Saludos desde algún lugar lleno de muerte en las junglas sin nombre que rodean a este rio sin final, queridos lectores. Ya no sé ni cuantos días llevamos rechazando los ataques de los salvajes y los monstruos que habitan entre los árboles infinitos. Nuestro único consuelo es leer por turnos el tomo de Dragonero: Sinalma: Jungla que tenemos a bordo y…

Bueno, quizás he exagerado un poquito, pero un poquito nada más. Tenemos una nueva entrega de las aventuras mercenarias de Ian. Y en esta ocasión es un tomo muy jugoso para el lector (en cambio, para los personajes es solamente un montón de putadas diseñadas por el guionista :-)).

Luca Enoch nos trae una historia llena de tramas interesantes. Tanto sobre los personajes como sobre el mundo que se nos muestra a través de las dos colecciones de Dragonero. En el guión de este tomo encontratemos la típica aventura violenta de los mercenarios. No me atrevo a llamarla exactamente “aventura militar” porque no son realmente un ejército regular.

Tendremos también referencias a “los que han vuelto”. Si, en este mundo hay quien vuelve de la muerte. Tendremos referencias sueltas a lo largo del tomo, semillas de futuras historias que adivinamos importantes.

Y estando metidos en el ajo los Sinalma, tendremos muerte, violencia, violaciones, traiciones, más muerte, venganza, ¿justicia? y aún más muerte.

Con algo de odio, para darle sabor a la historia.

Hablando de la historia, damos por supuesto que los tomos se desarrollan de forma cronológica. Pero quizás no sea así. Cada tomo cuenta una pequeña historia sin referencia directa a las demás. Tal vez estamos ante los recuerdos que Ian nos cuenta, uno diferente cada noche, según le vienen a la cabeza.

Esto permite que, realmente, podamos leer los tomos en cualquier orden o como lecturas sueltas.

Manolo Morrone se ha encargado del dibujo, mientras que a Paolo Francescutto le debemos el color.

Su trabajo nos introduce en un ambiente opresivo y agobiante. Incluso las escenas a pleno sol nos resultarán inquietantes y con una violencia latente que no nos abandona ni en una sola viñeta. Y las escenas nocturnas o las que transcurren en esa falsa noche que existe bajo las ramas que no dejan pasar nunca al sol, ya ni os digo.

Este ambiente es lo que se ha buscado y primado, sacrificando para ello muchos detalles y rasgos definitorios de los personajes secundarios.

Pasemos a la edición. 12 páginas de extras, incluyendo como siempre bocetos e información de contexto sobre el mundo. Y es aquí donde podemos quejarnos algo de este tomo, porque se ha puesto un fondo verdoso tanto para los textos como para los bocetos. Negro sobre verde es una combinación oscura como la historia narrada (y que quizás hace referencia al verde de la jungla que sale en el título) pero no son los colores con un contraste más fuerte del mundo.

La lectura de los textos de extras es sencilla y correcta, pero los dibujos a veces quedan demasiado oscuros.

La traducción es obra de Jesús Huguet.

Y hablando de traducciones, parte de los extras de este tomo son un vocabulario básico de la lengua franca de los enemigos. Y permitidme, queridos y comprensivos lectores, que termine esta reseña con una duda de lector y fan. ¿Serán los gules que aquí aparecen la misma especie que los necrófagos de la serie madre?

¿Por qué leer Dragonero: Sinalma: Jungla?

Las diferentes tramas de este tomo son interesantes, tanto para los personajes como para profundizar en el mundo. Los extras, por supuesto.

¿Por qué no leer Dragonero: Sinalma: Jungla?

Las historias son muy oscuras y duras. No hay felicidad ni finales felices aquí.