Parece que los cómics basados en Cyberpunk 2077 están funcionando. Hace tres años que Panini publicó Trauma Team, el primero de esta línea, y desde entonces han seguido saliendo de forma más o menos regular. Recientemente ha salido en castellano el sexto de ellos, Big City Dreams, y los fans tanto del videojuego como de estos cómics estamos de enhorabuena: es uno de los mejores que hemos podido leer hasta el momento.
Tasha y Mirek son dos delincuentes de medio pelo que se ganan la vida trapicheando con hardware robado en Night City. Sus personalidades son opuestas, de la misma forma que lo son sus sueños y aspiraciones. Tasha es ultraviolenta y dominante, y quiere ser alguien en los bajos fondos de la ciudad. Mirek es un tipo calmado y relajado, y aspira a una vida tranquila. Es difícil saber cuál de los dos deseos es más difícil. En Night City siempre hay un pez más grande, y siempre habrá alguien queriendo quitar de en medio a quien le suponga el más mínimo inconveniente. Y lo de tener una vida tranquila en Night City… heh. Como broma está bien.
Cada uno persigue sus objetivos personales de una forma diferente. Tasha recurre al clásico truco de cargarse a alguien que está por encima de ti para hacerse notar, confiando en que los que tienen algún tipo de poder en los bajos fondos de la ciudad se fijen en ella, y lo hacen, aunque quizás no de la manera en la que ella esperaba. Mirek, en cambio, es algo más realista, y busca su utopía en las neurodanzas de una familia que vivió en un pasado indefinido en una granja en mitad de la nada. Sí, las neurodanzas te proporcionan evasión, te permiten vivir una escena que no has vivido… pero no dejan de ser una fantasía. Big City Dreams nos muestra los sueños de dos de los habitantes de la ciudad, y cómo puede ser tan difícil conseguir la paz como una vida intensa al límite. Es una historia tan intimista como intensa, tan triste como adrenalínica, tan fantasiosa como anclada en la realidad.
Big City Dreams es una de esas historias en la que la ciencia ficción es una ambientación en la que se reflexiona sobre el mundo en el que vivimos. Pero a diferencia de hacer crítica social, como ocurre, por ejemplo, en You have my word, mira hacia dentro y gira alrededor de las emociones y aspiraciones del ser humano, tan válidas en el histriónico y deprimente mundo futurista en el que se ambienta el videojuego como en la gris realidad en la que vivimos. El resultado es tan brillante que se llevó el Premio Hugo a mejor cómic en 2023, quedando por encima de obras como Saga, Once & Future o la Supergirl de Tom King y Bilquis Evely.
En el plano artístico, tenemos a Bartosz Sztybor al guion, responsable de Cyberpunk: Edgerunners y escritor de la mencionada You have my word, acompañado por dos dibujantes, Alessio Fioriniello, cuyo primer trabajo publicado en castellano es precisamente éste, en las secuencias de la realidad, y Filipe Andrade (Las muchas muertes de Laila Starr) en las neurodanzas, habiendo un críptico cambio de dibujante en la última escena cuya interpretación queda a discreción del lector.
En el lado negativo, tenemos que decir que es un producto innegablemente caro. Es un álbum de sesenta y cuatro páginas a tamaño comic book que cuesta nada menos que veinte euros.
Big City Dreams es un cómic que se lee en un suspiro (son tan solo cincuenta páginas de cómic), pero que deja un poso emocional que dura mucho más que su lectura. Es, sin duda, totalmente recomendable para todos los seguidores del universo transmedia de Cyberpunk, juego de rol, videojuego, serie de televisión y cómics, pero también para todos los lectores de ciencia ficción en general.