Bajo el sonoro título de Easy Breezy, Nuevo Nueve publica por primera vez en España una obra de Yi Yang, una joven autora china afincada en Bolonia. Easy Breezy no es su primer trabajo, ya que lleva publicando en Italia desde 2016 y ya tiene en su haber obras como Aiuto! y Aiuto! – Fratelli o La tasca di mezzanotte.
Easy Breezy nos cuenta la historia de un cúmulo de casualidades que hacen que un delincuente juvenil, su tío no muy espabilado y el empollón del cole, que estaba donde no debía, acaben metidos en el robo de una furgoneta. La cosa se complicará cuando aparezca una niña en la furgoneta y se den cuenta del lío en el que se han metido.
La historia no deja de ser un corre-que-te-pillo sin demasiadas dobleces y, aunque hay arcos de personaje claros, tampoco se pone demasiada carne en ese asador. Donde Yi Yang pone todo lo que tiene es en mover esta historia tan simpática como trepidante. Por la premisa y los chascarrillos entre los diferentes protagonistas podría recordar en cierto modo a Tokyo Godfathers, pero sería como coger el film de Satoshi Kon, meterlo en una peli de Guy Ritchie y pasarlo a toda velocidad.
Pero sin duda la gran estrella de Easy Breezy es el modo en que se cuenta con dibujos. Lo primero que llama la atención es el peculiar aspecto del estilo de Yi Yang. En sus formas feístas y abigarradas y sus líneas quebradas sin mancha ni jerarquía de grosores, se pueden ver semejanzas de los más insólitas. Pueden verse tintes de Katsuhiro Otomo o Taiyō Matsumoto o ecos de clásicos como Tezuka o Shigeru Mizuki, mezclados con estéticas tan opuestas como el Frank Miller del Dark Knight Returns o incluso Gipi. Esta mezcla de lo más curioso unida a un color de paleta muy restringida y desaturada, pero repleto de textura, le dan a Easy Breezy una identidad única.
Pero el estilo gráfico no es todo, ya que antes hablábamos del ritmo frenético y es que, cada vez que puede, esta autora no se corta en forzar las perspectivas, usar angulaciones loquísimas, hacer efectos de ojo de pez, deformar las expresiones de los personajes hasta lo grotesco… con lo poquito que pasa en este tebeo, es impresionante lo intenso que resulta todo.
Tal vez lo más negativo de Easy Breezy es que un estilo tan over the top y arty puede crear una idea preconcebida equivocada de lo que nos vamos a encontrar dentro, pero por sencilla que sea la premisa y el desarrollo, resulta una lectura amena y gráficamente termina por resultar muy refrescante.
Desde Easy Breezy, Yi Yang no ha parado de publicar y, además de sus trabajos anteriores, ahora tenemos otros como Deep Vacation, One day without name and one year without us o Vermin Coil, el cómic que en el que está trabajando actualmente para Leviathan Labs, con lo que es más que probable que aunque Easy Breezy sea su primera obra en llegar a España, ni mucho menos sea la última.