-Vamos, Ian, termínate el vino y te acompaño a tu cuarto. Lo sé, lo sé. No necesitas contármelo. En la guerra, solamente hay verdugos y víctimas…

Saludos, mis queridos lectores. Tenemos hoy en las manos una nueva entrega de las aventuras de joven (que no realmente aventuras juveniles) de nuestro Dragonero favorito. Y como siempre, tendremos un mensaje antibelicista porque la guerra es el infiero, seas o no mercenario o soldado.

Stefano Vietti nos trae un guión incluso mas deprimente y sinsentido que lo habitual en la serie. Y cuando digo sinsentido, no me refiero a que no tenga sentido, sino a que trata de los sinsentidos de la guerra. No es solamente que les pasen cosas horribles a los protagonistas (oficialmente mercenarios, pero ya se sabe que en las nieblas de la guerra a menudo se confunden con ladrones, asesinos y otras cosas) sino que hay gente que simplemente por vivir sufrirá las consecuencias de la guerra que normalmente olvidan contar las gloriosas Crónicas Oficiales.

Como la mayoría de tomos de esta serie, pienso que podemos leerlo suelto o fuera del orden oficial. Con la excepción del primero, donde se nos presenta por encima a los personajes  principales del reparto, el resto son historias de guerra, saqueo y muerte que realmente podrían haber pasado en cualquier orden.

Esto es a la vez una ventaja y una desventaja.

Por un lado, me he leído este tomo con mucho retraso (si,si, sé que salió el año pasado, pero no me dan las horas del día para leerlo todo) y aún así no he necesitado repasar ninguno de los anteriores. Tenemos a Ian y a su lado y luego a todos los tonos de negro que son sus compañeros mercenarios.

Pero por otro lado, si te saltas un tomo de la serie posiblemente  no te enterarás. O si lo coges de la estantería sin mirar si estás siguiendo el orden correcto. Hay una cronología interna, pero está oculta bajo la sangre y los montones de muertos.

Una cosa que me gustaría comentar es la velocidad a la que se lee este tomo. Realmente todo pasa muy rápido, sin tiempo para pensar o reaccionar. Una cosa lleva a la otra y…

También hemos de mencionar que tras el tebeo, tenemos un relato de mismo autor. Que tampoco es que sea la descripción de una alegre jornada de picnic con los amigos en el campo, si me entendéis… No tenemos material adicional sobre el mundo de Dragonero en esta ocasión.

El dibujo que nos ofrece Alessandro Vitti es  sucio y poco definido. Me quedo con la sensación de que ha prefirido centrarse en los personajes con primeros planos y muchas viñetas de sus caras más que presentarnos una historia de acción. Por supuesto que tendremos combates, luchas y muertes; pero son algo que rodea a los personajes más que el centro de la narración.

Pero no penséis que esto nos librará del gore y de la crueldad de la guerra. De eso nada, ya os lo digo yo ahora,mis queridos lectores. Junto al color de Paolo Francescutto, lo que nos ofrece el dibujo es una idea de ambiente, de atmósfera. Los personajes quedan como diluidos en medio de ese tono rojo o rosa de la sangre.

Este efecto se repite, por ejemplo, en las escenas de interior que veremos en esta historia.No quiero destriparos nada (para eso ya están los soldados, destripándose unos a otros por ya no recordamos qué razón), pero tendremos ambientes llenos de iluminación (no quiero decir luz, porque hay un tono siempre sombrío) donde, sin embargo, los personajes no destacan, no se diferencian demasiado. Como si simplemente estuvieran ahi, como si solmaente fueran piezas de un juego mayor.

Verdugos o víctimas.

La traducción corre por cuenta de Jesús Huguet.

¿Por qué leer Dragonero: Sinalma: Víctimas?

Buscas una visión realista de la guerra fantásticomedieval. Que puede ser cualquier guerra de nuestros días sin demasiadas diferencias.

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Una historia dura y deprimente.