Hola, ¿qué tal? Pasad, pasad, no seáis tímidos. Siiiiiií, tranquilos, esta es una crítica de Batman v Superman spoiler-free, la puedes leer sin miedo a que te destripe nada. ¿Que qué me ha parecido? Una pasada. Ya, es que fulanito ha dicho que tiene planos eternos, menganito que ese no es el personaje del cómic, zutanito que está muy mal dirigida. Vale, cada cual tiene su opinión. Yo me lo he pasado bomba.
La historia.
Sin spoilear, vale. La historia comienza con la batalla entre Superman y Zod… desde el punto de vista de Bruce Wayne. Ahí comprendemos la motivación que lleva a Batman a pensar que Superman es un peligro para la humanidad. Después, veremos a Lex en escena, una misteriosa mujer que aparece por ahí con acento griego, a Lois metiendose en mil fregados, y a un acontecimiento que pondrá a Superman en el ojo del huracán ya que por rescatar a una persona, le acusarán de haber hecho algo que no ha hecho. ¿Ein? Aaaah, haber pedido que metiera spoilers.
Con esto ya, Chris Terrio y David Goyer, los guionistas, recogen todas esas críticas que le hicieron a El hombre de acero sobre esa destrucción hiper-mega-masiva de la batalla final, para usarla precisamente como conflicto de la historia.
Y es que, nos encontramos ante, probablemente el guión más complejo jamás escrito para una película de superhéroes. La cantidad de subtramas, personajes, situaciones, presentaciones y semillas para el futuro es asombrosa para una película de estas características. ¿Problema que tiene? Precisamente el hecho de meter tanta historia puede afectar al ritmo, y más si eres Zack Snyder y de pequeño te caíste en una marmita de slow-motion. No obstante, no me ha resultado lenta en ningún momento, pero está dirigida a un público adulto, eso es innegable.
«¿Que Ben Affleck va a hacer de Batman?» «¿Que esa canija va a hacer de Wonder Woman?» «¿Pero qué mierda es esa vocecita de loca con lo de «las capas rojas ya vienen, las capas rojas ya vienen»? ¡Ese no es Luthor!». Lo de siempre, el casting. Sin entrar en detalles, que conste que ni este Batman me parece Batman, ni Lex Luthor es Lex Luthor ni Wonder Woman es Wonder Woman… pero no me ha importado una leche. Esto es UDC Tierra Uno incluso Injustice, de hecho sus personajes se parecen mucho más a las versiones de estos elseworlds que a los del Universo tradicional, han hecho una ultimatización del Universo DC. El ejemplo más claro es Alfred. Y aquí sí me vais a permitir un mini-spoiler, pero es que este Alfred le contesta a Bruce, es sarcástico, un fiera de la ingeniería… ¡y queda cojonudo como personaje!
Lo que más acertado he encontrado es una de las cosas que más he leído criticar hasta el momento: la falta de desarrollo de personajes. Batman YA es Batman, no tenemos que perder media película contando otra vez cómo mataron a sus padres, se fue a entrenar, empezó a pelear con los malos… no, no. Escena muy fugaz con la muerte de los padres y arreando. Lex ya es Lex, no tenemos que explicar cómo ha llegado adonde ha llegado. Diana aparece de forma misteriosa dejando a los espectadores que se imaginen cómo ha llegado a ser lo que es. Y los que no quieran, que vayan a ver su película (próximamente en las mejores salas). Todo esto hace que una película en la que en algún momento todos y cada uno de los secundarios principales son protagonistas te entre con más facilidad que un mantecado a palo seco. Eso sí, que nadie se engañe. Esta no es una peli de Superman, es una peli de Batman… y Superman. De no ser por la parte final de la película sería solo del murciélago, sobre el que recae el gran peso, pero el final sirve para darle su sitio y para dibujar el arco evolutivo que hace que un personaje resulte interesante en una historia.
Veredicto de personajes uno a uno:
– Batman: Me trago cada una de mis palabras. Affleck lo borda. Y en pantalla impresiona. Las escenas de acción son espectaculares. Y decían que Superman no era Superman porque este Kal-El mata… Ahem.
– Wonder Woman: No es Wonder Woman, no me impone. Espero de Wonder Woman un personaje que impresione en la pantalla y que de la sensación de que te puede dar para el pelo. Esta no es ese personaje… pero queda magnífica en pantalla y sus escenas de acción son más que satisfactorias.
– A-Lex-ander Luthor: Evidentemente no es Lex Luthor. Lex Luthor no actúa como Boris Izaguirre. No obstante, el personaje me parece muy acertado. Capta a la perfección la esencia del personaje: Un tipo cuyos fines están por delante de cualquier medio, y que vendería a su madre, con tal de conseguir su objetivo. Dicho esto, Jesse Eisenberg es LO PEOR: Tics nerviosos, sobreactuado hasta decir basta, y no impresiona cuando se cabrea. Lex sí, Jesse no.
– El malo: Mola. Me ha parecido muy bien llevado a la pantalla. Y hasta aquí puedo leer.
¿Y no sale nadie más? Vas al cine, y lo ves tú mismo.
En definitiva.
Tienes dos opciones: 1) Ir al cine a buscarle pegas a la película. Se las vas a encontrar, no es difícil. 2) Ir al cine a dejarte llevar por la historia. La vas a disfrutar porque tiene muchos cabos que atar, plantea muchas situaciones que veremos más adelante, te zampa en la gran pantalla un universo YA construído. Para que me entendáis, es como si metieras Iron Man, Thor, Capitán América y Hulk en Los Vengadores. Aquí van construyendo el camino, te lo dan ya hecho… y no queda mal. ¿Que un espectador ajeno al cómic se puede perder? No te digo que no, pero seguro que no se queja, tras el espectáculo visual. Explica el sentido de lo malo de El hombre de acero, le saca partido y plantea una serie de conflictos morales muy interesantes, que son comprensibles. Tiene una escena WTF que evidentemente explicarán más adelante, y te deja un camino allanado para La Liga de la Justicia. Ah, y además hay un combate entre Batman y Superman. El hombre contra el dios ¿Y gana uno de los dos? Sí, tiene un ganador, no es de esas pelis en las que parece que van a empatar hasta que se hacen amiguitos.
Lo mejor: Batman. Y Alfred. La sensación de sorpresa de encontrarme con algo que no esperaba ver. Entramos de lleno en el Universo DC cinematográfico, y mola.
Lo peor: Jesse Eisenberg. El montaje, cortando momentos épicos en alguna ocasión.