Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El cuerpo de Cristo

El cuerpo de Cristo
Guion
Bea Lema.
Dibujo
Bea Lema.
Formato
Rústica con solapas, 184 págs, color. 17x23 cm.
Precio
21€.
Editorial
Astiberri. 2023.
Edición original
Des maux à dire (Sarbacana).

En los últimos años se está poniendo de moda que editoriales apuesten por obras autoeditadas previamente o que han participado en algunos concursos locales de cómic. Así, tenemos Us, probablemente el ejemplo más llamativo, en el que Sara Soler amplió su fanzine gracias a Astiberri, lo que le permitió desarrollar su historia mucho más allá de las páginas iniciales. También podemos hablar de El duelo, la obra autoeditada por Paula Cheshire que Fandogamia editó hace un año y revisó el material previo permitiéndole ampliar algunas partes. Comentábamos precisamente no hace mucho el caso de Elisa y Marcela, la obra de Xulia Vicente en cuya reseña la propia editorial La Cúpula nos aclaraba que le ofreció realizar una versión ampliada y la propia autora decidió mantenerla tal como se concibió para el encargo del Consello da Cultura Galega. Pero el caso de El cuerpo de Cristo, la obra que hoy nos ocupa y que ha sido editada por Astiberri, es un caso completamente diferente a estos citados.


Corría el año 2018 cuando el amigo Lamastelle cubría, como casi todos los años, el Viñetas desde o Atlántico y nos hablaba de la exposición de la ganadora del XII Premio Castelao, Bea Lema y su O corpo de Cristo. Tras un vistazo a la obra pensó que podría interesarme como obra de medicina gráfica, y tuvo el detalle de hacerme llegar una copia, a pesar de estar editado exclusivamente en galego. La obra me pareció muy interesante, y de hecho la reseñé para el grupo de Medicina Gráfica España, por lo que cuando vi que Astiberri publicaba este título en castellano, imaginaba que era un caso similar a los citados en el anterior párrafo. Pero no. Cinco años después de ganar aquel premio, Lema consiguió una beca para la famosa Maison des auteurs en Angoulême, donde comenzó a trabajar en una obra que, más que una ampliación, era un comienzo desde cero, aunque la historia que cuente fuera la misma. El libro fue publicado por la editorial parisina Sarbacane y ya ha conseguido premios en el país vecino como el Premio del Jurado del festival BD de Périgord.

La obra es autobiográfica, y nos habla de su madre, con una enfermedad mental que le produce delirios religiosos y un trastorno paranoide por el que desconfía continuamente de todo lo que le rodea, atribuyendo al diablo todo lo negativo que le pasa. Me ha resultado muy curioso leer esta nueva versión, de la que solo he reconocido el planteamiento de tres páginas de la anterior. Todo lo demás está contado de manera diferente: no solo en el aspecto gráfico en el que pasamos del dibujo en blanco y negro con tintas a esta mezcla de tintas, acuarelas y fotografías de bordados con las viñetas; sino el propio planteamiento de la historia en la que se profundiza mucho más, se reordena y se obvian detalles que no aportaban demasiado en la primera «versión».


Y el trabajo de Lema en esta renovada El cuerpo de Cristo me parece deslumbrante. Sigue apostando por las metáforas y el simbolismo para muchas escenas, como la creciente mesa que separa a Vera de la psiquiatra a la que acude a pedir consejo o las páginas en las que Adela escucha y espía al resto de viñetas en su paranoia; pero todas están renovadas, incluso descartando algunas que eran realmente potentes visualmente. Ahora se inclina mucho por una continua experimentación combinando el dibujo más formal con el uso del bordado. Una afición que aporta ese aspecto tan característico pero que también tiene arraigado un componente sociocultural muy fuerte, igual que sucede con una buena parte de su enfermedad, desencadenada por una educación rígida con la carga punitiva de la educación cristiana de mediados del siglo XX.

También se ha obviado para esta obra uno de los elementos argumentales que más peso tuvo en la anterior versión, como es la danza. La pequeña Vera estudiaba baile clásico, motivo por el cual su madre tenía continuas discusiones con ella. Es algo que no vemos en esta nueva versión, pero que sin embargo queda reflejado con algunas escenas que están narradas con una coreografía visualmente maravillosa: desde la alegría del día de su cumpleaños hasta la escena en la que intenta darle la medicación a su madre, en la que las líneas de la falda de la madre dirigen la vista del lector en esa escena que parece salida de un musical.

La última de las novedades es el color, ya que la otra era en blanco y negro. El color predominante en esta obra es un amarillo muy satinado que produce tensión. Son muchas las páginas que están realizadas sobre una base de este color, y contribuye con acierto a producir tensión durante la lectura. Pero luego hay páginas en las que la autora se mueve en escenas de tradiciones religiosas en las que utiliza una paleta engañosamente más amable. Y digo engañosa, porque se trata de una policromía en la que ese amarillo cada vez va teniendo más protagonismo. El uso es doblemente acertado, por el efecto que consigue y por la asociación con un tinte amarillo fluorescente que, curiosamente, recibe el nombre de amarillo de Lucifer…


En definitiva, El cuerpo de Cristo es una obra que gira en torno a la enfermedad mental y la obsesión religiosa, algo que, curiosamente, está últimamente más de moda que nunca gracias a la serie La Mesías. El uso de recursos visuales experimentales convierte a la obra en una lectura muy interesante, sin distraer en ningún momento del verdadero mensaje que pretende transmitir sobre la importancia de un correcto diagnóstico, tratamiento y cuidados en pacientes como la Adela que protagoniza esta historia. Es curioso que en Francia la han titulado algo así como Males de los que hablar, frente al título español en el que probablemente la connotación religiosa resulta más potente. La autora trabaja actualmente en un corto de animación en el que pretende adaptar este material.

Lo mejor: La cantidad de recursos visuales, a cada cual mejor escogido. Las escenas de «coreografías». La analogía del bordado y toda la carga educativa y social. La edición de Astiberri es preciosa.

Lo peor: El uso de los bordados y el estilo de dibujo, en un primer vistazo, puede resultar muy engañoso.

Nota: Actualizamos la reseña para anunciar y felicitar a la autora porque precisamente hoy acaba de ser nominada para la selección oficial del Festival de Angoulême.