Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El editor: está. (11). ALELUYA.

Cuando concedes cuarenta ayudas de 25.000 euros para la creación de cómic, contribuyes a que algo más de cuarenta personas puedan dedicar un tiempo a desarrollar tebeos, buenos tebeos, sin que tengan que preocuparse por llevar el pan a la mesa. Y eso es bien.

Pero cuando concedes cuarenta ayudas de 25.000 euros para la creación de cómic, casi cuarenta Premios Nacionales de una tacada, también generas una desigualdad notoria, porque de pronto hay infinidad de artistas que parten con desventaja para producir sus propias obras, que se venden en los mismos espacios y comparten al mismo público. Pero supongo que no es un aspecto crucial.

Aunque también generas desaliento, porque no serán pocos los artistas que guarden sus obras en el cajón hasta la próxima convocatoria de Ayudas, no vaya a ser que malgasten un buen cartucho, especialmente en los cuarenta o cincuenta primeros proyectos que aparecen en el anexo de desestimados. Es una pena, pero por otra parte las consultas de salud mental van a hacer el agosto atendiendo a la lista de proyectos desestimados.

Desde luego, también generas desconfianza, dado que las editoriales podrían echarse para atrás en sus compromisos (que no contratos) con aquellos proyectos que hayan recibido una puntuación bajita. Hay que tener en cuenta que las empresas pueden presentar luego las obras para la convocatoria de Ayudas a la Edición, que emplean un baremo para evaluar las obras bastante similar, si me lo preguntas. Pero supongo que siempre puede tocarte otro jurado.

El editor: está. (11). ALELUYA.

Y me temo que también generas indignación, sobre todo si los criterios de exclusión se aplican de aquella manera, afectando a unos proyectos sí y a otros no. Como lo de mostrar unas viñetas durante el proceso de trabajo en su cuenta de Instagram, y que te digan que es que ya lo has publicado. Pero a lo mejor son solo cuatro gatos, que están todo el rato quejándose. Podría ser.

¿A mí? Como editor, me “han tocado” dos proyectos. Revisé las memorias de otros quince. Adoro cada uno de esos tebeos, pero evidentemente no todos sus autores y autoras podrán llevarlos a cabo.

Y a lo mejor este era el juego. Que se publiquen cuarenta tebeos españoles al año, más las de alguna firma consagrada que pueden funcionar bien por su cuenta. Y esto es todo. El resto, que ni lo intenten.

Así, los tebeos sí que cabrán en las librerías. Así, sí que habrá ventas suficientes para repartir entre los tebeos que se publiquen.

Ya tenemos hecha la lista de los próximos Esenciales, porque no hay más.

El mercado está salvado.

ALELUYA.