Pipío es un joven normal, con una vida normal y un trabajo normal… Hasta que llega Dorita, un robot del futuro, y se entromete en sus asuntos. A partir de ese momento, la vida de Pipío dará un giro brusco en el que el caos y la locura se convierten en algo cotidiano. Dorita es una salvajada detrás de otra, fruto de la unión de las mentes tras obras tan dispares como Tractor Who y Los Señores Formas. ¿Qué podría salir mal?
El género de la parodia manga siempre ha dado buenos resultados. Recordemos Dragon Fall (premio del Salón del Manga de Barcelona 2016 al mejor manga español) y Raruto. Ahora le toca el turno a Dorita, una parodia de la archiconocida Doraemon que, si bien puede que no sea la primera, sin duda será la más llamativa. Los autores son Cristian Timoneda, miembro del colectivo fanzinero Ruleta Rusa e Iván Roca, la cara adulta detrás de cómics como Los Señores Formas (recopilado en tomo por Edicions De Ponent en 2013).
¿Y qué es Dorita? Es la versión inversa y chunga de Doraemon, donde el protagonista. un joven llamado Pipío que trabaja en una mensajería y tiene la vida más o menos resuelta, recibe la visita de un robot del futuro, Dorita, que en vez de solucionar sus problemas, los crea o empeora. Esto da origen a un sinfín de situaciones absurdas y disparatadas, al más puro estilo de la escuela Bruguera, fruto de los estúpidos inventos que Dorita saca de su… ojete mágico.
No os dejéis engañar por la premisa infantil y el estilo chusquero. Ahí donde le veis, este manga ha sido Nominado a Mejor Manga Español en los premios Heroes Manga Madrid 2018, Nominado a Autor revelación (Timoneda) en los premios Heroes Manga Madrid 2018 y Nominado a Mejor Manga Español en los premios del XXIV Salón del Manga de Barcelona 2018. Nos encontramos ante un cómic que destroza nuestra infancia mostrándonos la cara oculta de Doraemon en forma de un robot egocéntrico y desconsiderado, que sólo accede a “ayudar” a Pipío porque le da de comer.
Las historias de este volumen tienen una duración de 7 páginas cada una y son autoconclusivas, aunque la trama de Dorita y Pipío se mantiene a lo largo del tomo, lo que nos recuerda a los clásicos de Mortadelo y Filemón o Superlópez. No en vano Timoneda se ha inspirado claramente en los tebeos Bruguera para dar el toque maestro a este tebeo. Si queréis ver lo que la perturbada mente de Timoneda es capaz de hacer con un clásico de la infancia como es Doraemon, no os perdáis este Dorita. Vuestros descendientes del futuro os lo agradecerán.
