Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Demon, de Garth Ennis (1 de 2)

Conocí a Etrigan en los lejanos tiempos de Zinco, como uno de los personajes secundarios de La Cosa del Pantano de Alan Moore. Tiempo después, allá por 1992, volví a encontrarlo en Demon vs Lobo, una serie limitada de cuatro números que enfrentaba al demonio rimador con el muy de moda por entonces Último Czarniano. Esos números eran las partes cuatro a siete de una historia más larga llamada Apocalypse Now. Pero, eh, Lobo no aparecía en los primeros tres números, así que para qué. En fin, y luego te encuentras gente que dice que Zinco es la editorial que mejor ha editado DC en España, un mantra tan repetido y que tiene tanto sentido como que el doblaje español es el mejor del mundo.

El caso es que esa miniserie me gustó, pero ver el resto de la colección editada en castellano era una utopía. Años después, cuando Planeta recuperó en un tomo la espectacular miniserie que redefinía al personaje realizada por Matt Wagner -que venía a ser su equivalente al Hombre de Acero para Superman o a Año Uno para Batman- mi interés por el personaje se reavivó, y a la vista de que ni Zinco ni Norma lo habían editado y Planeta no se decidía, recurrí al mercado de importación para hacerme con la etapa completa de Alan Grant. Esta serie tenía un toque humorístico que el guionista escocés, acompañado de nuevo por Val Semeiks, retomaría en la serie regular de Lobo. Y ahora ECC recopila la etapa de Garth Ennis en dos tomos, justo los posteriores a los que yo tenía. El completista que llevo dentro está contento.

demon garth ennis

Contiene:The Demon núm. 40, 42-49 y Annual núm. 2 USA
Guión: Garth Ennis
Dibujo: John McCrea
Formato: Cartoné, 296 páginas.
Precio: 29.50 €

El relevo

Tras la salida de Alan Grant en el número 39 de la serie, el editor Dan Raspler se puso en contacto con el recién llegado Garth Ennis para ofrecerle los guiones de esta serie. Hasta ese momento, la carrera americana del escritor irlandés acababa de comenzar, y la única serie en la que había trabajado al otro lado del charco hasta el momento era Hellblazer, lo que le hacía un buen candidato para encargarse de una colección protagonizada por un demonio con un toque de mala baba.

Pero Ennis no es un tipo al que le puedas pedir humor blanco. Cierto, Etrigan es un demonio del infierno, pero en la época de Alan Grant, tenía toda una corte de personajes secundarios que aumentaban el tono cómico de la serie. Glenda, la novia de Jason Blood, Harry el cojín humano, Klarion el niño brujo, Randu… De hecho, la imagen de Etrigan plasmada por Val Semeiks es un tanto simpática. Demasiado amable, incluso, para ser una criatura infernal.

El nuevo equipo creativo deja de manifiesto desde su primer número que su labor no viene a ser continuista. Y el aspecto cómico de Etrigan en los lápices de Semeiks (y de su sucesor, Rich Hedden) cambia por uno mucho más inquietante en manos de John McCrea. Más demoniaco.

demon garth ennis y alan grant

A la izquierda, el Etrigan de Alan Grant y Val Semeiks. A la derecha, el de Garth Ennis y John McCrea.

También en los guiones se hace evidente la nueva dirección. Garth Ennis no prescinde por completo de los secundarios que pululaban por la serie en la época de su predecesor, pero sus apariciones son mucho más esporádicas y sirven para darle un toque más dramático a la vida de la mitad humana del personaje. De lo que sí prescinde, en cambio, es del trasfondo artúrico del personaje. No se niega, pero se ignora por completo en esta nueva versión más demoniaca de Jekyll y Hyde. No perdemos -del todo- el humor que caracterizaba la serie, pero se vuelve un humor más oscuro. Más violento. Más desagradable. Más Ennis, en definitiva.

Las historias

Empieza el tomo con una historia autoconclusiva que sirve de declaración de intenciones. Etrigan se enfrenta a una panda de moteros, y tras posesiones, palizas y mutilaciones varias, acaba con ellos. La típica historia que parece que no aporta nada, pero es un eficaz resumen de lo que nos vamos a encontrar a partir de aquí.

Seguimos con el segundo anual de la colección. Este número perteneció en su día a uno de aquellos eventos que interconectaban todos los anuales de la editorial. El de 1993 se llamó Bloodlines, y trataba de unos alienígenas que venían a la tierra a chupar líquido cefalorraquídeo humano. Algunas de sus víctimas adquirían poderes en este tránsito y supuestamente iban a ser nuevos personajes habituales de la editorial. Y, oh, sorpresa, casi ninguno de los personajes tuvo la más mínima aceptación. Y digo casi, porque el personaje presentado en el segundo anual de The Demon tuvo aceptación, apariciones en la Liga de la Justicia y hasta su propia colección. Estamos hablando, por supuesto, de Tommy Monaghan, Hitman.

Tommy Monaghan no fue un personaje genérico, de usar y tirar, creado para cubrir el expediente. Garth Ennis incorporta a Hitman al elenco de personajes secundarios de la serie, y coprotagoniza la segunda historia de este tomo, El Sicario del Infierno. Aquí, Remiel y Duma, los ángeles que gobiernan el Infierno después de los sucesos que contó Neil Gaiman en Estación de Nieblas, contratan a Etrigan como sicario a las órdenes de la nueva gerencia para meter en vereda a demonios renegados y demás bichos de mal vivir. Pero Asteroth, su primer encargo, tiene más recursos de los que se esperaba y Etrigan necesita ayuda. Así, en esta primera saga larga nos encontraremos con un team up entre Etrigan y Hitman que servirá de auténtico inicio de la etapa de Ennis en la serie del Demonio y de prólogo a la futura serie de Hitman que vería la luz un par de años después.

La segunda historia larga que incluye este tomo es Vieja Gloria Encantada, en la que Ennis recoge otra de sus grandes pasiones, y son las historias bélicas. Sólo falta una historia del IRA en este volumen para ser un manual completo del autor. En tres números rescata del olvido al Tanque Encantado, un tanque que iba acompañado del fantasma de un general confederado del S. XIX que protegía al piloto, su descendiente. Etrigan recupera el tanque y hace que la tripulación se meta dentro de nuevo para combatir a un ejército de nazis zombis que vienen a traer el Cuarto Reich. Lo dicho, Ennis puro.

Ediciones previas

Estos números fueron editados por la anterior licenciataria de DC, Planeta de Agostini, dentro de su línea Universo DC, aquellos tomos de tamaño reducido, pero en una versión de la cabecera de menor número de páginas, equivalente a los Clásicos DC que salieron a color. En la edición de Planeta no se incluyó el anual en el que se presentó a Hitman, con lo que en la lectura de este tomo el personaje aparecía de la nada sin saber de dónde había salido, porque se destinó al primer tomo de la serie Universo DC que tuvo el personaje. En la colección de Monaghan, por cierto, no se incluyó la historia El Sicario del Infierno, con lo que tampoco es que fuera precisamente una edición completa y cronológica del personaje.

Podemos decir, entonces, que este tomo de ECC sí que es una edición completa y correcta de la etapa Ennis en esta serie.

La traducción

Hay que reconocer que traducir un personaje que habla constantemente en verso  debe ser, poco más o menos, un infierno (no pun intended). En general, aceptando como inevitable la rima asonante para conseguir una mayor fidelidad a los diálogos originales, se ha hecho un trabajo aceptable, aunque haya rimas que van de unas viñetas a otras que se han despistado. Por ejemplo, en el número 40, el primero del tomo, se ha traducido “You think you are the tough guy outsider (…) Look out world, here comes Toast Rider” por “Te crees que eres el tipo más duro (…) Atención, todo el mundo, aquí llega el Motorista Cataplasma”.

Qué tiene que ver una cataplasma con algo que está ardiendo es algo que ya se me escapa, eso sí.

Y ya que estamos hablando de traducción, el líquido cerebroespinal me ha rechinado un poco (debería ser cefalorraquídeo), y decir que I Will Always Love You es una canción de Whitney Houston nos ha hecho llorar a Dolly Parton y a mí. Perderse sin una mención las referencias a Bat Out Of Hell de Meat Loaf o a Achtung Baby de U2 (traducido aquí como Achtung, colega) también entristece un poco. Pero quizás el momento más duro ha sido la traducción de “For just a moment I recalled the glories of 1940 until the Ivans sent us all to hell” como “Durante un momento, me puse a recordar las glorias de 1940 hasta que Ivans nos envió a todos al infierno”, en lugar de “hasta que Iván nos envió a todos al infierno”. Aunque también muestra muy poquito cuidado la expresión “los mendigos no pueden elegir”, traducción literal y muy poco inspirada de la frase hecha “beggars can’t be choosers”, que habría quedado mejor como “al hambre no hay pan duro” o “a falta de pan buenas son tortas”.

En resumen…

No se puede decir que The Demon es una de las obras mayores de Garth Ennis. No está ni de lejos a la altura de su Hellblazer, una de las cimas en el currículum del autor, y en este momento de su carrera aún no ha depurado su técnica tanto para alcanzar el nivel que veríamos después, llegando a su cumbre en sus historias bélicas o en la serie del Castigador publicada bajo el sello MAX. Pero aún así, gran parte de sus señas de identidad están aquí presentes. Es, por tanto, una compra muy recomendable para todos los completistas del guionista irlandés, que además sirve como un prólogo perfecto a la serie de Hitman. ¿Quizás podamos verla en un futuro en este mismo formato? Mmm. No sería ninguna mala idea.