Es la hora de las tortas!!!

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Daredevil de Chip Zdarsky 11-12: Inferno + Annual 1

Daredevil de Chip Zdarsky 11-12: Inferno + Annual 1
Guion
Chip Zdarsky
Dibujo
Marco Checchetto, Manuel García, Chris Mooneyham
Tinta
LeBeau Underwood
Color
Mattia Iacono, Rachelle Rosenberg
Formato
Grapa 24 /32 páginas a color
Precio
2,85 / 3.50 EUR c/u
Editorial
Panini Comics. 2020
Edición original
Daredevil 19-20, Daredevil Annual 1 (2020)

La Cocina del Infierno está al límite, colgando de un hilo, y ese hilo es Daredevil. Mientras tanto, El Búho orquesta su engaño y el Alcalde Wilson Fisk contempla cuanto ocurre desde la barrera. En medio del caos, ha llegado el momento, después de todos estos meses de tribulación, de que Matt Murdock descubra el verdadero significado de lo que es ser Daredevil.

Tras unos números en los que el guionista Chip Zdarsky ha ido poniendo sobre el tablero de juego que es la Cocina del Infierno todas las piezas de su guerra de bandas, llegan dos números en los que sólo hay sitio para la acción más desenfrenada. Los hermanos Stromwyn pretenden pegar un pelotazo inmobiliario en la Cocina del Infierno haciendo que se devalúen las propiedades, y así comprarlas a precio de saldo. Para ello usaron la influencia de un gobernador cuya campaña electoral financiaron, consiguiendo que la policía mantuviera las manos fuera del barrio mientras estallaba la guerra de bandas. Para rematar la faena, han enviado a un puñado de “alborotadores”: Calavera, Rino, Bullseye, el Zancudo y Bala, un viejo y muy añorado adversario de Daredevil. El problema es que nadie se va quedar de brazos cruzados: ni los policías, ni Matt Murdock ni los propios vecinos del barrio.

Es curioso que el barrio bautizado como la Cocina del Infierno sea hoy día una zona bastante gentifricada conocida como Clinton, habiendo perdido ya su aspecto y reputación marginal que tenía durante el siglo XX: un barrio duro en el que crecieron famosos italoamericanos como Sylvester Stallone y Mario Puzo, o el mismísimo Frank Miller. Es por ello que la imagen de Daredevil como protector de este conflictivo barrio haya perdido fuerza en los últimos… treinta años. No obstante, es difícil desvincular al héroe del nombre, y está claro que un diablo necesita un infierno. Zdarsky (Sex Criminals, Spiderman: Toda una vida) apenas hace avanzar la trama en estos dos números, concentrándose en la batalla final entre Matt Murdock y los mercenarios enviados por los Stromwyn, con la participación del alcalde Wilson Fisk, los vecinos del barrio y… una aliada sorpresa. Marco Checchetto (El viejo Ojo de Halcón) sigue en su estilo habitual de escenas de acción desenfrenada, pero sorprende aquí además el magnífico color de su compatriota Mattia Iacono, cuya paleta de color desprende una potencia inusitada en las escenas en que vemos arder la Cocina del Infierno: un auténtico Inferno (palabra anglosajona que designa a un incendio descontrolado), que da título al arco argumental.

Entre esta saga y la siguiente tenemos el primer Annual de este volumen de Daredevil, también de la mano de Zdarsky, titulado Un DDía Más. Aun enmarcado en la historia de la colección regular, que toca tangencialmente, se centra en la figura de Mike Murdock. ¿Lo recordáis? Ese gemelo díscolo que Matt Murdock se inventó allá por los setenta para desviar la sospecha de que era Daredevil, y al que Charles Soule y Phil Noto convirtieron en real en la historia La Muerte de Daredevil. Recordaréis que ese Mike Murdock (que no era ciego, puesto que era un duplicado exacto de Matt Murdock de nacimiento, por lo que no comparte su ceguera) siguió deambulando por Nueva York, y aquí le vemos convertido en un delincuente común, acosado aún por lagunas en su memoria. Un problema que pretende remediar usando una Piedra Norn, con la que recreará un pasado hasta entonces imaginario, en el que Mike y Matt Murdock crecieron juntos con un padre boxeador y una madre ausente, para acabar tomando caminos separados. Es una historia, como decimos, tangencial y prescindible, puesto que se limita a inventar un relato de origen de un personaje secundario (tanto que no tiene ni cinco años de vida), introduciéndolo ahora en retrocontinuidad. La sorpresa final, en la que descubrimos quién es Butch, el amigo de la infancia de Mike, la dejamos que la descubran los lectores, porque puede traer cola. El dibujo corre a cargo del español Manuel García (Bloodshot, Tierra de Vampiros), que hace un trabajo más que correcto, acompañado en las escenas de flashback por Chris Mooneyham (Depredador VS Juez Dredd Vs Aliens: Corta y empalma), cuyas páginas tienen mucha más fuerza, con un trazo que quiere recordar en más de una ocasión al mejor John Romita Jr.

Este arco argumental llamado Inferno ocupa los números 11 y 12 de la serie regular de Panini, mientras que el Annual está publicado en su número 14, interrumpiendo el más reciente arco argumental que empieza en el 13. Es, en mi opinión, un arco de transición en el sentido de que la trama no avanza más que para ver cómo Matt Murdock se entrega a la justicia para ser juzgado por el homicidio del ladrón de poca monta Leo Carraro, como vimos en númeos anteriores. Los siguientes números se prevén moviditos. A ver por qué (esperemos) novedoso camino nos lleva Zdarsky, porque lo de meter a Murdock en los tribunales, y no precisamente como abogado, es algo que ya hemos visto antes.