Gracias a Salamandra Graphic nos llega otra obra de un autor italiano, Marco Galli, que nos presenta un trabajo lleno de recursos visuales interesantes y una historia que se mueve entre la realidad y el delirio. El nido nos presenta un período muy concreto de la vida de Adolf Hitler, donde veremos una faceta poco habitual de entre todas las que hemos visto en adaptaciones más o menos fidedignas que se han hecho. Veremos a un Hitler frágil, asustadizo y rodeado de fantasmas y miedos, pero que tiene que mantener una imagen de autoridad y seguridad ante sus subordinados.
La obra se centra en los cinco días durante los cuales se gestó y tuvo lugar el desembarco de Normandía, del 3 al 7 de junio de 1944, un año antes de la muerte del propio Hitler. En este período, el Führer se refugió en su guarida de los Alpes bávaros, conocida vulgarmente como «el nido». La obra nos muestra a un personaje cuyo médico le suministraba drogas cada vez más potentes que le sumían en un estado de seudodelirio continuo que fue deteriorando progresivamente sus capacidades.
Y es que esta obra se publicó un año después del libro de Norman Ohler El gran delirio, donde el periodista alemán dio salida a cinco años de investigación sobre documentos en los que se demostraba que el doctor Theodore Morell pasó de administrar glucosa y complejos vitamínicos a drogas como cocaína, heroína y anfetaminas, entre otras. Pero Galli no entra en detalles, simplemente se sirve de esta información para mostrarnos a ese Hitler debilitado y asustadizo en la intimidad, pero que se seguía mostrando implacable y enérgico cuando hablaba a los suyos. Son muchas las escenas que se van intercalando que dejan ver a ese líder firme pero a su vez miedoso, capaz de matar a millones de personas e incapaz de acabar con la vida de un animal.
El planteamiento me parece original, aunque si tengo que quedarme con algo… es con el aspecto gráfico. Con un toque menos pictórico que el de su compatriota Manuel Fior, pero conservando ese dibujo sencillo, sin demasiadas tramas ni una paleta excesivamente variada, me ha transmitido sensaciones parecidas a las de obras como Cinco mil kilómetros por segundo o sobre todo Hypericon. El dibujo de Galli se apoya en una fuerte expresividad, en planos detalle muy cercanos a los protagonistas, y en la utilización de encuadres y composiciones de página bastante fuera de lo habitual. Con una estructura de página continuamente cambiante, utiliza la evocación del celuloide o rejillas que van ampliando el foco, incluso encerrando a personajes, con gran expresividad y siempre premeditadas. A pesar de la formación artística y su experiencia como pintor, no adolece de esa gratuidad de algunos autores nóveles que muestran más preocupación por el lucimiento que por utilizar el dibujo como vehículo narrativo.
Una mención aparte para las escenas oníricas/delirantes, en las que Galli abandona esas paletas más sobrias de color y las abre por completo, incluyendo unos tonos satinados muy intensos que potencian esa sensación de incomodidad que padece el protagonista. El rojo es utilizado como guía visual en otro buen número de páginas, como elemento recurrente, así como algunas formas geométricas que son utilizadas de igual modo. Otro recurso interesante me ha resultado el de cómo muestra las escenas del desembarco de Normandía, con un estilo muy infantil de película de animación, intentando que su potencia emocional no impregne el resto de la obra.
En definitiva, El nido es una obra visualmente muy atractiva, que exprime los recursos gráficos del cómic y utiliza ciertos hechos históricos como vehículo para mostrar el momento más débil de una de las personalidades más fuertes de la historia. Mermado por las drogas y a punto de perder la guerra, Galli nos ayuda a comprender mejor el comienzo de su declive, y a enfocar sobre los contrastes y contradicciones de una personalidad muy compleja. Con recursos visuales fascinantes, estamos ante una obra que deja un poso de reflexión e invita a volver atrás y reparar en algunas de las sutiles metáforas que utiliza.
Lo mejor: Su potencia visual. Que a pesar del momento tan relevante en el que se ambienta, la verdadera importancia recae en el momento personal de Hitler.
Lo peor: Si vas buscando una crónica histórica de los días que rodearon al desembarco de Normandía, probablemente te decepcione.