Russell es un chaval al que le encanta hacer garabatos y dibujos. Tiene dos buenos amigos: Charlotte y Preston. No es muy bueno en deportes. Los de su clase le llaman «el chico del pantano» porque el pelo de Russell son algas, su brazo derecho es como un tronco y un dedo de su mano izquierda es una zanahoria. Además, su comida favorita es la luz del sol. Y en su brazo vive una rana. En su diario, Russell cuenta, con todo lujo de detalles, mediante texto e ilustraciones a color (y alguna mancha de kétchup) cómo es ser diferente, cómo descubrió sus poderes, y sus sospechas de que su profe de ciencias, el señor Finneca, es en realidad un científico loco.

Desde luego, hay que reconocer el gran acierto comercial de DC Comics para atraer a autores superventas a su línea DC Zoom, enfocada al público infantil y juvenil, renombrada poco después de la publicación de esta obra como DC Graphic Novels for Kids. El cuaderno secreto de El Chico del Pantano es, pues, la última obra publicada dentro de la línea DC Zoom, y es una divertida mezcla entre un cómic y el diario ilustrado de un adolescente. Imaginad Lo que más me gusta son los monstruos mezclado con El diario de Greg, y os haréis una buena idea de lo que os vais a encontrar aquí.

Antes que nada, una apreciación: este Cuaderno secreto de El Chico del Pantano, al contrario que las historias del personaje en el que se basa, no contiene una trama de terror sobrenatural, sino que es, ante todo, una historia cómica para todos los públicos. Tal vez, al contrario que otras obras de esta línea que, aunque dirigidas a niños, pueden ser también disfrutados por adultos, el público objetivo de este volumen está mucho más definido, y a un lector adulto le puede costar entrar en el juego y disfrutar de su lectura. Sin embargo, si consideramos que el público al que este libro está dirigido es una criatura de entre 10 y 14 años, nos encontramos ante una obra francamente entretenida, que se lee en un rato largo y que permite descubrir en sucesivas relecturas detalles que pasaron inicialmente desapercibidos. Este Cuaderno Secreto toma elementos de la mitología de la Cosa del Pantano y los transporta a la localidad de Houma Bayou, en plena zona pantanosa de Florida, donde un niño llamado Russell Weinwright (apellido que homejanea a sus creadores Len Wein y Bernie Wrightson) al que conocen como el Chico del Pantano se ve envuelto en una rocambolesca conspiración que concierne las extrañas circunstancias de su descubrimiento en el pantano, una competición deportiva, unos extraños tipos con traje negro y unos superpoderes vegetales que se van manifestando de repente.

Kirk Scroggs (quien acaba de publicar también para DC We found a monster), es un escritor e ilustrador especializado en literatura infantil, y autor de sagas como Snoop Troop, Tales of a Sixth-Grade Muppet (para Disney) y Wiley & Grampa’s Creature Features, todas ellas inéditas en castellano. En ellas mezcla el relato escrito con la ilustración, con un estilo muy infantil y desenfadado, que en ocasiones imita incluso el de un niño, para dar así la impresión de que es el propio Russell quien escribe y dibuja. Pese a que el personaje en el que se inspira, la Cosa del Pantano, no es tan popular entre la chavalería como Superman, Batman o Wonder Woman, que han protagonizado otras obras de este misma línea de DC Comics, no es necesario saber mucho sobre su historia y cronología para disfrutarla. De hecho, lo poco que se necesita saber sobre Alec Holland y Arcane ya se explica a modo de divertido flashback dentro del mismo tebeo. Hay que admitir que la publicación de este cómic es una apuesta arriesgada, porque no parte con la ventaja de tener como protagonista a un personaje conocido por el gran público (pese a los esfuerzos de la fallida serie de televisión). Sin embargo, la falta de experiencia previa con el personaje no afecta a la lectura, y el prescriptor de este cómic puede jugar la baza de tebeo de superhéroes sin superhéroes.

Este El cuaderno secreto de El Chico del Pantano tiene un público muy bien definido, y tal vez yerre el lector adulto de cómic de superhéroes que busque en él una lectura satisfactoria. No es su objetivo apelar al lector veterano, sino quizás tan solo a los fans incondicionales del personaje que deseen recopilar todas sus encarnaciones, por disparatadas que parezcan. Para ellos este tomo queda como un curioso divertimiento. No obstante, lectores más jóvenes sí que pueden extraer más jugo de un cómic que apela a situaciones más cercanas a ellos como los amigos del insti, los profes creepy y las aventuras fuera de clase.