La película del Esquadrón Suicida ha centrado casi toda su promoción en un personaje: Harley Quinn. Un personaje que con el paso de los años ha sido cada vez más querido y ha ido creciendo en importancia hasta tener su propia serie, en gran medida dejando el hecho de ser lo que podríamos llamar una villana (al uso) y pasando a ser una especie de anti héroe, si es que queremos entenderlo así.
Muy bien todo, es genial…
… pero a mí dadme a la Harley Quinn clásica.
No es nada de su personalidad, no, nada de eso. Harley Quinn está desquiciada y punto. Lo está. Una desquiciada generalmente algo payasa con un toque infantil, alejada de su novio (ex) que es el Joker, que más bien tiene una locura peligrosa y digna de temer.
Ella es divertida, alocada y por desgracia dependiente de alguien que no la hacía ningún bien. Luego vuelvo sobre esto.
Pero todo esto me da igual si me cambias su diseño. No es que esté en contra de ello por defecto, la editorial es muy libre de hacer cambios en el traje de tal o cual personaje pero lo ideal sería que en el caso de hacerlo esto fuera para mejorarlo.
No es el caso.
Ni de lejos. ¿Estamos locos?
Veamos. Harley Quinn fue un personaje creado en exclusiva para la prodigiosa Batman: The Animated Series, los dibujos que cambiaron para siempre la forma de concebir la animación de superhéroes, y allí tuvo tal éxito que comenzó a ser vista más veces hasta llegar a protagonizar el cómic (derivado de la serie) Amor Loco.
Una joya de obligada lectura. Una crítica total a las relaciones tóxicas, y no hace falta leer entre líneas, además de ser un relato psicológico en el que se analiza a esta joven, Batman y el nexo entre ambos, Joker, de una forma poca veces logrado. La gran aceptación provocó que posteriormente se adaptara a televisión dentro de la serie cerrándose así el círculo.
En todo este viaje Harley Quinn lucía un precioso diseño de dos colores, con la cara pintada de blanco y un pequeño antifaz que ocultaba parte de su aniñado rostro. Uno de los diseños más elegantes y preciosos que se han visto nunca en el mundo de lo superhéroes, sencillo a la par bello.
Después todo se fue al traste.
Se llegó a la decisión de que el personaje debía pasar al universo regular del cómic, una decisión muy acertada ya que lo merecía. Todo bien, hasta que en videojuegos y viñetas empezaron a retocar, cambiar y recortar tela solo para hacer que enseñara más carne.
Así pasamos de lo sencillo a lo excesivo, de la elegancia a lo mundano, de una idea realmente inolvidable a… no sé, que cada uno busque la expresión que prefiera.
Seré un carca, seguramente, pero a mí dadme a la Harley Quinn clásica.