“Estoy escribiendo la reseña del cuarto tomo de Dragon Quest: The adventure of Dai”. Tengo que releer esta frase, decirla varias veces en voz alta y echar un ojo a la izquierda del teclado para comprobar que no, no es un sueño. Después de montón de tiempo estamos pudiendo disfrutar de Las aventuras de Fly en castellano en su edición definitiva.
¿Dai o Fly?, ¡qué más da!
Para todos los que crecimos a caballo entre finales de los ochenta y principios de los noventa, ver cada tarde Dragon Ball era más que una tradición o costumbre, ¡era una puñetera religión!. El cabreo que agarramos cuando, al menos en mi caso, Telemadrid canceló su emisión ante las quejas de las asociaciones de padres fue algo monumental.
Ninguna serie podría compararse a la obra maestra de Akira Toriyama. Eso era algo que teníamos claro. Aún con esas, las cadenas de televisión lo intentaron con Dragon Quest: The Adventure of Dai o, como la conocimos por estos lares, Las aventuras de Fly. Ya en su momento el tufillo a Goku y cía era inconfundible. Para mucha gente fue una copia descarada. Para un servidor fue una serie de aventuras la mar de disfrutable. Aparentemente el anime tuvo cierto éxito en España, por lo que Planeta se lanzó a publicar el manga en formato grapa, a imagen y semejanza de Dragon Ball, pero su aventura no duró mucho y nos quedamos sin cómic de Fly en el número cincuenta, que equivaldría al tomo trece de los treinta y siete que tuvo la colección en formato Tankoubon.
Al anime de Dai no le fue mucho mejor, pues también fue cancelado en Japón tras medio centenar de episodios debido a que su producción era demasiado costosa. Recientemente se ha realizado un remake de la obra que, ahora sí, ha adaptado el manga al completo en cien capítulos que podéis encontrar en Crunchyroll. También podemos disfrutar de la edición definitiva en formato Kanzenban de mano de Planeta Cómic.
Dragon Quest: The adventure of Dai. ¡Ahora sí!
Fue en el lejano año 2008 cuando la editorial catalana anunció que se había hecho con los derechos del manga de Riku Sanjo y Koji Inada que rescataba de varios juegos de Dragon Quest clásicos de NES (el origen de este universo tuvo lugar precisamente en la consola de 8 Bits de Nintendo). Sin embargo, las negociaciones se enfangaron por un tema de derechos durante muchos años hasta que, finalmente, con motivo del Salón del Manga de 2021; se anunció que a partir de abril del pasado año 2022 podríamos hacernos por fin con este fantástico shonen de aventuras publicado originalmente por Shueisha. Tuvimos un nuevo susto y quien dice abril dice noviembre, pero aquí estamos ya, con cuatro tomos publicados y mucha ilusión por ver cómo se desarrolla la historia.
Ah, esto era la reseña del cuarto tomo, ¿verdad?. Disculpadme, se me ha ido un poco la mano dando contexto a la obra. Con este volumen llegamos casi a la conclusión del primer gran arco de Dragon Quest: The adventure of Dai titulado “Los discípulos de Avan”. En las páginas presentes presenciaremos el dramático encuentro de Dai, Popp y Maam contra Flazzard, el comandante de la legión Pirohielo. Destacar que, llegados a este punto, la obra ya hace suyas muchas reglas de los clásicos videojuegos RPG como son los nuevos ataques especiales, las subidas de nivel o las continúas sorpresas en el desarrollo de la historia. No obstante, estos elementos están insertados de manera completamente orgánica en el argumento.
También es notoria la influencia de la mencionada Dragon Ball. Hay claros paralelismos con las sagas de Piccolo Daimaoh y el Ejército del Lazo Rojo, cuyos desarrollos evocaban a los mecanismos del típico videojuego donde cada fase estaba coronada por un final boss, a cada cual más poderoso que el anterior. Por no mencionar al nuevo maestro que entra en acción, cuyo comportamiento (y vicios) es claramente el del mítico maestro Muten Roshi.
Así pues tenemos una ración de épica desmedida, batallas salvadas in extremis, grandes momentos, compañerismo a tope, revelaciones, traiciones y semillas de lo que está por venir. Todo esto salpimentado por el atractivo dibujo de Koji Inada que, lo habéis adivinado, también recuerda mucho al de Akira Toriyama para Dragon Ball. No seré yo quién se queje de esto, desde luego. Ojo a esas páginas centrales a todo color, una gozada.
¿Merece Dragon Quest: The adventure of Dai el estatus de obra de semiculto? Eso lo tendrá que decidir cada lector. Este manga no es especialmente novedoso, tampoco pretende ser rompedor. Sin embargo, al menos por el momento, ofrece una dosis de lectura adictiva que te deja deseando leer el siguiente tomo y pensando que su periodicidad trimestral es algo excesiva.
No quiero terminar sin recomendar la sección de extras que incluye cada volumen, consistente en una completa enciclopedia de hechizos, fichas de personajes o curiosidades como la encuesta de popularidad realizada en su momento en la Shonen Jump.