Nueve tomos van ya de Black Hammer, diez si contamos el crossover intereditorial con la Liga de la Justicia. Cuando Astiberri lanzó hace tan solo cuatro años el primer volumen de la serie más personal de Jeff Lemire dentro del género superheroico, ya teníamos claro que era un autor al que había que prestar atención. A día de hoy, el nombre de Lemire ya es motivo suficiente para comprar casi cualquier tebeo firmado por él con garantías de que nos vamos a encontrar con algo bastante por encima de la media del sector. Así que este Cosmagogo, la nueva entrega del Hammerverso protagonizada por el Coronel Weird, uno de los personajes más fascinantes que pululan por él, era una lectura obligatoria. A ver qué nos ha traído esta vez.
Randall Weird es uno de los personajes más atrayentes de todo el Hammerverso. No es el más carismático, ni el que lleve el peso de la historia, pero la desconexión de la realidad que tiene esta versión Lemire de Adam Strange lo convierte en alguien que percibimos que tiene más información de lo que ocurre de la que nos hace ver. Que quizás no sepa lo que está pasando, pero que tiene información importante en la punta de los dedos que no puede alcanzar por su perturbado estado mental.
Hasta ahora hemos visto al Coronel Weird desde un punto de vista externo. Ese extraño que lleva en su nombre hace honor al personaje con el que quizás menos hemos podido empatizar, entre otras cosas porque ha resultado el más incomprensible hasta el momento. Cosmagogo viene a darnos respuestas a bastantes de las preguntas que nos hacíamos a través de un viaje por el espacio y el tiempo, recorriendo la vida de Randall desde su infancia hasta su etapa como superhéroe anciano, pasando por su época adulta como explorador espacial y una extraña temporada como líder de una secta. Iremos saltando hacia delante y detrás en el tiempo, esta vez sí, de la mano del personaje, y le comprenderemos un poco más, viendo el por qué de su constante confusión.
La tradicional dosis de homenaje en la práctica totalidad de los títulos del Hammerverso no es tan obvia en la serie del Coronel Weird, aunque algo se puede sacar también. Lo primero que habría que tener en cuenta es que toma como referencia principal al número 5 de Black Hammer, incluído en el primer volumen de la serie. Amplía y explica varios de los momentos de aquel lejano número, y nos muestra escenas detrás de las escenas y desvela secretos guardados durante años, siendo la primera autorreferencia que podemos ver en este sello editorial. Pero también, quizás forzando un poco la máquina, podemos ver alguna pincelada del Doctor Manhattan de Watchmen en el Coronel Weird. Sin los poderes y la omnisciencia de la creación de Alan Moore, tenemos aquí un personaje que vive simultánteamente varios momentos de tiempo, pero el efecto que hace tal percepción no lineal en la mente de un humano corriente es devastador. Aunque quizás esté más cercano a la imprescindible Matadero Cinco de Kurt Vonnegut, recientemente adaptada a cómic de forma magistral por Ryan North y Kurt Vonnegut.
Al dibujo tenemos a Tyler Crook, un ilustrador del que la práctica totalidad de su obra publicada en castellano se reparte entre la AIDP de Mike Mignola y John Arcudi y el Harrow County de Cullen Bunn. Este dibujante hace un trabajo que cumple a la perfección con lo que pide esta obra interestelar (pun intended): es suficiemente claro como para poder seguir la dispersa narración de la existencia de Weird alterada por la energía de la Para-Zona, pero a la vez consigue un punto psicodélico que refleja a la perfección los estragos de los constantes saltos temporales, ayudado por unas acuarelas que le dan a todo un ambiente onírico que le viene como anillo al dedo.
Quizás Coronel Weird: Cosmagogo no sea un spin off imprescindible para la comprensión global de la trama principal del Hammerverso, pero es una visión más profunda de uno de los personajes más interesantes de la línea, y sirve para rellenar huecos en la historia general. Es una historia emotiva y a la vez con un punto de irrealidad que hace de ella una lectura fascinante y totalmente recomendable para los seguidores de Black Hammer.