Es la hora de las tortas!!!

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Colección Jim Starlin 10. La Guerra del Infinito: Resurrección

Colección Jim Starlin 10. La Guerra del Infinito: Resurrección
Guion
Jim Starlin, Mark Gruenwald
Dibujo
Jim Starlin, Andy Smith, Bill Reinhold
Tinta
Jim Starlin, Ralph Cabrera, Bill Reinhold
Color
Paul Becton, Linda Lessmann, Ian Laughlin
Formato
Cartoné, 264 páginas
Precio
19.95 €
Editorial
Panini Cómics. 2018
Edición original
Quasar 41-43, Silver Surfer: Homecoming y Silver Surfer/Warlock Resurrection 1-4 USA

Seguimos con el aftermath de La Guerra del Infinito. En esta ocasión, tenemos tres bloques: tres números de la serie regular de Quasar, Vuelta a casa, una novela gráfica de Estela Plateada y Resurrección, una serie limitada que coprotagonizaron Estela y Quasar. Vamos a por ello.

Quasar

Arrancamos el tomo con los números de la colección que exploran las consecuencias que tuvo la Guerra del Infinito para Wendell Vaughn. Hagamos memoria, para derrotar al Magus, Quasar intentó utilizar sobre él el Nulificador Supremo, pero el Magus le devolvió el efecto usando el Guantelete del Infinito en un partido de tenis cósmico. De este modo, Quasar fue eliminado de la existencia. Pero como al universo no le gusta el vacío, y menos aún tratándose de su Protector, un nuevo portador de las bandas cuánticas entra en juego para convertirse en el nuevo Quasar: ¡Marvel Boy!

Vale. Un momento. ¿Cuál de todos los Marvel Boy que ha habido?

Sí, efectivamente, ha habido más de un Marvel Boy. El que aquí aparece es el sexto, que es un duplicado del tercero creado por Thanos para montarla en el funeral de Eon. No es mala idea que sea un Marvel Boy quien viene a sustituir a Quasar teniendo en cuenta que el propio Wendell también fue un Marvel Boy. El cuarto, por cierto. Tampoco es que sea un personaje que haya pasado a la historia, sólo ha aparecido en estos tres números, y se le supone aún encerrado en la Habitación Blanca. Por cierto, la aparición de la Marca Estelar al final de esta historia marca la traslación de este concepto desde el Nuevo (ejem) Universo Marvel a la Tierra 616. No, no fue idea de Jonathan Hickman.

quasar 43

Como información complementaria (y un tanto innecesaria, para qué negarlo), los Marvel Boy dentro de continuidad aparecidos hasta la fecha han sido:

  • 01 – Martin Simon Burns. Primera (y única) aparición en 1940, en Daring Mystery Comics #6
  • 02 – Martin Oksner Burns. Primera (y única) aparición en 1941, en USA Comics #7
  • 03 – Robert Grayson. Primera aparición en 1950, en Marvel Boy #1.
  • 04 – Wendell Vaughn. Primera aparición en 1978, en Captain America #217
  • 05 – Vance Astrovik. Primera aparición en 1975, en Giant Size Defenders #5
  • 06 – El duplicado de Grayson. Primera aparición en 1991, en Quasar #26
  • 07 – David Bank. Primera aparición (de dos) en 1994, en Justice: Four Balance #4
  • 08 – Noh-Varr. Primera aparición en 2000, en Marvel Boy #1. La de Grant Morrison, vamos.

Estela Plateada: Vuelta a casa

Esta novela gráfica fue publicada más de un año antes del final de la Guerra del Infinito. Salió a la venta, de hecho, el mismo mes que el cuarto número de El Guantelete del Infinito, y no tiene ningún tipo de relación con la historia que se está contando en este momento en la Saga del Infinito. ¿Qué pinta aquí? Resulta que la serie limitada que viene a continuación, Resurrección, es una secuela directa de lo que ocurre en este volumen, y, aunque en las primeras páginas de su primer número se hace un resumen de Vuelta a casa, no cabe sino aplaudir a Panini por la decisión de incluirla en la Colección Jim Starlin. Más aún cuando Marvel la dejó fuera del tomo Infinity War: Aftermath, que más o menos coincide con el material incluido en este tomo y el anterior.

silver surfer homecoming

Esta novela gráfica arranca con Estela viajando a Zenn-La para reunirse, una vez más, con su amada Shalla-Bal. El problema es que Zenn-La ha sido borrado de la existencia física, y ha sido convertido en patrones mentales de un mastodóntico cerebro que va vagando por el espacio.

Es, sin duda, una historia heredera del Jim Starlin más surrealista de los años 70, pero con la personalidad de Estela, triste y apesadumbrado, más cercana a la aproximación al personaje que hizo Stan Lee a finales de los 60 que a la de su creador Jack Kirby en la serie de los 4F.

Estela Plateada/Warlock: Resurrección

Como ya hemos comentado antes, Resurrección parte de los sucesos de Vuelta a casa. Sin decir ni cómo ni por qué por eso de los spoilers, Shalla-Bal acaba muerta al final de las páginas anteriores. Y en esta serie limitada, Warlock, junto con los miembros de la Guardia, le ofrece a Estela su ayuda para traer del otro mundo a su amada.

silver surfer warlock resurrección

¿Warlock, ofreciendo su ayuda porque sí? Bueno, más bien no. Ofrece su ayuda a cambio de la amistad de Estela, y ya se sabe que los amigos se ayudan cuando hace falta. Esto es, «yo hago que tu novia resucite y tú me debes una, que ya me cobraré». Nadie ha escrito a Adam Warlock como Jim Starlin, pero es que aquí le convierte en un Vito Corleone cósmico que da más miedo que otra cosa.

Por otro lado, esta historia despierta ecos de otra que nos habían contado una década antes. Un amor fallecido, descendido al inframundo, cuyo cuerpo es resucitado como un cascarón vacío y cuyo alma es el objeto de una pelea en el infierno… sin irse tan lejos como a la historia de Orfeo y Eurídice, tenemos Amor y muerte, la historia de unos tales Alec Holland y Abigail Arcane en la que se cuenta básicamente lo mismo.

En resumen…

Como decíamos en el tomo anterior, el trabajo de Jim Starlin entre eventos tiene un alcance mucho menos global y un tono notablemente más intimista. En este volumen, al margen del divertimento que suponen los tres números del Quasar de Gruenwald, tenemos historias más pequeñas, centradas en una cantidad reducida de personajes y orbitando alrededor de emociones y sentimientos en lugar de en grandes batallas cósmicas con medio Universo Marvel implicado. Que tampoco es que una buena escena de acción de vez en cuando siente mal, pero precisamente esas escenas tienen interés cuando los personajes implicados tienen una buena definición. Y es en historias de este tipo en las que personajes como Adam Warlock adquieren profundidad.