En el pasado, Wade ha apostado muchas veces su vida a doble o nada, pero esta vez es diferente. Cada mala decisión, cada traición, cada chiste de mal gusto… ha llevado a esto: todos quieren acabar con Masacre y tienen buenos motivos. Y tal vez lo consigan. Así acaban cinco años del Mercenario Bocazas.
Asistimos aquí al fin de la etapa de Gerry Duggan (Masacre Vol. 3, Batman: Vigilancia nocturna) al frente de la colección de Masacre, y se despide por todo lo grande, dejando atrás la cabecera llamada El Despreciable Masacre, y retomando el título (e incluso la tipografía del mismo) original, con una nueva numeración, que acaba de salir a la venta este mes. Vamos, que más fácil no se lo podía poner a su sucesor Skottie Young (I hate Fairyland). Los números 207-300 USA, recopilados en los 30 y 31 de Panini Comics para España son la despedida de Duggan, y engloban el arco argumental llamado El Universo Marvel mata a Masacre, en un claro homenaje a las dos series limitadas publicadas aquí bajo el título Masacre mata al Universo Marvel y Masacre mata al Universo Marvel otra vez.
Wade Wilson ha soportado prácticamente todo lo que podía soportar. Ha perdido familia y amigos, ha asesinado al agente Phil Coulson siguiendo órdenes del Capi Hydra y ha arruinado la vida de muchas personas. Tras el aparente fracaso de su intento de redención, Wilson decide acabar con todo, y pone precio a su propia cabeza: 20 millones de dólares (americanos, que los canadienses valen menos). Esto hará que media comunidad de supervillanos y mercenarios se lancen a la caza del que anteriormente consideraban uno de los suyos, aunque algo especialito. El problema es que semejante proliferación de cazarrecompensas hace que aumente la violencia en las calles, y esto pondrá en alerta a los superhéroes que, en algún momento, han tenido contacto con él: Capitán América, Daredevil, los Mercenarios por dinero, Héroes de Alquiler, Domino… ¡Y hasta los Vengadores!
Lo que en las miniseries anteriores era una realidad alternativa en la que Masacre se hacía consciente de su situación como personaje de cómic, esta historia es auténtica y en continuidad. El hecho de que Masacre quiera morir no quiere decir que quiera dejarse matar. Parafraseando el clásico chiste del psiquiatra de Forges:
– Psiquiatra: En la anterior sesión me dijo que sus padres eran Ava Gardner y Albert Einstein y hoy dice que fueron Zsa Zsa Gabor y el Fary. ¿En qué quedamos?
– Paciente: En que usted me cobra a 7.000 la hora, pero se las va a currar.
Así, asistimos a los combates entre Masacre y Juggernaut, Bullseye, el Supervisor, ¡incluso con un tío en silla de ruedas que no es Charles Xavier! Y luego, claro, aparecen el Capitán América y los agentes de S.H.I.E.L.D. Preston (convertida en SDV) y Adsit (exiliado a los Nova Corps), que tampoco consiguen detenerle. Es el turno de los Vengadores, contra los que Masacre se ve obligado a utilizar la poderosa arma que le entregó una prostituta alienígena en la colonia espacial Sapiencial, con hilarantes resultados. En serio, pocas veces me he reído tanto con un cómic de superhéroes como con esto. ¿Humor inteligente? No, aquí son más de chistes de vómitos. ¿Queréis saber cómo vomita Iron Man dentro de su armadura? ¿Y Ms. Marvel? ¿Y la Avispa? Aquí lo tenéis todo. A vuestra salud.
Al guionista Gerry Duggan, que ha llevado las riendas de la cabecera durante los últimos cinco años, le acompaña aquí el dibujante Mike Hawthorne, cuyo dibujo es idóneo para las barbaridades y salvajadas ideadas por Duggan. Juntos nos traen el mejor posible para esta etapa, algo agridulce a decir verdad, pero que deja el terreno allanado para el siguiente equipo creativo. Un arco argumental publicado en dos grapas de 72 páginas cada una por Panini Comics en los números 30 y 31 de la serie regular, y que se puede leer independientemente aunque no se haya seguido el resto de la historia. Recomendado para los amantes del humor escatológico y los que quieran ver humillada a la plana mayor del Universo Marvel.