¿Quién iba a decirnos hace cinco años que el Pacificador iba a convertirse en un personaje más conocido que, qué se yo, Metamorfo o Zatanna? Pues sí, gracias a la adaptación de James Gunn al cine, pero sobre todo a la serie de HBO Max, el personaje ha cobrado una popularidad que ha puesto en bandeja a DC contar con él para nuevas encarnaciones del Escuadrón Suicida y para publicar nuevas miniseries, complementos o one-shots especiales como este El Pacificador: Perturbar la paz que ahora publica ECC. Y además, para ello, cuentan con primeras espadas como Lemire o, en esta ocasión, Garth Ennis.
A decir verdad, la historia que propone Ennis en este one-shot de 48 páginas podría haberse incluido dentro de su Battlefields o aplicada a otro personaje, pues cuenta el encuentro de una psiquiatra con Christopher Smith, alias el Pacificador, en el que indagará sobre su pasado e intentará descubrir cómo ha llegado al punto en el que se encuentra y las motivaciones que le llevan a actuar como lo hace. Pero se trata de una historia absolutamente apartada de su faceta super… ¿heróica? y se centra más en su pasado militar y en su propia infancia, dejando al margen cualquier referencia al Universo DC.
Este especial tenía todo para ser una nueva joyita que se convirtiera en un clásico al momento: un guionista estrella, un dibujante con cada vez más trabajo, un personaje de moda… y una historia de corte militar, de esas que se le dan a Ennis de fábula. Sí, con todos esos ingredientes es prácticamente imposible que salga algo malo… pero deja una incómoda sensación de que estamos ante un Ennis en piloto automático, que no se esfuerza demasiado en hacer algo especialmente memorable. Cumple con creces su cometido, con una historia cargada de humor negro, ironía no tan fina, y esa mala leche tan marca de la casa que igual nos pone mal cuerpo que nos saca una sonora carcajada.
Ennis opta por presentarnos una de esas historias en las que nos cuentan el pasado de una manera pero en todo momento sabemos que no es del todo como lo están presentando, y que Smith se guarda información… y sabemos cuál. En ese sentido, funciona bastante bien, hace que empaticemos con la pobre Dra. Sedgewick, que no sabe a quién está intentando psicoanalizar, y alterna acción con diálogos en una medida proporcionada.
Garry Brown me gusta más aquí que en Babyteeth, probablemente por el coloreado de Lee Loughridge y porque opta por un trazo más fino, sin tanta masa de negro, que me llega a molestar un poco en la serie de Aftershock. Con todo, es un dibujante que cumple, pero no llega a brillar en ningún momento, si acaso en las dobles splash page se luce algo más, pero sin hacer que nos quedemos analizando hasta el detalle sus dibujos.
En definitiva, El Pacificador: Perturbar la paz es una obra divertida, que nos permite familiarizarnos algo más con el nuevo personaje de moda de DC, a la vez que recibimos otra buena taza de ese humor negro tan característico de Garth Ennis. Aun dejando la sensación de que no estamos ante el Ennis más motivado y en su salsa, es un relato que se lee con suma facilidad y nos permite echar unas buenas risas. Eso sí, que nadie espere ver aquí ningún canon para el personaje ni una historia imprescindible para conocer su situación actual. Esta es una obra completamente independiente y sin una sola mención al universo superheróico en el que se haya encuadrada.
Lo mejor: Ennis siempre es Ennis, y raramente defrauda. El hecho de poder leer la obra con independencia, sin necesidad de conocer más del personaje o de necesitarla para otra serie.
Lo peor: La sensación de estar ante un Ennis no especialmente motivado.