Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El Paseo De Los Sueños, de Zidrou y Mai Egurza

Zidrou - Mai Egurza - Paseo de los Sueños

Título: El Paseo de los Sueños
Guion: Zidrou
Dibujo y Color: Mai Egurza
Editorial: Norma. 2015
Formato: Cartoné
Tamaño: 23,5 x 31
Páginas: 68 a color
ISBN: 978-84-679-1834-2

Zidrou es en realidad el seudónimo literario que utiliza Benoît Drousie. Un autor de origen belga que hoy por hoy no necesita presentación, o no debería al menos, ya que es uno de los más prolíficos y exitosos guionistas de la BD de nuestros tiempos.

Este increíble guionista, que lleva casi la mitad de su vida publicando cómics y que empezó a publicar hace ahora justo 25 años, se ha labrado una fabulosa reputación fuera de nuestras fronteras en el cómic de humor infantil/juvenil, aunque las obras que se han publicado suyas en nuestro país son en su mayoría cómic para adultos. La fama le vino con el bombazo en Bélgica y Francia de su serie de Ducobu, un adorable niño tontorrón y tramposo y sus peripecias en la escuela. Empezó publicándose en el 92 y apenas poco después salía al mercado el primer álbum recopilatorio. A estas alturas tan sólo de Ducobu hay ya publicados 18 álbumes,12 novelas y una película de acción real.

Zidrou - DucobuSi contamos todos los cómics de Zidrou, en total son más de 95 las obras que ha publicado en estos 25 años, ¡casi 4 por año! Una cifra bastante alejada de lo que los autores standard de la BD nos tienen acostumbrados. Teniendo en cuenta que tarda unos dos años en dar por terminada una obra eso significa que trabaja con un fabuloso circo de tres pistas narrativo que me hace apreciarle si cabe aún más. No vamos a quejarnos de su productividad, desde luego. Bien al contrario, ya que cada una de sus obras es un regalo para quienes le seguimos de cerca.

Su affaire con lo mejorcito del cómic español surge de su necesidad de contar otro tipo de historias, más maduras, adultas, poéticas y alejadas del humor infantil al que sus lectores estaban acostumbrados. A la búsqueda de la persona adecuada que entienda su visión topa con Jordi Lafebre y juntos crean Lidye, para mí, hasta ahora, la mejor obra del autor como guionista sin contemplaciones. Con él está publicando también Los Buenos Veranos, que va ya por el segundo tomo y es una autentica delicia.

Por un lado el enlace que surge entre ambos a raíz de la publicación de Lidye y por otro lado el hecho de afincarse definitivamente en Málaga hacen que entable una estrecha línea de colaboración con otros autores también salidos de la Escuela Joso, como Oriol Hernández con quien crea La Piel del Oso y con quien que deja ojoplático al mercado francés, trabajando juntos después en otras dos obras: Los Tres Frutos y Naturalezas Muertas. En ese marco surgen también sus trabajos con el fabuloso Josep Homs con quien crea La Anciana que Nunca Jugó al Tenis, con Man y su perturbadora El Cliente o con Roger Ibáñez, con quien tenía tantas ganas de trabajar que prácticamente escribe para él ¿Quién le Zurcía los Calcetines al Rey de Prusia Mientras Estaba en la Guerra?. Según dicen, le gusta la experiencia de trabajar con autores semi-noveles porque tienen menos prejuicios que los consagrados. Desde luego está claro que tanto para elegir unos como otros tiene un ojo fabuloso.

El Paseo de los Sueños con Mai Egurza es un puntito de inflexión muy interesante a mi parecer, ya que es la primera vez que colabora con una mujer, y además la primera vez que Norma se atreve y publica en el mercado español una obra suya antes de que sea publicada en cualquier otro lugar. Ahora, visto con la perspectiva de los dos años que han pasado, diría que ambas elecciones muy acertadas.

Mai Egurza es una guipuzcoana jovencísima y llenísima de talento a la que ya había visto sin yo saberlo cuando salió publicada hace muchos años una ilustración suya en uno de los tomos del Joven Lovecraft (que me pierde).

Mai Egurza - Joven Lovecraft

Ilustración de Mai Egurza para El Joven Lovecraft III

Formada en el instituto de artes plásticas de Vitoria y posteriormente en la Escuela Joso, hasta ahora se había dedicado en exclusiva a la ilustración en revistas y cuentos. Su emotivo cuento ilustrado Mi Abuela No se Acuerda de Mi Nombre en colaboración con Rodolfo Esteban (editado por Dibbuks) la puso en el mirador de muchos. Tres años después se atrevió, porque tiene que dar un poco de miedo, desde luego, a dar el paso con su primer cómic (aunque mucha gente piense lo contrario, el cómic y la ilustración son medios muy diferentes y exigen una gran adaptación) con un autor de renombre internacional, y encima en lo que iba a ser una apuesta larga y a ciegas de Norma Editorial.

Dicen que no se logra nada sin arrojo. Y en este caso el suyo ha dado sus frutos. He leído muchas reseñas de esta obra, y si bien todos coincidimos en que cualquier cosa de Zidrou hay que leerla, también prácticamente todos coincidimos en que el grandísimo acierto de éste tomo es la labor de Mai. Para ser ilustradora tiene un tono narrativo extraordinariamente ágil y bastante alejado de las viñetas pin up a las que algunos ilustradores tienden a agarrarse. En 2016 fue nominada en el salón del cómic de Barcelona al mejor autor revelación por este mismo tomo, y aunque finalmente se lo dieron al leonés Javi de Castro al que todos conocemos por su estupendo trabajo en Que no, que no me muero, a mí siempre me ha parecido que esta chica merecía que, si no pudo ser en ése, en algún otro salón nacional o asociación le hubieran dado ese reconocimiento. Actualmente está trabajando en otro proyecto conjunto con Zidrou, de manera que es obvio que a ambos les ha gustado la experiencia.

Zidrou - Mai Egurza - Nuevo Proyecto

Imagen del próximo trabajo conjunto de Zidrou y Mai Egurza

El Paseo de los Sueños es una fábula onírica, cotidiana y a la vez totalmente imposible. Me evoca en cierto modo a los cuentos japoneses donde todo transcurre en una especie de limbo entre la realidad y lo imaginario que no tiene fronteras. Donde las historias no necesariamente tienen una trama compleja sino que narran con total normalidad cualquier suceso completamente cotidiano junto a la más estrambótica de las historias, sin discernir en ningún momento que parte de la historia es real y cual no. No se acercan a ti con intención de hacerte pensar, ni quieren que escuches una historia concreta, quieren transmitirte un sentimiento.

El paseo de los sueños, en ese aspecto, también tiene su propio ritmo, sin ser la historia lo verdaderamente importante. Hay gente que considera esta obra algo menor, lejos de la intensidad emocional que transmiten algunas otras de las obras de Zidrou, pero en la liviandad con la que se transmite a si misma esta historia está precisamente su mayor virtud.

La historia de El Paseo de los Sueños se centra en la historia de Linh Yu, una pizpireta jovencita que viviendo sola empieza a despertarse cada día con un extraño que se ha colado en su casa y en su cama para dormir a su lado. Napoleón Cavallo, apodado Nap (nótese la ironía ya que “nap” en inglés es siesta), es un extraño que no puede explicar la razón de este comportamiento. Él se acuesta cada noche en su propia cama, y por la mañana se despierta, sin saber cómo, de nuevo en la cama de Linh. Tras probar todo tipo de remedios que no funcionan, desde llenar la casa de ella de cerrojos o poner a un amigo de Nap a vigilarle por las noches, acaban descubriendo que se trata de una rara enfermedad del sueño que induce a un sonambulismo extremo y que es altamente contagiosa, y que poco a poco acabará teniendo a toda la ciudad pululando por los tejados.

Zidrou - Mai Egurza - Despertar

Ésta es la excusa para ésta gigantesca metáfora sobre la naturaleza de los sueños. No sobre el sueño fisiológico (Aunque se nota que Zidrou ha hecho los deberes en este sentido, ya que lo que relata sobre el sonambulismo aún siendo en parte material de ciencia ficción se ajusta bastante a la realidad) sino sobre los sueños como entidades que viven en nuestro subconsciente esperando a ser liberadas. Y tal vez un poco también sobre el destino. Cada personaje es la representación de un anhelo, un deseo que en algunos casos es consciente y en otros reprimido, pero para el que al acabar la vigilia, empieza el momento de su liberación sin importar los obstáculos del “mundo real”.

Así vemos a Linh y a Nap, paseando por las azoteas, despiertos ya, preguntándose sorprendidos cómo es posible que los sonámbulos puedan hacer todas esas cosas con la ligereza del sueño, sin tropezar o caer en el proceso. Para mí, que vengo de una familia de tremendos sonámbulos, no solo figurada sino literalmente, esto evoca muchísimas cosas.

¿Buscamos en sueños aquello que no alcanzamos en la vida real?

¿Somos capaces en sueños de hacer cosas que en la vigilia seríamos incapaces?

Zidrou divide ésta obra en cuatro partes, que Mai ilustra con imágenes de cuentos tradicionales, acuarelas de corte clásico, romántico, y relacionadas con los sueños (Blancanieves para la somnolencia, La Princesa del Guisante es el sueño ligero, Las Habichuelas Mágicas como el sueño profundo y finalmente Peter Pan es el sueño paradójico). El estilo de estas ilustraciones es tan totalmente diferente del mostrado en el resto del cómic que hasta podrías pensar que lo han hecho personas diferentes. Trata de evocar ese ambiente de los cuentos clásicos, que te contaban de niño justo antes de quedarte dormido y empezar a soñar…

El cómic es dulce, cálido, empieza con un maravilloso soliloquio en torno a la noche (he tratado de buscar si se trata de un poema o la letra de alguna canción conocida pero no lo he logrado, por lo que asumo que es obra del propio Zidrou) y termina con el mismo poema al final, cerrando el círculo.

Tiene ese tipo de diálogos tan de Zidrou, siempre cargados de simbolismo, aunque en ésta ocasión prescindiendo por completo de esa pátina de ligera tristeza que siempre parece acompañar a sus personajes, esos personajes que se alejan siempre de los clichés, incluso cuando parece que está utilizando los típicos estereotipos (la chica china que trabaja en una lavandería) en realidad parece estar riéndose secretamente de ellos y acaba dándoles la vuelta y con pequeños detalles, que pueden parecer superfluos, te transmiten poco a poco su personalidad, propia y sorprendente. Personajes cotidianos, vivaces, naturales, sin artificios, creíbles, que podrían ser tu prima, el vecino o un compañero de trabajo… Mi personaje favorito de esta historia es precisamente la vecina, una anciana que ni siquiera tiene nombre y apenas sale en 4 páginas, algunas de ellas mudas, pero te cuenta tanto de ella en esas pocas viñetas y es tan poco a la vez… que ojalá pudieras saber más.

Mai Egurza transmite en su obra toda esa dulzura tremenda, que emana directamente de ella misma, de lo que doy fé, pues  tuve la suerte de poder conocerla en persona hace muy poco en el Salón del cómic de Donosti, al que fui entre otras razones para poder conseguir que me firmase este tomo y ya de paso freírla a preguntas. Puedo decir que es una persona excepcional (y además muy paciente). Su ágil dibujo es fantástico, pero donde se luce es en el color. Tiene la misma destreza con el color digital como con la acuarela tradicional, y dispone en esta obra de una paleta de colores tremendamente equilibrada con la acción que narra en cada momento y que, aunque varía según ésta sea diurna o nocturna, nunca pierde la calidez.

Mai nos dibuja las viñetas sin recuadrarlas, marcando los contornos a través del propio color de la escena, dando un plus de ensoñación a lo que estamos leyendo, con fondos casi siempre planos, con pocos objetos en la escena que llamen la atención para así dar protagonismo a los personajes, que casi siempre ocupan prácticamente toda la viñeta. Eso no desmerece el que cuando nos presenta escenas que precisan ambientación sus paisajes nos dejen sin aliento. Sus escenas de tejados y su ciudad dormida y en calma son apabullantes.

Pero sin lugar a dudas lo que más me gusta de ella es cómo trata la luz. Estoy enamorada de su luz. En una obra que ocurre prácticamente entera de noche, es muy dificil escapar de la monotonía y la oscuridad. Ella sabe iluminar con una especie de convencimiento interior que la hace acertar de una forma tan natural que tiene que salirle de dentro. Es el tipo de cosas que no son artificiales o aprendidas, o las tienes o no. Yo siempre me enamoro de los artistas y luego reflexionando me doy cuenta casi siempre de que es por su luz, y supongo que por eso adoro a esta chica.

Mai Egurza - Estudio

En cuanto al diseño de los personajes, Zidrou tiene fama de dejar mucha libertad a sus dibujantes, describiéndoles más la personalidad que su aspecto. Mai misma me comentaba al respecto que la protagonista surgió de forma espontánea, natural, sin esfuerzo. “Hazme una de esas chicas gorditas tuyas”, le dijo Zidrou, y en el momento ambos supieron lo que querían. En cambio con Nap las cosas no fueron tan fáciles… se resistía a salir. El resto de personajes, como el amigo de Nap, o la niña Morfea (sí, como el Señor del Sueño) o la anciana vecina de Linh, que creo que me encanta por que guarda un cierto parecido con mi propia abuela y eso me produce mucha ternura, son tan verosímiles que te sientes cómodo inmediatamente con ellos.

Hay quien comenta al respecto que tiene un toque Disney. No sabría decir. Ciertamente sus acusadas formas redondeadas pueden hacerte pensar en las formas suaves de la factoría Disney, pero son muchísimo más realistas y sensuales, y las expresiones faciales son muy intensas por momentos, hilarantes a veces, pero sin llegar a lo cartoon, y siempre son capaces de transmitir sus sentimientos con una sensibilidad extrema, así que no se, puede que beba algo de esa fuente, de hecho hay un homenaje a Blacksad en una de las viñetas que es muy llamativo, pero en general me parece que el estilo propio de Mai es muy personal y cautivador sin adscribirse a ninguna corriente concreta.

Zidrou - Mai Egurza - BlacksadLa única cosa que se puede echar en falta en este álbum tan cuidado es quizá unas páginas al final con bocetos, diseños de personajes, descartes o incluso algún comentario del autor explicando su visión. Si llega a publicarse una segunda edición tal vez lo veamos. Hasta entonces solo podemos elucubrar. Tal vez ese sea después de todo el objetivo…

Como decía hace poco Alejandro comentando a Taniguchi, éste es uno de esos cómics que tienes que leer un domingo, con tranquilidad. Te sientas en tu sillón favorito, junto a la ventana, lo abres, lo lees tranquilamente, piensas que te ha sabido a poco, apenas un cuarto de hora… luego te quedas un rato mirando al techo, meditando relajadamente en tu sillón de leer en un estado de seminconsciente felicidad, luego lo vuelves a leer un par de veces más y tras un rato de ensoñación, sales a pasear con una sonrisa puesta que te dura todo el día ya.

Mai Egurza - Acuarela

Escuchando…

Leyendo…

La Noche, de Guy de Maupaussant.