Se decía en la década de los ochenta, y tiempo después, que el equipo creativo definitivo de Spiderman en lo que para muchos es la época dorada del cómic estadounidense era el formado por Roger Stern y John Romita Jr., y, aunque es innegable que el pequeño de los Romita es uno de los artistas que han pasado a la historia del trepamuros, también había otro artista que, con mucho menos ruido mediático, también es uno de los artistas más punteros del personaje en sus más de sesenta años de historia: hablamos, por supuesto de Sal Buscema, un dibujante por el que sentimos debilidad en esta casa. En este primer tomo de El Espectacular Spiderman de Gerry Conway vemos los primeros momentos de sus más de cien números casi ininterrumpidos al frente de la segunda serie regular de Peter Parker.
Cierto, el título de esta serie de tres tomos es El Espectacular Spiderman de Gerry Conway, y se articula alrededor de la figura del guionista, en su regreso a Spiderman pasados algo más de diez años después de abandonar Amazing y haber dado el pistoletazo de salida en Spectacular. Conway es otro autor fundamental en la historia del trepamuros: fue él quien mató a Gwen Stacy y quien escribió la primera Saga del Clon, creando en ella a Ben Reilly y al Chacal. Es absolutamente imposible comprender al Spiderman actual sin este par de arcos argumentales de los años 70.
Pero en 1977, Gerry Conway abandona al personaje y, pocos meses después, deja Marvel. Regresaría a la Casa de las Ideas ya en 1986, en las series del fallido Nuevo Universo de Jim Shooter, y algo más de un año después, volvería a Spiderman, encargándose inicialmente de Spectacular y haciéndose un año después también con las riendas de Web, estando ambas series íntimamente relacionadas, casi en crossover contínuo. Por este motivo, Panini reedita esta etapa con las dos series alternadas en lugar de por separado, como ha hecho en tomos anteriores de Spectacular o Web. Se incluye también tres números de Amazing, que aunque no están escritos por Conway, forman parte del gran arco argumental de ocho partes que recoge los cruces de las series arácnidas con Inferno, el crossover mutante de la temporada.
Si bien la segunda etapa de Conway en Spiderman no está tan cargada de momentos icónicos como la primera, también hay varios momentos que han pasado a la historia. El tomo arranca con la presentación de Lápida, el mafioso albino que le hizo la vida imposible durante una larga temporada a Robbie Robertson, en dos números de Web -el auténtico desembarco arácnido de Conway en los 80- para llevarse la trama inmediatamente después a Spectacular, y la presentación en sociedad del Demoduende a raíz de los sucesos de Inferno, tras un épico enfrentamiento con el Duende Verde versión Harry Osborn. Una versión que veríamos años después que no tendría buen final. Aparte, pasarían por aquí Tarántula, el Capitán América (versión John Walker), el Castigador, Kingpin, Búmerang, Mysterio, el Lagarto, el Hombre de Arena, el Camaleón, Marta Plateada… todo un recorrido por la galería de villanos y secundarios del amistoso vecino de Nueva York. en la tradicional estructura casi procedimental de enfrentamiento con el antagonista de turno pero con unas páginas dedicadas a la vida cotidiana y definición psicológica de los personajes que son las que realmente nos hacen pensar que estamos leyendo una serie continuada en lugar de una sucesión de fill-ins.
Uno de los grandes méritos que tiene este volumen es la prueba material de que Sal Buscema es un autor con una calidad muy por encima del crédito que se le daba en la época. El tomo empieza con dos números de Web dibujados por Alex Saviuk que son, siendo generosos, una lectura poco apasionante. Pero en el tercer número del tomo entra nuestro amigo Sal y de repente tenemos unos tebeos vibrantes, dinámicos, adictivos. De los que no puedes soltar. Tenemos el mismo personaje en la misma época y con el mismo guionista, heredando tramas de unos números a otros, y por comparación, podemos apreciar que el nivel del hermano pequeño de los Buscema es directamente estratosférico.
Sí, es cierto, El Espectacular Spiderman de Gerry Conway era la serie secundaria del personaje por la época, tanto en popularidad como en importancia de los acontecimientos. Pero mientras que el Amazing de David Michelinie y Todd McFarlane requiere un potente ejercicio de contextualización para ser leído hoy en día, la serie menor de Gerry Conway y Sal Buscema sigue funcionando a día de hoy de una forma impecable.