Es la hora de las tortas!!!

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El gorila llorica: Narrativa gráfica, el elefante en la habitación

El gorila llorica

Cuando se habla de un tebeo, estamos más que habituados a frases como “está muy bien narrado”, “tiene una narrativa muy buena” o “te cautiva con su narrativa”. Son frases estas donde podríamos cambiar narrativa por ziritione y no cambiaría nada. Existe una tendencia a mencionar la narrativa siempre que se puede y esquivarla a la vez con sentencias difusas.

También se pueden escuchar genialidades como “La obra X es más narrativa que Y” o incluso existe una simpática tendencia según la cual la narrativa visual surge cuando no hay texto o se opone a la narrativa escrita. Existen toneladas de tipos de narrativa, pero dejemos claro que, ya que esto es una web de tebeos, estamos hablando en todo momento de narrativa gráfica y generalmente secuencial. Antes de seguir con esta divagación, si alguien está interesado en saber qué es realmente la narrativa del cómic, lo mejor es dejar de leer las líneas de este cantamañanas de las Tortas y le eche un vistazo a dos libros f-u-n-d-a-m-e-n-t-a-l-e-s para empezar en esto: El cómic y el arte secuencial de Will Eisner y Entender el cómic de Scott McCloud. Hay otros muchos, pero sin duda estos dos son los grandes pilares en cuanto a teoría de cómic.

Pero tengo ante mí difícil reto de intentar dejar claro que es aquello de la narrativa con la centésima parte de talento y la sabiduría de estos dos maestros y también menos espacio. Hablar de narrativa en los tebeos viste mucho. Es ponernos es medalla que dice “yo sé de tebeos” y que al parecer, debe ser importante para algo o alguien. Sin embargo, se trata de un término amplio y complejo y de ahí la vaguedad con la que se menciona habitualmente. Pero vayamos al grano, que me acerco peligrosamente a caer en el mismo error.

¿Qué es entonces la narrativa además de esa gran desconocida? ¿Es el procedimiento para conseguir que una acción se entienda sin texto? ¿O quizá el modo de manejar el tiempo y el fluir de ésta? ¿Es la manera de añadir capas de información a las que no llega el texto? ¿Acaso es eso de jugar con la distribución, la forma y el tamaño de las viñetas o se trata más de cómo dispones los elementos dentro de la viñeta y qué plano eliges?

Bueno, hay una vieja parábola de origen indio que es posible que conozcáis y lo puede explicar. ¿Os suena aquello de los seis sabios ciegos con un elefante en la habitación? Sí, me refiero a ese viejo cuento en que quieren saber cómo es un elefante y cada uno toca una parte. El que toca el lomo dice que un elefante es como una pared, el que toca la trompa dice que es como una serpiente, el que toca el colmillo que como una lanza, el de la pierna como un árbol, la oreja un abanico y la cola una cuerda. Todos estaban en lo cierto y todos se equivocaban.

Lo mismo sucede con la narrativa. Es todo lo que he comentado antes y muchas cosas más, pero sólo en conjunción de todas ellas hablamos de narrativa real. De otro modo es como si dijéramos que un poema consiste en hacer que los versos rimen.

Algo tan sencillo como la dirección o el modo en que un personaje mira, cómo una viñeta apunta y se comunica con otra, hasta por qué elegir un color y no otro. Un buen dibujante o equipo gráfico (siempre que las fechas de entrega lo permitan) no deja ninguno de estos aspectos al azar. Es habitual decir que una narrativa es mala cuando resulta confusa y no se entiende, pero una narrativa que se entienda puede ser terriblemente pobre. Que la historia se entienda es el objetivo más básico, pero un dibujante que se quede ahí no es un buen narrador.

De este modo, la barroca experimentación de David Aja o Marcos Martín (que es tremenda) no tiene por qué ser mejor o peor que la de un dibujante de modos más clásicos como R.M. Guera. Cada uno tiene un estilo narrativo particular del mismo modo que cada dibujante tiene eso que llamamos (quizá de manera no muy precisa) estilo de dibujo. ¿Es Brian Bolland mejor o peor dibujante que Bill Sienkiewicz? parece absurdo comparar estilos tan distintos y algo similar sucede con la narrativa. Del mismo modo que no todos los estilos de dibujo (por buenos que sean) le van a todas las historias, lo mismo sucede con los estilos de narrar.

Tened en cuenta que historias como Watchmen serían la mitad de buenas si, incluso con la misma historia y estética, hubieran sido narradas de un modo menos perfecto. Puede que lejos de clarificar el concepto, para alguno de vosotros sea ahora algo aún más grande e indefinido y es que precisamente es algo enorme y las posibilidades son infinitas. Si hasta ahora no os fijabais en estas cosas, puede que hayáis leído tebeos, pero no habéis leído tebeos. Os habéis perdido todo un mundo por debajo de la historia y “el dibujo” tanto o más rico que esto y de algún modo indisoluble de ello.

De nuevo, es complicado explicar todo esto sin ejemplos y no puedo dejar de volver a recomendaros como punto de partida los libros de Eisner y McCloud que citaba más arriba , pero afortunadamente en las tortas tenemos al menos un par de vídeos que me pueden ayudar. Dos monstruos como Pepe Larraz y Víctor Santos explican algunos ejemplos explicados de manera práctica con sus páginas.

Pero no todo van a ser echar balones fuera. Un servidor no es ninguno de estos cracks, pero ya son muchos años y aún muchos más tebeos a la espalda y hasta los más burros aprendemos. Tenemos por ejemplo dos podcasts donde tuvimos la oportunidad de disponer de dos horas por programa para una sola grapa. Se trata de una parte del especial Watchmen, donde tanto en Es la hora de las tortas!!! como en Destino Arrakis Pájaros en la quijotera tuvimos tiempo para entrar con calma en aspectos narrativos.

Espero que con estos amagos de explicación y estos ejemplos, a los que no habíais indagando en este mundo mundo tan rico, os haya ayudado de algún modo a entenderlo. Y los que ya lo conocíais, ¿qué demonios hacéis leyendo esto en lugar de un tebeo?