La Fundación Cultura en vena, con apenas un año de vida ya cuenta con algunos proyectos francamente interesantes. Con una propuesta de llevar la cultura y el arte a entornos sanitarios, ha sacado adelante esta colección de relatos cortos realizados por figuras de primera línea del cómic en nuestro país, centrados en la pandemia del Covid-19. Con la intención de realizar exposiciones con su contenido por diferentes hospitales y comunidades rurales, ahora se asocia con la editorial Astiberri para sacar también una edición en papel donde podamos ver este interesante trabajo. Efectos secundarios. 19 historietas del Covid  recoge los 19 trabajos de autores como Paco Roca, Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, Carla Berrocal o Javier Olivares, entre otros.

Las historias recogidas en esta antología no tienen una temática fija, ni siquiera un formato. La mayor parte están realizados en formato de cómic, pero también hay ilustraciones, imágenes abstractas o cómics al más puro estilo 13 Rue del Percebe  donde toda la acción se recoge en una sola viñeta. Igualmente, los autores tienen la libertad de contar lo que quieren, bien sea esa necesidad de contacto físico que hemos tenido en el último año, dar voz a diferentes protagonistas de la pandemia, o cómo ha afectado el Covid en las aulas.

La colección de autores es impresionante: Alfonzo Zapico, Amaia Arrazola, Ana Galvañ, Ana Oncina, Antonia Santolaya, Carla Berrocal, Cristina Bueno, Cristina Durán y Miguel Á. Giner Bou, Javier Olivares, Josune Urrutia, Laura Pérez Vernetti, María Herreros, Martín López Lam, Meritxell Bosch, Núria Tamarit, Paco Roca, Raúl, Sole Otero y Susanna Martín. Cada uno lleva a cabo una pequeña historia que va de la página única a las seis páginas, con una temática libre, salvo el Covid como punto común.

Como suele suceder en este tipo de antologías, hay poco espacio para desarrollar y hay historias que te llegan más y otras que te llegan menos. A mí personalmente me han encantado las de Cristina Durán y Miguel Á. Giner, por contar su experiencia de un traslado de su hija con parálisis cerebral al hospital y la conversación que tienen con la técnico sanitaria de ambulancias durante el camino; la de Ana Oncina, por contar cómo se vive la pérdida de una amiga joven en este sinsentido de pandemia; la de Metritxell Bosch que sintetiza en una sola página la historia de una pareja que se entera de estar esperando un bebé y cómo lo pierden por la infección del Covid (además, con un uso del color francamente inteligente); o la de Josune Urrutia, que se centra en los abrazos y la necesidad de contacto físico que ha surgido durante este año. Pero cada una tiene su punto interesante, y además cada una tiene una temática diferente que permite percibir una visión global de la pandemia.

Y es que tal vez puedan parecer obviedades todas estas historias que vemos, pero cuando dentro de muchos años ya no nos acordemos de mascarillas, distancias de seguridad y confinamiento, esta colección va a ser un documento imprescindible a nivel histórico, que documenta muchos aspectos de una situación que, esperemos, no tengamos que volver a vivir.

La obra está editada en un tamaño ampliado, de 22×31 cm y cuenta con tres artículos introductorios a cargo de Juan Alberto García de Cubas y Marta Espinós, presidente y directora adjunta de la Fundación Cultura en vena, que nos explican el proyecto y cómo consiguieron sacarlo adelante; Álvaro Pons, como director de la Cátedra de Estudios del Cómic; y Mónica Lalanda, como coordinadora del Movimiento Medicina Gráfica y directora del máster en Medicina Gráfica.

En definitiva, Efectos secundarios. 19 historietas del Covid  es una antología de relatos que giran en torno al Covid, realizado por profesionales del sector de primerísima línea y que aportan una visión global de la situación que vivimos, y muestran a su vez las posibilidades narrativas y artísticas que tiene el cómic como arte. Una colección de relatos que muestran la incertidumbre, el miedo al cómo irá todo, y cómo conseguimos adaptarnos a una situación para la que nadie estaba preparado.

Lo mejor: La variedad de voces, estilos y temáticas de los relatos. Algunos son francamente emotivos e interesantes.

Lo peor: Como cualquier antología de relatos cortos, se te puede quedar corto y echar en falta una trama más desarrollada.