Es una ley no escrita que cada cierto tiempo en DC tiene que haber una crisis. Si ya vivimos las Crisis en Tierras Infinitas, Crisis de Identidad, Crisis Infinitas, Crisis Final e incluso tuvimos a Héroes en crisis… ¿qué fórmula nos queda por reciclar? Bueno, teniendo en cuenta el rumbo que ha tomado la editorial en cuanto a eventos últimamente, tiene sentido que se use el título de la que fue la primera para presentarnos una Crisis Oscura en Tierras Infinitas. A finales de octubre ECC publicó la edición en tomo que contiene los 7 números de evento junto con el número de la Liga de la Justicia donde se desencadena toda la acción que tendrá lugar en la propia serie limitada. También se incluye en este tomo el número especial Amanecer de DC, que sirve un poco a modo de epílogo de la historia y de enlace con lo que ha supuesto el enésimo reboot de la casa de Batman y Superman.
El detonante de la historia es la reunión de un grupo de supervillanos oscuros a cargo de Paria, que planea acabar con todos los héroes del planeta y dar nacimiento a un nuevo multiverso. A partir de la disolución forzosa de la Liga de la Justicia, Superboy intentará convocar a otros superhéroes para recuperar al grupo por antonomasia, sin el éxito que esperaba. Todo se complicará cuando Black Adam cuestione la entidad de la nueva encarnación del supergrupo y los villanos lleven la batalla a Tierra 0 para completar su misión.
El guion de Joshua Williamson tiene todo lo que se le puede pedir a un evento de estas características: multitud de personajes, exploración del legado, y batallas muy épicas. Aunque se podría decir que tal vez adolece precisamente de demasiado respeto y voluntad de incluir continuos homenajes. La historia comienza con un ritmo endemoniadamente alto y mucha épica, pero llegado el nudo de la historia tendremos tiempo suficiente para poder recapacitar sobre lo que estamos leyendo y atisbar una mezcla de muchos de los eventos más importantes que ha tenido la editorial. Así, vamos a poder entrever cosas de Crisis en Tierras Infinitas, obvio, aunque también veremos cosas que nos recordarán a las Infinitas, de Identidad, Final, así como también a otros como La noche más oscura, Metal, la Saga de la gran oscuridad o Maldad Eterna. Si la serie se hubiera desarrollado en doce números, tal vez habría habido espacio para que estos homenajes fueran más sutiles, pero al tener solo siete números (que por otro lado son más que suficientes), sí deja algunos puntos que pueden hacernos levantar la ceja,
En primer lugar, el villano principal que liderará ese ejército de Paria. Curiosamente, a pesar de contar en tus filas con Darkseid, Doomsday o Nekron, el elegido es Deathstroke. Tiene sentido, porque al ser una serie centrada en explorar una vez más el legado en DC, tiene a Nightwing como uno de sus protagonistas, y examina cómo Dick Grayson y los Titanes se han convertido finalmente en un grupo a la altura de la Liga de la Justicia en cuanto a madurez. En ese aspecto Deathstroke funciona como antagonista… pero no deja de quedar raro tener a Darkseid de mero masilla.
Otro punto que me ha molestado un poco ha sido la cantidad de referencias a tie-ins del evento (Superhijos, Flash o Young Justice) que dejan ciertos vacíos si no los has leído. No son imprescindibles para entender la historia principal pero sí van mucho más allá del típico «si quieres saber por qué dice eso lee tal cómic». Imagino que añadir esos cómics habría provocado un tomo excesivamente grueso, de prácticamente el doble de páginas, aunque tal vez se habría podido introducir al menos lo más relevante para la historia. Pero bueno, estamos divagando sobre lo que podía haber sido más que analizando lo que sí ha sido.
Lo mejor que tiene la saga es que el grueso del dibujo recae en Daniel Sampere con color de Alejandro Sánchez. La dupla está más que a la altura y, además de introducir numerosos homenajes pertinentemente citados, no está exento de esas grandes páginas repletas de personajes a las que George Pérez nos malacostumbró para este tipo de series-evento. En ese aspecto el dibujante español está más que a la altura en su primer gran serie, centro de atención de la gran mayoría de lectores de superhéroes. Tiene un dibujo que dejará más que satisfechos a los lectores, con grandes batallas repletas de personajes, y un dinamismo total, y se ve acompañada de un colorista consciente de la épica que merecen estos números. En ese aspecto, cero quejas.
Crisis Oscura en Tierras Infinitas es un evento que, pese a las pegas que pueden ponérsela, cumple con su cometido de hacer una serie con un ritmo trepidante, la participación del grueso de personajes de la editorial, con una aparición escalada, que permite hacer grandes entradas y sorprender al lector. Deja la editorial en pleno Amanecer de DC que, sin ser propiamente un reboot, permite reiniciar las series y dejarlas como punto de reenganche para nuevos lectores. Un evento muy entretenido, consciente de los últimos 40 años de la editorial que no decepciona.
Lo mejor: El ritmo. Sampere y Sánchez. Incluye un artículo que explica Amanecer de DC.
Lo peor: Los puntos ya citados sobre el segundo plano de algunos personajes y el exceso de referencias a tie-ins.