
