Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Dominio Público 1: Errores del pasado

Dominio Público 1: Errores del pasado
Guion
Chip Zdarsky
Dibujo
Chip Zdarsky
Traducción
Diego de los Santos
Formato
Cartoné. 128 páginas. Color
Precio
17,95€
Editorial
Planeta Cómic . Abril 2024
Edición original
Public Domain #1- 5 (image)

Chip Zdarsky, nom de plume de Steve Murray, es uno de los autores de moda en el panorama del cómic americano mainstream. Acaba de cerrar una exitosa etapa en Daredevil y es ahora mismo el guionista de Batman. Sin embargo, no parecen tener el mismo éxito comercial sus trabajos creator owned, como Sex Criminals o Stillwater, que es donde probablemente lo podemos ver más en forma, y sólo os digo que ojalá sus trabajos en la majors fuesen la mitad de buenos que Dominio Público 1: Errores del pasado.

Dominio Público 1: Errores del pasado

Y no es que sus trabajos en Marvel y DC sean poca cosa. Tiene obras brillantes, como Spiderman: Toda una vida, pero creedme que Dominio Público está a otro nivel. Afortunadamente la crítica sí está de su lado y el año pasado ganó el Premio Eisner a la mejor serie nueva por este título, que también le valió una nominación como mejor guionista, aunque se quedara a las puertas.

Trataremos de dar una idea de sinopsis de Dominio Público 1: Errores del pasado, pero creedme que no es uno de esos tebeos en los que un resumen pueda darnos una idea de lo que estamos a punto de leer. Todo empieza con Miles Dallas, un escritor frustrado del que pronto descubriremos que no es del todo el protagonista y mucho menos el héroe de esta historia. A través de él conoceremos a su tarambana hermano Dave y a sus padres, en especial su padre, Syd Dallas. Syd fue uno de esos dibujantes currantes pegados de sol a sol al tablero de dibujo, que siempre ignoraron la dimensión de lo que estaban creando. Ahora su obra, El Dominio, es una franquicia millonaria con su propia saga de películas, pero Syd se contenta con disfrutar de ellas cuando le invitan en los estrenos y le ignoran en el photocall. Será entonces cuando aparezca, por azares del destino, un documento que certifica que él es el propietario de su creación y aquí es donde arranca Dominio Público.

Dominio Público 1: Errores del pasado

En cualquier caso, la base de Dominio Público está en sus personajes; en sus chispeantes diálogos, en cómo subvierten nuestras expectativas, sus caracterizaciones tan quirúrgicamente precisas como livianas de digerir, sus aristas, su humor y su drama. Zdarsky está aquí al 100% con unos personajes que, con sus luces y sus sombras, acaban tocándonos la patata de una u otra forma. Incluso los personajes más negativos como cierto veterano guionista estrella con el nombre aliterado o la mandamás de Singular Cómics, la millonaria compañía que explota al Dominio, desbordan carisma a su manera.

El hecho de que aquí Zdarsky sea autor completo es un componente fundamental porque incluso cuando había tanta sinergia — y tal vez más colaboración en el guion de lo que creemos — en obras como Sex Criminals, el hecho de que guionista y dibujante sean la misma persona influye en que esta potencia de los personajes venga desde el propio diseño de los mismos. No sólo es la estética, sino que su propia mecánica corporal misma funciona en una sintonía perfecta con los diálogos e incluso con cómo se interrelacionan con el resto del reparto en una sintonía tan perfecta, que cuesta creer que Zdarsky lo haya podido planear de manera consciente. Es el tipo de tebeo que, por su frescura y facilidad de digestión tienen que surgir de una víscera distinta del cerebro.

Dominio Público 1: Errores del pasado

Y habrá hueco para un cierto contenido crítico para con la industria del cómic, sus puyas y su ácido, pero Dominio Público es sobre todo una historia tremendamente fresca y cálida, a la vez, por paradójico que pueda sonar.

Cuando llegamos al final de este tomo, tenemos a la familia Dallas a punto de meterse en una aventura, que nuestro Pepito Grillo interno nos advierte que probablemente esté abocada a despeñarse al absoluto fracaso, pero queremos saber más, seguirlos y, si es preciso, estrellarnos con ellos. Dominio Público es un tebeo que nos hace terminar con el depósito a tope de esperanza y con ganas de saber que destino le depara a los Dallas, no por lo que les pase, sino porque les pasa a ellos.